Lesson 8: Preludio a la Reforma 1090-1517

Al finalizar esta lección, el estudiante deberá ser capaz de:

(1) Reconocer la soberanía de Dios al preparar el camino para la Reforma.

(2) Reconocer la sed de Dios en los cristianos durante la Edad Media.

(3) Apreciar el rol de la predicación bíblica en el surgimiento de la Reforma.

(4) Comprender la importancia de la traducción de la Biblia para el movimiento de Reforma.

(5) Estar comprometido con la predicación y la enseñanza de las Sagradas Escrituras en su ministerio.

Anteriormente en este curso, cité al teólogo africano John Mbiti. Él dijo que los misioneros no llevaron a Dios a África; Dios llevó a los misioneros a África.[1] Mbiti quiere que los creyentes africanos entiendan que aun antes de que los misioneros llegaran a predicar, Dios estaba preparando el camino para el evangelio.

Del mismo modo, podríamos decir que “Martín Lutero no trajo a Dios a la Reforma; Dios llevó a Martín Lutero a la Reforma.” Aun antes de Martín Lutero, Dios estaba avivando a su iglesia. Dios estaba usando a monjes como Bernardo de Claraval para expresar una sed de la verdad, a predicadores como Juan Wycliffe para traducir las Escrituras a los idiomas de la gente común, e incluso a inventores como Johannes Gutenberg para desarrollar herramientas que Lutero y otros usarían para hacer que la Biblia estuviera al alcance de cualquier persona.

En esta lección vamos a ver cómo Dios preparó el camino para los reformadores. Esto sentará las bases para el estudio de la Reforma en la primera lección del curso Historia de la Iglesia II.

[1] Citado en Timothy C. Tennent, Invitation to World Missions (Invitación a las Misiones Mundiales) (Michigan: Kregel, 2010), 75.

Durante los siglos anteriores a la Reforma, los escritos de los místicos revelan una continua hambre de santidad. Aun cuando gran parte de la Iglesia Católica Romana estaba sumida en un ritualismo vacío, había cristianos que buscaban una relación vital e íntima con Dios.

Al mismo tiempo que los escolásticos, como Anselmo y Abelardo, estaban buscando un entendimiento racional de la teología, los místicos enfatizaban una experiencia personal con Cristo. Los místicos no se oponían al aprendizaje, pero enfatizaban la experiencia personal por encima de las explicaciones intelectuales.

Bernardo de Claraval (1090-1153)

Uno de los principales místicos medievales fue el monje francés, Bernardo de Claraval. Bernardo nació en una familia adinerada. Su padre se fue a pelear en la Primera Cruzada cuando Bernardo tenía seis años.

En lugar de vivir la vida de un noble, Bernardo se hizo monje. A los 22 años, Bernardo y treinta amigos suyos se unieron a un monasterio en Císter.  Tres años más tarde, Bernardo fue enviado a fundar un nuevo monasterio en Clairvaux (Claraval). Durante los siguientes cuarenta años, Bernardo fundó setenta monasterios y fue supervisor de otros noventa monasterios.

Aunque Bernardo pocas veces salía del monasterio, se convirtió en una de las personas más influyentes de Europa. Era un respetado consejero de reyes y papas. Uno de sus monjes fue elegido Papa Eugenio III.

Las debilidades de Bernardo se pueden observar con facilidad. Su predicación inspiró la infructuosa Segunda Cruzada. Convenció a papas de excomulgar a sus enemigos, práctica que sentó las bases para la Inquisición. Dividió a los cristianos en monjes (con un nivel de espiritualidad “superior”) y laicos ordinarios (con un nivel “inferior” de espiritualidad).

Sin embargo, a pesar de sus defectos, Bernardo tenía hambre de santidad. Martín Lutero se refirió a él como “el mejor monje que ha existido, al cual admiro más que a todos los demás juntos.”

Un himno de Bernardo, “Jesús, el Solo Pensamiento de Ti,” es una hermosa imagen de lo que significa deleitarse plenamente en la relación con Jesús. Bernardo representa el hambre de santidad que ha caracterizado al pueblo de Dios a lo largo de la historia de la iglesia.

“Jesús, el solo pensamiento de ti
Con dulzura embarga el pecho;
Aún más dulce es tu rostro ver,
Y en tu presencia descansar.”

“Oh esperanza de todo corazón contrito,
Oh alegría de todos los mansos,
¡A los que caen, cuán amable eres tú!
¡Cuán bueno para los que te buscan!”

“¿Pero qué a los que te encuentran?
Ah, esto ni lengua ni pluma lo pueden mostrar;
El amor de Jesús, lo que él es,
Nadie sino sus amados lo pueden saber.”

“Himno de Bernardo de Claraval”

Catalina de Siena (ca. 1347-1380)

Catalina de Siena, mística italiana, afirmó haber escuchado a Jesús hablar en visiones. Como resultado de una de estas visiones, Catalina se entregó a una vida de servicio. La mayoría de los contemporáneos de Catalina que querían dedicar sus vidas al servicio a Dios entraban a un convento o monasterio. Por el contrario, Catalina creía que Dios la había llamado a servir en el mundo. Fue llamada a oponerse al pecado entre los líderes de la iglesia, a evangelizar, y a cuidar de los enfermos y moribundos.

Catalina vivió durante los años de la Cautividad Babilónica, cuando el papa estaba exiliado en Aviñón, Francia. Catalina creía que las reformas en la iglesia serían exitosas sólo si el papa gobernaba desde Roma. Convenció a Gregorio XI para que regresara de Aviñón a Roma en 1376. Al igual que Bernardo de Claraval, Catalina influenció poderosamente a los líderes de la iglesia, aunque no tenía poder oficial. Y al igual que Bernardo, Catalina muestra una profunda hambre de una relación con Dios.

Tomás de Kempis (ca. 1380-1471)

[1]

Tomás de Kempis (“de Kemperen,” su pueblo natal en Alemania) era miembro de los “Hermanos de la Vida Común,” un grupo que buscaba construir una estrecha relación personal con Dios mientras servían a la comunidad. Tomás fue un maestro y escritor talentoso.

La obra principal de Tomás fue La Imitación de Cristo, un libro devocional que se ha convertido en uno de los libros más influyentes en la historia. Tomás Moro, Martín Lutero y Juan Wesley mencionaron La Imitación de Cristo como una influencia importante en su desarrollo espiritual. Tal como los himnos de Bernardo de Claraval, La Imitación de Cristo revela una profunda pasión por experimentar a Dios.

La mayoría de los místicos permanecieron fieles a la Iglesia Católica Romana. Sin embargo, el movimiento místico reveló una creciente insatisfacción con el ritualismo de la adoración medieval. Cristianos sinceros buscaron conocer a Dios de una manera real y personal. Esta hambre dio fruto en la Reforma.

► Comenten las fortalezas y las debilidades de los místicos medievales. ¿Se inclina usted más en la dirección de los escolásticos o en la dirección de los místicos? Con base en esta tendencia, ¿de cuáles peligros debe usted cuidarse?

[1]“Fuera de este Camino, no van a ninguna parte; Sin esta Verdad, no hay ningún conocimiento; Sin esta Vida, no hay vida.” “Si has de recibir provecho, lee con humildad, sencillez y fe. No busques la fama de ser entendido.” “Cuando llegue el Día del Juicio, no se nos preguntará lo que hemos leído, sino lo que hemos hecho.”
- Citas de Tomás de Kempis

Una de las características de la Reforma fue la predicación del evangelio. Martín Lutero, Juan Calvino, Juan Knox, y sus contemporáneos restauraron la predicación de las Escrituras a un lugar central en la adoración. Este es uno de los mayores contrastes entre la Edad Media y la Reforma.

Al igual que el hambre de santidad que dio fruto en la Reforma, la confianza en el poder del evangelio se puede observar desde siglos antes, durante la Edad Media. Mucho antes de Lutero, Dios levantó predicadores que creyeron en el evangelio como el “poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.”[1]

Pedro Valdo (ca. 1140-1218) y los Valdenses

Pedro Valdo creía que la iglesia se había vuelto demasiado rica y poderosa. Donó sus propiedades a los pobres, reclutó dos sacerdotes para que tradujeran porciones de la Biblia al francés, y empezó a predicar. Sus seguidores viajaban en parejas, predicando en los mercados. Se hacían llamar los “Pobres de Espíritu”; nosotros los llamamos Valdenses.

En 1184, Valdo y sus seguidores fueron excomulgados por el Papa Lucio III por predicar sin la aprobación de los obispos. Los Valdenses creían que toda persona debía tener la Biblia en su propia lengua, y que las Escrituras debían ser la máxima autoridad para la fe. Aunque los Valdenses no enseñaron en su totalidad el mensaje de la Reforma de salvación sólo por gracia, su movimiento revela un primer distanciamiento de la autoridad de la Iglesia Católica Romana y un primer paso hacia la autoridad de las Escrituras.

Francisco de Asís (1182-1226) y los Franciscanos

Francisco de Asís fue hijo de un adinerado comerciante italiano, pero abandonó su riqueza para predicar el gozo de la “pobreza apostólica.” Otros pronto lo siguieron; Francisco llamó a su grupo los Frailes Menores, o la “Orden de los Hermanos Menores.”

Esta orden fue aprobada por el papa y llegó a ser conocida como la Orden de los Franciscanos. Francisco permaneció fiel a la Iglesia Católica Romana a lo largo de su vida. Lo incluyo aquí, no para sugerir que fue un reformador, sino porque su modelo de humildad y servicio estaba claramente opuesto a los valores de la Iglesia Católica Romana medieval. Aunque Francisco permaneció leal a la iglesia, reconoció que el evangelio no llama a los cristianos a una ambición egoísta, a la política eclesiástica, ni a la búsqueda del poder a toda costa.

[1] Romanos 1:16.

[1]

Juan Wycliffe de Inglaterra es llamado el “Lucero de la Reforma.” Cuarenta y tres años después de su muerte, la Iglesia Católica Romana desenterró sus restos, los quemó, y lanzó sus cenizas al río. Sin embargo, la destrucción de los restos de Wycliffe no destruyó su legado. Un autor escribió, “El Río Swift llevó sus cenizas hasta el Avon (Río); el Avon hasta el Severn; y el Severn al océano. Las cenizas de Wycliffe, tal como su doctrina, se esparcieron a todo el mundo”.

Wycliffe obtuvo un doctorado en Oxford y fue considerado el principal teólogo de Oxford. Cuando Roma exigió que Inglaterra enviara dinero al papa, Wycliffe advirtió al parlamento que se rehusara. Dijo que la iglesia ya tenía demasiado dinero. Esta declaración de Wycliffe llegó a oídos del papa, quien lo acusó de herejía.

Debido a su popularidad en Inglaterra (y a la debilidad de la Iglesia Católica Romana durante el Gran Cisma), Wycliffe fue puesto bajo “arresto domiciliario” en lugar de ser llevado a Roma y ejecutado. Wycliffe pastoreó una iglesia en Lutterworth y escribió tratados doctrinales. Se opuso a la doctrina de la transubstanciación, a las indulgencias y  a la práctica del confesionario. Afirmó que somos justificados solamente por la fe en Cristo.

Aún más importante, Wycliffe empezó a traducir la Biblia al inglés. Reconociendo las Escrituras como la máxima autoridad para los creyentes, Wycliffe buscó poner la Biblia al alcance de los ingleses. El creía que “los ingleses aprenden mejor la ley de Cristo en inglés.”

Wycliffe murió antes de poder completar su traducción, pero dos ayudantes la completaron. Aun después de su muerte, la influencia de Wycliffe siguió inspirando la Reforma. Sus seguidores, apodados “Lollards” (“Lolardos” o “habladores” o “farfulladores”) por sus enemigos, predicaron por toda Inglaterra.

Un siglo después, William Tyndale publicó la primera Biblia impresa en inglés moderno. Tyndale expresó su propósito a un sacerdote católico que lo atacó, “Si Dios me da vida, ¡dentro de poco lograré que un muchacho campesino conozca las Escrituras mejor que usted!”

Wycliffe, Tyndale y sus sucesores creían que la Palabra de Dios inspiraría un verdadero avivamiento. Gracias a esta convicción, la Biblia ha sido traducida a más de 2,000 idiomas.

[1] Image: "Portrait of John Wycliffe", Histoire du Concile de Constance (1727), retrieved from https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Portrait_of_John_Wycliffe.jpg, public domain.

Juan Hus (1373-1415)

Aún antes de la Reforma alemana, hubo un movimiento activo de reforma en Bohemia (actual República Checa). Uno de los líderes de este movimiento fue un pastor muy conocido, Juan Hus.

Como estudiante en la Universidad  de Praga, Juan Hus leyó los escritos de Juan Wycliffe y se consideró a sí mismo un discípulo de Wycliffe. Después de graduarse, Hus fue nombrado predicador en la Capilla de Belén, una capilla fundada por un rico comerciante como un lugar donde los reformadores pudieran predicar libremente.

Al igual que Wycliffe, Juan Hus sabía que Cristo, no el papa, es la cabeza de la iglesia. Hus predicó con osadía contra la corrupción en la iglesia. Criticó la venta de indulgencias del papa. Puso pinturas en las paredes de la iglesia en las que se contrastaba al papa y a Jesús. En una de ellas, el papa cabalgaba mientras Jesús caminaba. En otra, Jesús lavaba los pies de sus discípulos mientras el papa pedía a las personas que besaran sus pies.

El Arzobispo de Praga se quejó con el papa por los polémicos sermones de Hus, por lo que le prohibieron predicar. Cuando Hus se negó a obedecer, fue excomulgado y forzado al exilio.

En 1414, el Concilio de Constanza llamó a Hus a presentar defensa de su predicación.[1] Los obispos le garantizaron un “viaje seguro.” Hus esperaba recibir una audiencia y creía que podría persuadir a los obispos de confrontar la corrupción en la iglesia. Por el contrario, los obispos rompieron su promesa, condenaron a Hus como hereje y lo quemaron en la hoguera.

Después de su muerte, Hus se convirtió en héroe nacional en Bohemia. La predicación y el martirio de Juan Hus fueron una chispa en la expansión del mensaje de la Reforma.

► Cada avivamiento duradero que ha tenido lugar en la historia de la iglesia empezó con un retorno a la autoridad y la centralidad de las Escrituras. ¿Cuál es el rol de la Biblia en su iglesia? ¿Es la predicación de la Biblia esencial para su ministerio?

[1] Recuerde que en la lección anterior se mencionó que el Concilio de Constanza fue el concilio que puso fin al Gran Cisma.

Un Monje Profético: Girolamo Savonarola (1452-1498)

A finales del siglo XV, la predicación de Savonarola trajo avivamiento a la ciudad de Florencia y sacudió a Roma. Aunque Savonarola permaneció fiel a la Iglesia Católica Romana, su enseñanza revela otro paso hacia la Reforma. El mensaje de Savonarola era sencillo: Dios promete juicio sobre los líderes corruptos de la iglesia y misericordia para los que se arrepienten.

En 1492, el Cardenal Borgia fue elegido Papa Alejandro VI. Borgia fue uno de los papas más corruptos que ha tenido la iglesia. Tuvo muchas amantes y al menos siete hijos producto de estas relaciones. Savonarola respondió a la elección de Borgia con esta advertencia: “He aquí que la espada del Señor descenderá repentina y rápidamente sobre la tierra.” Cuando Alejandro trató de silenciar a Savonarola ofreciéndole un puesto como cardenal, Savonarola lo rechazó. Entonces el papa le prohibió predicar, pero Savonarola continuó predicando su mensaje de reforma.

En respuesta, el papa lo excomulgó y lo entregó para ser torturado. Fue torturado durante semanas; finalmente lo colgaron y quemaron su cuerpo. Al enfrentar la muerte a la edad de cuarenta y cinco años, Savonarola oró, “O Señor, no confío en mi propia justicia, sino en tu misericordia.” Al ser llevado a la horca, un obispo le arrebató su manto y dijo, “Te separo de la iglesia triunfante”. Savonarola respondió, “No tienes la potestad de hacer eso.”

¿Fue Savonarola un reformador? No, pero ayudó a preparar el camino para la Reforma. Al igual que los reformadores, se negó a permitir que las tradiciones de la iglesia sustituyeran la autoridad de las Escrituras. Así como Lutero en la siguiente generación, Savonarola escribió, “Tomo las Escrituras como mi única guía”. Esta confianza en la verdad de las Escrituras se convirtió en una de las principales características de la Reforma.

Un Impresor Inventivo: Johannes Gutenberg (1398-1468)

Alrededor de 1450, Johannes Gutenberg, un impresor de Mainz, Alemania, inventó la imprenta con tipos móviles, que permitió imprimir libros en masa. Esta imprenta con frecuencia ha sido llamada el invento más importante del mundo moderno. Una sola imprenta podía imprimir cerca de 1,500 páginas al día.

En 1454, Gutenberg imprimió la Biblia completa en su imprenta. En lugar de copiar las páginas a mano lentamente, las Biblias podían ser producidas en masa. Pronto la Palabra de Dios estaría al alcance de la gente común. Esto sería clave para la Reforma.

El 31 de octubre de 1517, Martín Lutero clavó sus Noventa y Cinco tesis en la puerta de la Iglesia de Wittenberg. Durante los dos años siguientes, se imprimieron veintidós ediciones del ataque de Lutero a la venta de indulgencias. Aunque la mayoría de los alemanes no sabía leer, un maestro o profesional letrado podía adquirir una copia del escrito de Lutero y leerlo a las multitudes que se reunían en las plazas de las ciudades.

Diez años después de la primera publicación de Lutero, había más de cien imprentas en Alemania donde se imprimían los tratados de la Reforma. A través de la tecnología de la imprenta, el mensaje de justificación sólo por la fe se extendió por toda Alemania y por el mundo occidental. El papa podía matar predicadores; podía prohibir la traducción de la Biblia; podía quemar copias de la Biblia, pero no podía frenar su mensaje. ¡Las imprentas imprimían Biblias y libros cristianos más rápido de lo que el papa podía quemarlos!

…Desde Entonces hasta Ahora…

¿Tenía Dios que esperar a Gutenberg? ¡Por supuesto que no! Pero así como Dios usó a Augusto César para llevar a María y José a Belén para el nacimiento de Jesús, Dios usó a Gutenberg para desarrollar una tecnología que llevaría el mensaje de los reformadores mucho más allá del alcance de sus viajes. Al servir a Dios, sepa que usted no está solo. Dios está preparando el camino para el ministerio al que lo ha llamado.

Un Erudito Griego: Desiderio Erasmo de Rotterdam (1466-1536)

Erasmo fue un erudito holandés que rechazó los excesos de la Iglesia Romana. Como erudito griego, Erasmo pudo leer el Nuevo Testamento, al cual no tenía acceso la mayoría de la gente en el siglo XVI. Pronto se dio cuenta de que mucho de lo que enseñaba la Iglesia Católica Romana era contrario a las Escrituras. Su libro, Elogio de la Locura, atacaba las peregrinaciones y la adoración de reliquias. Erasmo escribió, “O locura de aquellos que reverencian un hueso del apóstol Pablo y no sienten el resplandor de su espíritu en sus epístolas.”

Aunque Erasmo no salió de la Iglesia Católica Romana, su publicación del Nuevo Testamento en griego de 1516 tuvo influencia en la Reforma. Cuando la gente comparó el texto de las Escrituras con las enseñanzas de la Iglesia Católica, se dieron cuenta de cuán lejos el Catolicismo Romano se había apartado del evangelio. La Vulgata Latina, la cual estaba disponible tiempo antes de Erasmo, tenía errores en la traducción que respaldaban las falsas enseñanzas de la Iglesia Católica Romana.[1] Dios usó a Erasmo para preparar el camino para la Reforma.

[1] Uno de los problemas más evidentes de la Vulgata era la traducción de Mateo 3:2. Juan el Bautista predicó, “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” En la Vulgata, esto fue traducido, “Haced penitencia: porque el reino de los cielos se ha acercado.” Esto se usó para defender la doctrina católica romana de la penitencia.

[1]El siglo XIV fue uno de los puntos más bajos en la historia de la Iglesia Católica Romana. Durante este período, los papas fueron hombres corruptos e inmorales que estaban mucho más interesados en el poder político y las riquezas que en el evangelio. En 1302, el papa declaró que nadie podía ser salvo sin una absoluta sumisión a su autoridad. Y como vimos en la Lección 7, este fue el siglo de la “Cautividad Babilónica,” durante la cual el papa estuvo bajo el poder del rey de Francia. A finales de este siglo, el Gran Cisma resultó en tres papas elegidos simultáneamente.

Durante el siglo XIV, más de 5,000,000 de creyentes fueron martirizados por los musulmanes en África y Asia, por los mongoles en China, y por los católicos romanos en Europa. Más de 335,000 cristianos coptos, 150,000 creyentes iraquíes y 200,000 cristianos en India fueron asesinados por los musulmanes. El gobernante mongol Timur mató a más de 4,000,000 de cristianos al tratar de restaurar el Imperio Mongol como un poder musulmán. En Europa, hombres como Juan Wycliffe y Juan Hus fueron perseguidos por predicar el evangelio. Como resultado de estos factores, el porcentaje de la población mundial que profesaba la fe cristiana bajó de 24% en 1300 a 18% en 1400.

Junto con la persecución religiosa, hubo terribles desastres naturales y políticos. La peste bubónica mató a casi 75 millones de personas alrededor del mundo – tanto como el 70% de la población en muchas áreas. La Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia trajo inestabilidad a Europa.

Ante tantas estadísticas negativas, es sorprendente que el siglo XIV fuera el inicio de un gran movimiento misionero dirigido por monjes y sacerdote católicos romanos. Miles de monjes y sacerdotes viajaron a lugares como India e Indonesia para predicar el evangelio. Aun cuando la jerarquía de la iglesia estaba controlada por obispos corruptos, Dios levantó laicos y ministros locales que fueron fieles a su llamado. Cerca de 75,000 misioneros católicos sirvieron durante el siglo XIV. Miles de ellos dieron sus vidas por la causa del evangelio.

¿Por qué hago énfasis en las misiones católicas romanas del siglo XIV en un curso dirigido a evangélicos del siglo XXI? Lo hago para animarlo a reconocer que un Dios soberano puede trabajar incluso en tiempos de agitación y conflicto para cumplir sus propósitos. A pesar de la oposición política, e incluso de la oposición de la iglesia, Dios está buscando creyentes comprometidos que Él pueda usar para cumplir su misión en nuestro mundo.

[1] Las estadísticas en esta sección fueron tomadas de Patrick Johnstone, The Future of the Global Church (El Futuro de la Iglesia Global) (IL: InterVarsity Press, 2011), 48-49.

Al inicio de este curso vimos cuatro principios derivados de Mateo 28 y Hechos 1, los cuales deberían guiarnos al estudiar la historia del Cristianismo. Al ver estos principios en acción en la historia de la iglesia, nos motiva saber que Dios está trabajando en la iglesia hoy. El Dios del primer siglo y de la Reforma es el mismo Dios que está trabajando en la iglesia del siglo XXI.

• “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.” El principio de soberanía enseña que Dios está en control y está cumpliendo sus propósitos en y a través de la iglesia.
• “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones.” El principio de misión enseña que la iglesia crece hacia afuera cuando lleva el evangelio a todas las naciones y hacia adentro cuando aprende el verdadero discipulado y es formada a imagen de Cristo.
• “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” El principio de empoderamiento nos recuerda que a pesar de las fallas de la iglesia, Cristo continúa trabajando en la iglesia para cumplir su misión en el mundo.
• “Me seréis testigos… hasta lo último de la tierra.” El principio de contextualización nos enseña que el evangelio pertenece a todas las culturas. La historia del Cristianismo muestra que el evangelio debe ser traducido, lingüística y culturalmente, para todas las naciones.

► Al finalizar este curso, revise estas lecciones para encontrar un ejemplo de cada uno de estos principios. Comparta los ejemplos que encuentre con el resto de la clase.

Bernardo de Claraval (1090-1153). Místico medieval y compositor de himnos. Ejerció influencia para convencer a muchos de pelear en la Segunda Cruzada.

Erasmo de Rotterdam (ca.1469-1536). Erudito holandés de la lengua griega que publicó el primer Nuevo Testamento en griego. Este texto permitió a los reformadores leer el Nuevo Testamento en su idioma original.

Juan Hus (ca.1372-1415). Pastor y profesor en Praga que difundió las enseñanzas de Juan Wycliffe. Fue quemado en la hoguera bajo cargos de herejía.

Girolamo Savonarola (1452-1498). Aunque permaneció fiel a la Iglesia Católica, atacó la inmoralidad de la jerarquía eclesiástica.

Juan Wycliffe (ca.1330-84). Reformador inglés que defendió la autoridad de las Sagradas Escrituras, el sacerdocio de todos los creyentes y la traducción de la Biblia al lenguaje de la gente; fue condenado como hereje después de su muerte.

1. Haga el examen correspondiente a esta lección. El examen incluye fechas de los “Eventos Clave en la Historia de la Iglesia” (1090-1517).

2. Prepare un esquema biográfico de uno de los siguientes líderes cristianos: Juan Hus, Girolamo Savonarola o Erasmo de Rotterdam. El esquema debe incluir cuatro partes:

• Biografía: ¿Cuándo vivió? ¿Dónde vivió? ¿Cuándo y dónde murió?
• Eventos: ¿Cuáles son los eventos más importantes de su vida?
• Influencia: ¿Cuál ha sido su influencia en la iglesia cristiana?
• Aplicación: ¿Cuál lección para la iglesia actual encontramos en la vida de este líder?

Tiene dos opciones para presentar este esquema:

• Entregue un documento de dos páginas a su líder de grupo.
• Haga una presentación oral de 3-5 minutos ante su grupo.

1. El énfasis principal de los escolásticos fue el entendimiento racional de la teología. El énfasis principal de los ________________ fue una experiencia personal con Cristo.

2. La obra devocional más influyente de la Edad Media fue ________________ escrita por Tomás de Kempis.

3. Las dos primeras traducciones de la Biblia al inglés fueron hechas por _____________ y sus ayudantes en el siglo XIV y por ______________________ en el siglo XVI.

4. El pastor de Praga cuyo martirio inspiró el movimiento de reforma en Bohemia fue ______________.

5. El monje que trajo avivamiento a la ciudad de Florencia fue _________________.

6. La imprenta de tipos móviles fue inventada por ________________________.

7. La primera Biblia impresa en la imprenta de tipos móviles fue publicada en ______________.

8. La publicación del Nuevo Testamento en griego en 1516 por ________________ puso el texto original de las Escrituras a disposición de los predicadores e impulsó el mensaje de la Reforma.