Lesson 6: Una Era de Cambio: El Siglo XX

Al finalizar está lección, el estudiante deberá ser capaz de:

(1) Reconocer el impacto del darwinismo y de la alta crítica bíblica alemana en el liberalismo del siglo XX.

(2) Reconocer el fracaso de las teologías modernistas, incapaces de satisfacer las necesidades más profundas del ser humano.

(3) Entender las respuestas evangélicas al modernismo.

(4) Reconocer las diferencias entre el enfoque liberal y el enfoque evangélico de la unidad de la iglesia.

(5) Apreciar el crecimiento mundial de la iglesia durante el siglo XX.

Las personas que tienen hipermetropía (que no ven bien de cerca) ven los objetos distantes con mayor claridad que los objetos cercanos. Las cosas distantes se ven claras, pero los objetos cercanos se ven borrosos. Una persona con hipermetropía puede ver las hojas de un árbol lejano más claramente que la letra de un libro que tienen en sus manos.

¡El estudio de la historia tiende a sufrir de hipermetropía! Es más fácil evaluar el pasado distante que el pasado reciente. Después de 1,700 años, es obvio que el Edicto de Milán de Constantino en el año 313 d.C. fue un evento trascendental en la historia de la iglesia. Sin embargo, puede ser que en el año 315 d.C. no haya parecido tan importante. Solamente desde cierta distancia podemos evaluar a cabalidad la importancia de los eventos.

Esto hace el estudio de la historia de la iglesia en el siglo XX más difícil que el estudio de épocas anteriores. No sabemos cuáles eventos del siglo XX tendrán el mayor impacto a largo plazo en la iglesia. Algunas cosas que son importantes hoy quizás no parezcan tan importantes desde la perspectiva del siglo XXIII.

Con el tiempo, nuestra perspectiva de la historia de la iglesia se torna más clara. Por ejemplo, la historia de la iglesia en 1430 podría haber incluido algo así:

“Juan Wycliffe trató de hacer cambios en la Iglesia de Inglaterra. Tradujo la Biblia al inglés, para que los laicos pudieran leer e interpretar las Escrituras. Criticó los rituales vacíos de la Iglesia Católica Romana. Sin embargo, Wycliffe fracasó en sus esfuerzos. Murió antes de completar su traducción de la Biblia. Sus escritos fueron prohibidos, y el Concilio de Constanza lo declaró hereje. Sólo unos pocos predicadores itinerantes continúan enseñando las doctrinas de Wycliffe. Wycliffe fue un buen hombre, pero no pudo cumplir sus propósitos.”

La historia de la iglesia escrita en el año 1500 tendría una perspectiva diferente de Wycliffe. Mostraría la influencia de Wycliffe en William Tyndale:

“Juan Wycliffe fue un líder cristiano inspirador. Murió antes de completar su obra, pero hombres como los Lollards y William Tyndale han continuado expandiendo las ideas que Wycliffe promovió. Su influencia aún sigue presente.”

La historia de la iglesia escrita en el año 1900 vería a Wycliffe a la luz de la Reforma:

“Juan Wycliffe fue el ‘lucero del alba’ de la Reforma. Aunque murió antes de completar su traducción, su influencia llevó a William Tyndale a completar una traducción al inglés moderno. Otros reformadores como Martín Lutero fueron inspirados por el ejemplo de Wycliffe. Pocas personas han tenido mayor impacto en la historia de la iglesia que Juan Wycliffe.”

Evaluar la historia de la iglesia requiere tiempo. En esta lección vamos a estudiar algunos temas que parecen ser importantes en la historia de la iglesia. Puede ser que pase por alto temas que algún día serán considerados de mayor importancia que los temas que he elegido, pero los temas que he elegido muestran algunas de las tendencias en la iglesia contemporánea.

Probablemente la mejor manera de resumir la historia de la iglesia en el siglo XX es a través de la expresión “Era de Cambio.” Teológicamente, tanto el modernismo como el fundamentalismo han traído cambios a la iglesia. En un tiempo de secularización y apostasía doctrinal, los evangélicos siguen teniendo una gran influencia en muchas partes del mundo. El crecimiento de la iglesia en el “Tercer Mundo” cambió el rostro del Cristianismo de un iglesia mayormente europea/anglosajona a una iglesia multicultural cuyo mayor crecimiento se localiza en los hemisferios sur y oriental.

Después de leer acerca de los avivamientos y los esfuerzos misioneros de principios del siglo XIX, cualquiera podría pensar que el futuro de la iglesia no tendría dificultades. Desafortunadamente, a mediados del siglo XIX, dos hombres lanzaron ataques que minaron la fe de muchos creyentes. Charles Darwin, un científico, y Julius Wellhausen, un erudito de la Biblia, plantearon teorías que negaban la verdad de las Escrituras.

La teoría de la evolución de Darwin y la “alta crítica” de Wellhausen destruyeron la fe de muchas personas en la confiabilidad de la Biblia. Esto llevó al modernismo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La historia de la iglesia en el siglo XX muestra el conflicto entre las teologías modernistas y la teología evangélica. En esta lección vamos a estudiar algunas de las principales tendencias teológicas que influenciaron a la iglesia del siglo XX.

El Liberalismo

A finales del siglo XIX, dos desarrollos filosóficos dieron paso al liberalismo en la iglesia:

En 1859, El Origen de las Especies de Charles Darwin planteó la teoría de la evolución. Basada en los supuestos de la Ilustración que vimos en la Lección 11, esta teoría planteaba una perspectiva del desarrollo biológico en la cual Dios era innecesario. Darwin y sus seguidores afirmaban que la vida surgió de formas no vivientes a través de un proceso de selección natural a lo largo de millones de años. Esta teoría negaba el relato de la creación de Génesis 1 y 2. Para los pastores que aceptaron esta teoría, Génesis dejó de ser un relato autoritativo de la creación.

Los “altos críticos” alemanes como Julius Wellhausen (1844-1918) planteaban que los puntos de vista religiosos del hombre evolucionaron hacia el monoteísmo que enseña la Biblia. Wellhausen rechazó a Moisés como el autor del Pentateuco. Él afirmaba que gran parte de la Biblia fue escrita por autores posteriores y no por los autores que indican las Escrituras. Al igual que la teoría de la evolución, esto vino a socavar la autoridad de la Biblia. Eventualmente, los críticos liberales negaron los relatos bíblicos de milagros, la necesidad de la muerte expiatoria de Cristo, e incluso la deidad de Jesucristo.

Los pastores que aceptaron estas teorías no podían señalar a la Biblia como la Palabra de Dios inspirada e infalible. Por el contrario, les quedó un libro falible escrito por autores falibles. Eventualmente, los pastores que estudiaron en seminarios liberales transmitieron estas ideas falsas a los creyentes laicos en muchas iglesias.

A medida que el darwinismo y la alta crítica alemana se extendieron por los seminarios en los que se capacitaban pastores, los teólogos liberales abandonaron el énfasis en la verdad bíblica y plantearon un “evangelio social” que buscaba atender las necesidades de la sociedad al tiempo que ignoraba los asuntos espirituales. La acción social reemplazó la dimensión espiritual del evangelio. Hombres como Walter Rauschenbusch enseñaron que el reino de Dios significaba la muerte del capitalismo y el crecimiento mundial del socialismo.

Muchos pastores liberales enseñaron el universalismo, que presenta a Dios como el amoroso “Padre de toda la humanidad,” el cual jamás enviaría a nadie al infierno. Enseñaron el humanismo, según el cual el hombre es esencialmente bueno. Adolph von Harnack, uno de los principales teólogos liberales de principios del siglo XX, definió la esencia del Cristianismo como “la paternidad universal de Dios, la hermandad universal del hombre, y el valor infinito del alma.” La teología liberal enseñaba que el ser humano continuaría mejorándose a sí mismo hasta que el mundo fuera un lugar perfecto.

En respuesta, algunos cristianos conservadores como D.L. Moody evitaron el debate teológico. Moody escribió, “El mundo es un barco que se hunde. Dios me ha dado un bote salvavidas y me ha dicho, ‘Salva a todos los que puedas’”. Moody evitó toda discusión acerca de la teología moderna. Al igual que algunos grupos pietistas del siglo XVII, quienes siguieron este enfoque decidieron predicar la Biblia y evitar el conflicto con los teólogos liberales.

Otros creyentes conservadores buscaron desarrollar una respuesta académica al liberalismo. A finales del siglo XIX, Charles Hodge y B.B. Warfield organizaron una conferencia en Niagara, Nueva York, para discutir los fundamentos de la ortodoxia bíblica. Entre 1910 y 1915 se publicó una serie de ensayos basados en esta conferencia sobre cinco “fundamentos” de la fe:

1. La inspiración y la inerrancia de la Biblia
2. La deidad de Jesucristo
3. El nacimiento virginal de Jesucristo
4. La muerte sustitutiva de Jesucristo
5. La resurrección física y el retorno corporal de Cristo a la tierra

El conflicto entre estas dos corrientes (liberalismo y fundamentalismo) continuó hasta principios del siglo XX. Para 1914, la teología liberal había impactado de algún modo a todas las principales denominaciones protestantes.

[3]

Uno de los principales pastores liberales, Harry Emerson Fosdick, expresó su objetivo: hacer posible “que un hombre sea un modernista inteligente y un cristiano serio a la vez.”[1] Fosdick predicó un sermón atacando la enseñanza fundamentalista. Insistía en que la Biblia contenía errores, que la doctrina del nacimiento virginal era innecesaria, y que la doctrina de la Segunda Venida corporal de Cristo era absurda. Fosdick definió la predicación como el “consejo personal para un grupo.” Los teólogos liberales no esperaban que el evangelio transformara la vida de un pecador, haciéndolo santo.

Al igual que los gnósticos en la iglesia primitiva y los herejes de siglos posteriores, los teólogos liberales creían que debían cambiar el evangelio con el propósito de hacerlo “calzar” en el mundo que lo rodeaba. Sin embargo, el evangelio no necesita una disculpa.

Richard Niebuhr apuntó al fracaso del liberalismo que predicaba “a un Dios sin ira que trajo a los hombres libres de pecado a un reino sin juicio por medio de un Cristo sin cruz.”[2] Esto está totalmente alejado del evangelio del Nuevo Testamento. Para 1914, la iglesia institucional se encontraba en profunda necesidad de avivamiento. 

La Neo-Ortodoxia

Ortodoxia significa “doctrina correcta,” doctrina que es fiel a las Sagradas Escrituras. En respuesta al fracaso del liberalismo, Karl Barth (1886-1968), Emil Brunner (1889-1966), y sus seguidores plantearon la neo-ortodoxia, una “nueva ortodoxia.” Ellos creían que podían mantener la fidelidad a las enseñanzas centrales de la Biblia y a la vez aceptar las enseñanzas de la alta crítica moderna.

Barth estuvo comprometido con la teología liberal hasta que se convirtió en pastor. Pronto se dio cuenta de que la teología liberal no llenaba las necesidades de la gente en su iglesia local. Como resultado, se alejó de las enseñanzas del liberalismo y regresó a la teología ortodoxa. A diferencia de los teólogos liberales, Barth reconoció la naturaleza pecaminosa del ser humano y la trascendencia de Dios.

Sin embargo, Barth y sus seguidores continuaron aceptando puntos de vista liberales que negaban la inerrancia de la Biblia. Los teólogos neo-ortodoxos afirmaban que los relatos bíblicos de milagros eran “mitos” que tenían el propósito de enseñar verdades espirituales, aunque los hechos históricos no fueran precisos. Trataban de separar la verdad histórica de la verdad espiritual.

Los teólogos neo-ortodoxos afirmaban que la Biblia “contiene” la Palabra de Dios, pero no es verdaderamente inspirada hasta que el Espíritu Santo le habla por medio de ella al lector individual. Los teólogos neo-ortodoxos confundían el ministerio de iluminación del Espíritu al lector con el anterior ministerio del Espíritu de inspiración del autor.

La Teología de la Liberación

A finales del siglo XIX, teólogos radicales negaron muchos de los principios esenciales de la fe cristiana. Insistían en que Dios ya no era relevante para las necesidades del mundo moderno. Algunos afirmaron que “para el hombre moderno, Dios está muerto.”

La teología radical más influyente fue la teología de la liberación. La teología de la liberación se desarrolló en respuesta a las necesidades de los pobres y los oprimidos. Fue muy popular en América Latina. La teología de la liberación se concentra en los esfuerzos humanos y no en la trascendencia de Dios. La teología de la liberación es marxista en su perspectiva de la historia humana. Al igual que la teología liberal, la teología de la liberación depende de las soluciones humanas a las necesidades del hombre. En lugar de la salvación por medio de la fe en la muerte expiatoria de Jesucristo, la teología de la liberación permitía que la humanidad tratara de “salvarse” a sí misma a través del esfuerzo humano y los programas sociales.

La Secularización

Otro factor que afectó a la iglesia a finales del siglo XIX fue el crecimiento de las ciudades. La Revolución Industrial en Europa y los Estados Unidos llevó al crecimiento de las fábricas y las grandes ciudades. Las uniones de trabajadores y las instituciones gubernamentales asumieron las funciones que la parroquia o la iglesia local tenían a cargo en las comunidades rurales. El domingo, único día libre de los obreros, se dedicaba más a la recreación que a la adoración. Algunos autores han afirmado que la fábrica fue un enemigo más efectivo de la religión que Darwin. El materialismo, más que la ciencia, fue lo que alejó a muchas personas de la adoración.

A inicios del siglo XX, gran parte del mundo occidental aceptaba la perspectiva secular que asumía que el Cristianismo no tenía relevancia para el mundo moderno. Muchos ni siquiera cuestionaban si los fundamentos del Cristianismo eran verdaderos. Simplemente ignoraban la religión como algo irrelevante para la vida diaria. Esto se conoce como secularización de la sociedad.

La Ilustración atacó los fundamentos intelectuales de la fe cristiana; la secularización atacó su fundamento social. La Ilustración afectó a los intelectuales; la secularización afectó a las clases trabajadoras. La Ilustración afectó a unos pocos; la secularización afectó a muchos. La gran mayoría de la gente en el hemisferio occidental empezó a vivir como si el Cristianismo no importara. Desde la conversión de Constantino, el Cristianismo había sido la mayor influencia en la cultura europea. En el siglo XX, el Cristianismo dejó de ser el centro de la vida europea. En la actualidad este continente es catalogado como la Europa “post-cristiana.”

► De los temas tratados en esta sección (liberalismo, neo-ortodoxia, teología de la liberación y secularismo), ¿cuál tiene mayor influencia en su cultura? ¿Afectan estas corrientes a las iglesias en su sociedad? En caso afirmativo, ¿cómo puede usted responder como líder evangélico?

[1] Citado en Bruce L. Shelley, Church History in Plain Language  (Historia de la Iglesia en Lenguaje Sencillo), 3era ed. (USA: Thomas Nelson, 2008), 394-395.

[2] Citado en Bruce L. Shelley, Church History in Plain Language  (Historia de la Iglesia en Lenguaje Sencillo), 3era ed. (USA: Thomas Nelson, 2008), 395.

[3]La gracia barata es la predicación del perdón sin requerir arrepentimiento, el bautismo sin la disciplina de la iglesia, la comunión sin la confesión... La gracia barata es la gracia sin discipulado, la gracia sin cruz, la gracia sin Jesucristo. La gracia es cara porque nos llama a seguir, y es gracia porque nos llama a seguir a Jesucristo. Es cara porque le cuesta al hombre la vida, y es gracia porque le da al hombre la única vida verdadera. Es  cara porque condena el pecado, y es gracia porque justifica al pecador.  Sobre todo, es cara porque le ha costado a Dios la vida de su Hijo. Sobre todo, es gracia porque Dios no consideró a su Hijo un precio demasiado alto a pagar.”
-Dietrich Bonhoeffer, en respuesta a la teología liberal

A principios del siglo XX, muchas personas creían que el Cristianismo evangélico iba a desaparecer. Entre los teólogos modernistas, una Europa cada vez más secular, y la expansión de las ideas humanistas en los Estados Unidos, parecía que el Cristianismo ortodoxo era cosa del pasado.

Sin embargo, la primera mitad del siglo XX reveló la debilidad de la teología liberal. Diez millones de muertes en la I Guerra Mundial y una depresión económica a escala mundial en la década de 1920 destruyeron los supuestos del liberalismo. Los horrores de la guerra demostraron que el hombre no es básicamente bueno y que el mundo no es “el cielo en la tierra.” Para 1930, el liberalismo tradicional estaba en decadencia.

El hallazgo de los Rollos del Mar Muerto en 1947 demostró la confiabilidad de las Escrituras. En contraposición a los críticos liberales que afirmaban que nuestra Biblia no es confiable, los Rollos del Mar Muerto demostraron que las copias modernas de la Biblia hebrea eran casi idénticas a las copias antiguas. Dios ha preservado su Palabra para su pueblo.

En la actualidad, las teologías modernistas han sido rechazadas. Las iglesias de mayor crecimiento en el mundo son evangélicas. Hay diferencias entre las denominaciones evangélicas, pero todas sostienen ciertos principios en común: la autoridad de la Biblia, la doctrina cristiana ortodoxa, y la necesidad de un compromiso personal con Jesucristo.

El Fundamentalismo

En la década de 1920, el conflicto entre liberales y fundamentalistas llevó a divisiones dentro de las principales denominaciones evangélicas de los Estados Unidos. Durante estos años, la enseñanza fundamentalista fue más allá de las doctrinas de la Conferencia Bíblica de Niagara. Además de los cinco fundamentos mencionados anteriormente en esta lección, fundamentalistas posteriores identificaron otros aspectos como centrales. Estos incluían una interpretación dispensacional premilenialista del Apocalipsis, el creacionismo de la tierra joven como la única interpretación correcta de Génesis 1-2, y aspectos culturales que afectan la relación entre la iglesia y la sociedad.

Lamentablemente, muchas veces los fundamentalistas eran mejor conocidos por sus batallas con otros cristianos que por su compromiso con las necesidades del mundo. Muchos cristianos pensaban que los fundamentalistas fallaban en tres áreas: ponían más énfasis en las batallas doctrinales que en ganar almas, ignoraban los aspectos sociales del evangelio, y evitaban enfrentar los desafíos intelectuales del modernismo. Estas críticas no se aplicaban a todos los fundamentalistas, pero revelaban una creciente división entre los cristianos conservadores.

La Renovación Evangélica

En respuesta a las preocupaciones mencionadas en la sección anterior, en la década de 1940, los evangélicos comenzaron a buscar la forma de mantener el respeto a la autoridad de la Biblia y a la vez interactuar con el mundo moderno. Esto llevó a un período de renovación en el cual el respeto hacia la Biblia fue combinado con el énfasis histórico evangélico en alcanzar al mundo.

En 1941, un grupo de evangélicos conservadores se reunió en el Instituto Bíblico Moody para organizar la Asociación Nacional de Evangélicos. Esta organización fue creada con el propósito de responder al Consejo Nacional de Iglesias, de corriente liberal. La Asociación Nacional de Evangélicos buscó proyectarse a través de las siguientes organizaciones:

• The National Religious Broadcasters (Comunicadores Religiosos Nacionales), para el desarrollo de programas de radio y televisión.
• The Chaplains Commission (Comisión de Capellanes), para alcanzar a los miembros de las fuerzas militares.
• The World Relief Commission (Comisión de Socorro Mundial), para brindar asistencia humanitaria a zonas afectadas por desastres naturales.
• The Mission Exchange (Intercambio Misionero), para promover la cooperación entre las distintas organizaciones misioneras.

[2]

Para gran parte del mundo, Billy Graham es el rostro del alcance evangélico. Sus cruzadas evangelísticas han llegado a todo el mundo. Carl F.H. Henry, un colega de Graham, buscó comunicar el mensaje histórico del Cristianismo al mundo moderno a través de una nueva revista, Christianity Today (El Cristianismo Hoy).

Los evangélicos del siglo XX buscaron relacionar la Biblia con las necesidades espirituales, morales y sociales del mundo moderno. Así como las sociedades de voluntarios dirigieron las reformas sociales y los esfuerzos misioneros en el siglo XIX, organizaciones para-eclesiásticas dirigieron el alcance evangélico en el siglo XX. Además de las cruzadas de Billy Graham y otros evangelistas, se establecieron grupos enfocados en áreas de alcance específicas:

• Campus Crusade (Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo) fue organizada por Bill Bright para alcanzar estudiantes universitarios.
• Youth for Christ (Juventud para Cristo) se concentró en los jóvenes estudiantes de secundaria.
• The Navigators (Los Navegantes), organización fundada por Dawson Trotman para evangelizar marineros durante la II Guerra Mundial.
• Gideons International (Gedeones Internacional) se dedicó a la distribución de Biblias en escuelas, prisiones y hoteles.
• Grupos como World Vision International (Visión Mundial Internacional) y Samaritan’s Purse llevaron el evangelio a través de la acción social.

Una de las principales áreas de desacuerdo entre modernistas y evangélicos era la inerrancia de la Biblia. En 1978, doscientos líderes evangélicos se reunieron en Chicago, Illinois, y formaron el Concilio Internacional de Inerrancia Bíblica. Redactaron la “Declaración de Chicago sobre la Inerrancia Bíblica" para abordar la doctrina de la Biblia. La Declaración de Chicago:

• Explica por qué la doctrina de la inerrancia bíblica es importante para los cristianos.
• Afirma que la Biblia es la máxima autoridad por encima de la conciencia individual, la tradición y las enseñanzas de la iglesia.
• Afirma que Dios trabajó a través de los escritores humanos sin anular sus personalidades.  
• Demuestra que solamente los manuscritos originales (no las copias posteriores) no contienen errores. Sin embargo, la Declaración de Chicago también afirma que ninguna doctrina o elemento de la fe cristiana se ve afectado por la ausencia de los manuscritos originales.  
• Niega que la Biblia se contradiga a sí misma.
• Provee lineamientos para interpretar correctamente las Escrituras.
• Advierte de los peligros para la iglesia y los creyentes si la inerrancia es rechazada.  

La Declaración de Chicago ayuda a pastores y maestros a entender principios importantes de interpretación bíblica y provee guía para defender la inerrancia de las Escrituras.[1]

[1] La Declaración de Chicago sobre la Inerrancia Bíblica se encuentra disponible en línea en http://www.alliancenet.org/the-chicago-statement-on-biblical-inerrancy

[2]“La principal tarea evangélica es la predicación del Evangelio, en interés de la regeneración individual por la gracia sobrenatural de Dios, de modo tal que la redención divina pueda ser reconocida como la mejor solución para nuestros problemas, individuales y sociales.”
- Carl. F. H. Henry

La vida de C.S. Lewis demuestra el poder transformador del evangelio. Lewis nació en una familia cristiana en Irlanda. Su bisabuelo fue ministro metodista y su abuelo fue un evangélico anglicano. Sin embargo, Lewis renunció al Cristianismo cuando era un muchacho. Como muchas otras personas, Lewis tenía dificultad para reconciliar a un Dios amoroso con la presencia del dolor y el sufrimiento en este mundo. La madre de Lewis murió de cáncer cuando el sólo tenía nueve años. Lewis decidió que si Dios existía, era un Dios cruel. Al cabo de tres años, Lewis se declaró a sí mismo ateo.

Lewis se convirtió en un brillante estudiante de literatura en la Universidad de Oxford. Después de graduarse, fue elegido para formar parte de la comunidad académica de Magdalen College y se convirtió en uno de los profesores más populares de Oxford.

A medida que Lewis continuó estudiando la literatura inglesa, descubrió que autores cristianos como John Milton, Herbert Spencer, George MacDonald y G.K. Chesterton tenían una profundidad que no encontraba en otra literatura. Además, dos de los mejores amigos de Lewis en la Facultad de Inglés en Magdalen, Hugo Dyson y J.R.R. Tolkien, eran cristianos. A través de sus conversaciones con estos hombres y de su propia lectura, a Lewis no le quedó más que reconocer el vacío intelectual del ateísmo. En 1929, Lewis admitió la realidad de la existencia de Dios y se convirtió en “el converso más desanimado e indispuesto de toda Inglaterra.” En ese momento, Lewis confesó la verdad del teísmo (“Dios es Dios”); pero todavía no se había convertido en un cristiano.

Dos años más tarde, Lewis entregó su vida a Cristo. Esta vez Lewis tuvo un verdadero cambio en su corazón, no un simple asentimiento mental de la existencia de Dios. Lewis ya no era un “converso indispuesto”; había sido “sorprendido por la alegría.”

Después de su conversión, Lewis dedicó sus energías por completo a su fe. Como era de esperarse, la confesión pública de su fe cristiana tuvo un alto costo para Lewis. Aunque era uno de los profesores más populares de la universidad y el autor de respectadas obras literarias, Oxford nunca le ofreció a Lewis una plaza permanente. Esto se debió principalmente a la oposición de sus colegas no creyentes.

Lewis se convirtió en uno de los escritores cristianos más influyentes del siglo XX. Escribió veinticinco libros en los que abordaba muchos aspectos de la fe cristiana. En una era de secularismo creciente, Lewis fue un talentoso defensor de la fe cristiana. Aunque era un erudito brillante, Lewis tenía la habilidad de hablar al oyente común de un modo tan efectivo como enseñaba a los estudiantes de Oxford. Durante la II Guerra Mundial, Lewis grabó una serie de programas de radio en los que explicaba la fe cristiana para una gran audiencia no académica. Estos programas se convirtieron en la base de Mero Cristianismo, uno de los libros más influyentes del siglo XX.

Lewis también escribió libros para niños. Sesenta años después de su primera publicación, los seis libros que componen Las Crónicas de Narnia siguen siendo parte de la literatura infantil más querida en el mundo. Estos libros cuentan la historia de un redentor (representado por el gran león Aslan) quien da su vida para rescatar a un mundo que está bajo el dominio del mal. A través de una hermosa alegoría, Lewis muestra a los niños el poder de la redención.

Los escritos de Lewis se enfocan en las verdades esenciales del Cristianismo. En una época cuando los liberales querían abandonar las doctrinas esenciales con el fin de hacer el Cristianismo más atractivo para los intelectuales, Lewis estableció un fundamento apologético al demostrar que la ortodoxia cristiana es intelectualmente defendible. Mero Cristianismo muestra un ecumenismo basado en la ortodoxia, no en el abandono de la verdad bíblica.

Finalmente, C.S. Lewis es otro ejemplo de cómo la verdadera fe cristiana se demuestra en nuestra relación con el mundo que nos rodea. Gracias a sus escritos, Lewis ganó mucho dinero. Sin embargo, se negó a cambiar su estilo de vida sencillo. Por el contrario, entregó las ganancias de sus libros a la caridad. Ayudó a muchas familias pobres, brindó educación para los huérfanos y aportó dinero a docenas de organizaciones caritativas e iglesias. Este antiguo ateo fue verdaderamente transformado por el poder del evangelio.

El Surgimiento del Pentecostalismo

Unos de los aspectos más controversiales de la renovación evangélica del siglo XX es el surgimiento del Pentecostalismo. Este movimiento se inició en 1906 con un avivamiento en la Misión de la Calle Azusa, en Los Ángeles. Los pentecostales afirmaban tener la habilidad de hablar en “lenguas desconocidas.” Cristianos de todo el mundo empezaron a visitar la Misión de la Calle Azusa.

El Pentecostalismo apelaba a un amplio rango de clases sociales y económicas. El Pentecostalismo atrajo a los pobres y a las clases sociales más bajas con un mensaje de liberación. También apelaba a personas de todas las clases económicas que eran atraídas por su mensaje de poder espiritual.

Las Asambleas de Dios, la Iglesia de Dios en Cristo y la Iglesia Pentecostal de Santidad son sólo algunas de las denominaciones que surgieron de este movimiento. Además, dentro de algunas denominaciones como la iglesia Luterana y la iglesia Presbiteriana se desarrollaron grupos pentecostales o “carismáticos.”

Durante la última parte del siglo XX, las iglesias pentecostales tuvieron el crecimiento más acelerado en África y Asia. De acuerdo con el Atlas del Cristianismo Global, alrededor de 614 millones de personas forman parte del movimiento pentecostal en la actualidad.[1] Este crecimiento está basado en un fuerte énfasis en el evangelismo y un mensaje que testifica del poder del Espíritu Santo para transformar vidas.

[1] Aunque muchos cristianos en los Estados Unidos relacionan el Pentecostalismo principalmente con hablar en lenguas desconocidas, ésta no es la característica principal que identifica al Pentecostalismo en otros países. En un estudio sobre los pentecostales en Nigeria, el Dr. Danny McCain de la Universidad de Jos, descubrió que pocos pentecostales en Nigeria afirman hablar en lenguas.  

Antes de la Reforma, ser “cristiano” significaba ser católico romano u ortodoxo oriental. En el siglo XVI, ser protestante significaba ser luterano, reformado, anabaptista o anglicano. Con el surgimiento de las denominaciones después de la Paz de Augsburgo y la Asamblea de Westminster, la iglesia cristiana se dividió en un número de grupos en constante aumento.[1]

A inicios del siglo XX, sólo en los Estados Unidos había más de 200 denominaciones protestantes. En respuesta, una serie de movimientos ecuménicos trataron de reunificar a los cristianos. Hubo dos enfoques principales en el esfuerzo ecuménico: el liberal y el evangélico.

El Movimiento Liberal Ecuménico

A partir de 1846, la Alianza Evangélica trató de unir a las iglesias europeas. El Concilio Federal Americano de Iglesias, fundado en 1908, reunió a 31 denominaciones, en su mayoría liberales. El Concilio Federal de Iglesias con el tiempo se convirtió en el Concilio Nacional de Iglesias de Cristo.

La organización ecuménica más grande, el Concilio Mundial de Iglesias, surgió de la Conferencia Misionera Internacional de Edimburgo en 1910. Después de esta conferencia, cuatro líderes cristianos (John R. Mott, de los Estados Unidos; Charles H. Brent, de Canadá; Nathan Söderblom, de Suecia; y Willem A. Visser’t Hooft, de Holanda) organizaron la Conferencia Mundial de la Fe. Esta conferencia se reunió por primera vez en 1927 y llevó a la formación del Concilio Mundial de Iglesias en 1948.

El primer Concilio Mundial de Iglesias reunió a 147 denominaciones, de 44 países. En la actualidad hay 345 denominaciones miembros, de 110 países.

Lamentablemente, desde sus inicios, el Concilio Mundial de Iglesias estuvo fuertemente influenciado por la teología liberal. El Concilio Mundial estaba más interesado en las causas sociales, económicas y políticas que en la ortodoxia bíblica. Por ejemplo, en la conferencia del Concilio Mundial en 1973, la “salvación” fue definida como “la humanización de la sociedad para liberar al hombre de la opresión y crear una nueva sociedad en la tierra.” La conferencia de 1975 dio su respaldo a “las revoluciones de guerrillas paramilitares y a la teología de la liberación.”[2]

La Unidad Entre los Evangélicos

Los evangélicos concordaban con los liberales en que los cristianos debían procurar la unidad. Sin embargo, los evangélicos reconocían que la verdadera unidad bíblica debe estar fundamentada en la autoridad de la Biblia. En la década de 1940, la Asociación Nacional de Evangélicos buscó unir a los creyentes que compartían un compromiso con la autoridad de la Biblia.

Para los evangélicos, el mayor impulso para la unidad de la iglesia era el evangelismo mundial. Las cruzadas masivas de Billy Graham y Luis Palau continuaron el enfoque evangelístico de D.L. Moody. A medida que distintas iglesias cooperaban para organizar una cruzada, lograban desarrollar un mayor respeto unas por otras.

Más allá de los esfuerzos evangelísticos individuales, una serie de conferencias sobre evangelismo reunió a creyentes de muchas denominaciones diferentes. El Congreso Mundial de Evangelismo, realizado en Berlín en 1966, reunió a 1200 participantes de más de 100 países.

En 1974, el Congreso Internacional de Lausana sobre Evangelismo Mundial reunió a 2,500 participantes de 150 países. Dirigidos por el evangelista estadounidense Billy Graham, y por el ministro anglicano británico John R.W. Stott, los participantes del congreso firmaron el “Pacto de Lausana,” afirmando que “la unidad visible de la iglesia en la verdad es el propósito de Dios.” El pacto afirmaba dos propósitos para la unidad de la iglesia:

• A nivel teológico, la unidad de la iglesia refleja la unidad de la Trinidad. La unidad de la iglesia es un don de Dios a través del Espíritu, hecho posible por la cruz de Cristo.
• A nivel práctico, la unidad de la iglesia hace posible la evangelización mundial efectiva.[3]

A diferencia de las Conferencias del Concilio Mundial de Iglesias, el Congreso de Lausana insistió en que la doctrina es esencial para la tarea de la evangelización mundial. El congreso afirmó la inspiración divina y la infalibilidad de la Biblia, y la dependencia solamente en Cristo para la salvación. La conferencia reconoció que el evangelio incluye tanto la justicia social como el evangelismo.

En 1986, una conferencia de seguimiento en Amsterdam reunió a 8,200 evangelistas, en su mayoría provenientes del Tercer Mundo. Nuevamente el congreso acordó que la evangelización mundial y la integridad doctrinal son esenciales para la unidad de la iglesia.

[1] Si ha olvidado el significado de estos términos, revise la sección sobre “La Guerra de los Treinta Años y el Surgimiento de las Denominaciones” en la lección 10.

[2] Citado en Earle E. Cairns, Christianity Through the Centuries (El Cristianismo a Través de los Siglos), 3rd ed. (Michigan: Zondervan, 1996), 476.

[3] Bruce L. Shelley, Church History in Plain Language  (Historia de la Iglesia en Lenguaje Sencillo), 3era ed.  (USA: Thomas Nelson, 2008), 449.

Cuando se realizó la Conferencia Misionera Internacional de Edimburgo en 1910, había 200 millones de cristianos protestantes alrededor del mundo. Cien años más tarde, había aproximadamente 800 millones de creyentes protestantes en todo el mundo, de los cuales aproximadamente 300 millones son evangélicos.[1]

En la actualidad, más de 50,000 misioneros de África, Asia y Latinoamérica ministran en otras naciones. Las iglesias de Corea y China están enviando miles de misioneros a otros países. El movimiento “De Vuelta a Jerusalén” en China está comprometido con la expansión del evangelio entre los musulmanes de Asia Central y el norte de África. Los líderes de la iglesia en China han hecho un llamado para reclutar 100,000 misioneros, y predicen que 10,000 de ellos morirán como mártires. Para el año 2025 podría haber más misioneros de China que de cualquier otro país del mundo.

Mientras tanto, Europa, el centro histórico del Cristianismo, se ha convertido en un campo para la obra misionera. Menos del 10% de los ciudadanos del Reino Unido asiste a la iglesia semanalmente; más del 50% nunca asiste a la iglesia. En Dinamarca y Suecia, menos de una persona por cada veinte asiste a la iglesia. El Cristianismo del siglo XXI es verdaderamente una “fe mundial,” no una “religión del hombre blanco.”

El cuadro que se presenta a continuación muestra el cambio en el Cristianismo global desde 1900 hasta 2005. Seis países incluidos dentro de las diez primeras naciones cristianas en el año 2005 no aparecían en la lista en 1900. Cinco de estos países son de Asia y África. De 10 millones de cristianos en 1900, actualmente África tiene casi 500 millones de creyentes. Se estima que cinco nuevas congregaciones son plantadas diariamente en África. Los estudiosos predicen que para el año 2050, ocho de las diez primeras naciones cristianas serán de Asia y África.

Los factores importantes en el crecimiento de la iglesia evangélica en el mundo incluyen:

Un Compromiso con la Autoridad de la Biblia

Las iglesias tradicionales perdieron grandes porcentajes de su membresía durante el siglo XX. Entre 1925 y 1985, el número de misioneros de las denominaciones tradicionales pasó de 11,000 a 3,000. Por el contrario, entre 1953 y 1985, el número de misioneros evangélicos se triplicó, pasando de 10,000 a más de 35,000. Un estudio de las denominaciones liberales hallo un patrón así:

1. Los pastores enseñan que la Biblia no es la Palabra inspirada de Dios, que los relatos bíblicos de milagros son mitos, y que la fe en Cristo es uno de los muchos caminos a la salvación.
2. La línea entre la fe y la incredulidad desaparece. La iglesia se convierte en nada más que una institución social.
3. La gente no está dispuesta a entregar su vida a una institución social comprometida con un mito. La iglesia decrece y disminuye el compromiso con las misiones y el evangelismo.[2]

Durante estos mismos años en que las denominaciones liberales estaban decayendo, las denominaciones conservadoras crecieron significativamente. Para mencionar tres ejemplos de entre muchos, entre 1965 y 1985:

• Las Asambleas de Dios se duplicaron.
• La Iglesia del Nazareno creció cerca de un 50%.
• La Convención de Bautistas del Sur creció cerca de un 40%.

La iglesia crece cuando la Biblia es predicada y aplicada en la vida de los creyentes. Cuando se niega la autoridad de la Biblia, cuando los pastores dejan de predicar sermones bíblicos, y cuando los laicos viven en desobediencia deliberada a los principios de las Escrituras, la iglesia sufre.

[1] Las estadísticas que se muestran en esta lección provienen de World Christian Database (versión 2008) y de Earle E. Cairns, Christianity through the Centuries (El Cristianismo a Través de los Siglos), 3rd ed. (1996). En países como China, las estimaciones varían ampliamente. La información sobre el movimiento misionero chino proviene de Timothy C. Tennent, Theology in the Context of World Christianity (Teología en el Contexto del Cristianismo Mundial), (Zondervan, 2007).

[2] Vanishing Boundaries (Los Límites se Desvanecen). Citado en Jones, Timothy Paul, Christian History Made Easy (Historia Cristiana Simplificada) (CA: Rose Publishing, 2009), 167.

Es bueno promover la autoridad de la Biblia, pero ¿qué sucede con las personas que no tienen la Biblia disponible en su idioma? En 1917, un misionero llamado Cameron Townsend viajó a Guatemala para ministrar. Llevó Biblias en español para la gente, pero descubrió que en la aldea donde él servía, las personas no leían español. Ellos hablaban kakchiquel, un idioma sin Biblia.

En 1934, Townsend inició una escuela para capacitar personas para traducir la Biblia. Entonces, en 1942, fundó Wycliffe Bible Translators con el propósito de traducir la Biblia a cada idioma alrededor del mundo.

Para el año 2013, la Biblia había sido traducida en su totalidad a más de 500 idiomas; el Nuevo Testamento ha sido traducido a más de 1,800 idiomas; y por lo menos un libro de la Biblia se encuentra disponible en más de 2,800 idiomas. La disponibilidad de la Biblia en las lenguas vernáculas ha respaldado el crecimiento de las iglesias autóctonas alrededor del mundo.

Sin embargo, aún falta mucho por hacer. Aproximadamente 1,900 idiomas todavía no tienen una traducción de la Biblia. Todavía hay millones de personas esperando por la Palabra de Dios hablada en su idioma. En las palabras del líder evangélico, Carl F. H. Henry, “El evangelio trae buenas nuevas sólo si llega a tiempo.” ¿Qué puede hacer usted para llevar la Palabra de Dios a nuevos grupos de personas?”

Un Compromiso con el Liderazgo Autóctono

El compromiso con el liderazgo autóctono de la iglesia no es nuevo. En Hechos, Pablo plantó iglesias que eran autónomas en términos de gobierno, sostenimiento y expansión. En el siglo XIX, Henry Venn promovió la designación de Samuel Crowther como obispo anglicano de África, y William Carey buscó desarrollar una iglesia autóctona en la India.

[2]

La iglesia china ha sido un modelo de liderazgo autóctono en el siglo XX. Cuando los misioneros extranjeros fueron forzados a salir de China debido a la Revolución Maoista en 1950, había aproximadamente 500,000 protestantes bautizados en China. Para 1996, este número había crecido por lo menos a 33 millones. En la actualidad se estima que el número de cristianos chinos asciende a casi 100 millones.

Otro ejemplo de liderazgo y crecimiento autóctono se observa en el este de África. En 1937, debido a la invasión de Mussolini, los misioneros se vieron forzados a abandonar la tribu Wallamo en Etiopía. Cuando salieron, había cuarenta y ocho creyentes en la tribu; cuando los misioneros regresaron en 1945, encontraron más de 10,000 creyentes.

Una Pasión por el Avivamiento

A lo largo de la historia de la iglesia, los períodos de avivamiento han sido esenciales para el crecimiento de la iglesia. Los avivamientos de principios del siglo XX que estudiamos en la Lección 12, sentaron las bases para el crecimiento de la iglesia en Corea y China.

En 1935, un avivamiento en Uganda, Kenya y Tanzania trajo a miles de nuevos creyentes a las iglesias evangélicas. Un avivamiento en la isla de Timor, en Indonesia, a mitad de los años sesentas, hizo que la membresía de las iglesias se triplicara, pasando de 100,000 a más de 300,000 miembros. Estudiosos de la iglesia en África han estimado que durante el siglo XX, el 40% de la población africana abandonó las religiones tradicionales y se convirtió al Cristianismo.[1]

[1] Peter Jenkins, The Great and Holy War (La Gran Guerra Santa), (NY: Harper, 2014), 317.

[2] “Es probable que el domingo pasado más creyentes cristianos hayan asistido a la iglesia en China, que en toda la llamada  ‘Europa Cristiana.’ Y eso que en 1970 no había iglesias funcionando legalmente en toda China”.
- Mark Noll

De muchas maneras, el crecimiento de las iglesias autóctonas ha sido uno de los mayores éxitos del Cristianismo del siglo XX. Sin embargo, con el crecimiento vienen nuevos desafíos. Los desafíos que la iglesia global enfrenta en la actualidad incluyen:

Integridad Teológica

En el siglo XXI, al igual que en el primer siglo, falsos maestros amenazan la verdad del evangelio. Pedro advirtió, “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado.”[1] La advertencia de Pedro sigue siendo válida hoy. En un tiempo de rápido crecimiento, las iglesias no deben abandonar la verdad bíblica. La iglesia global necesita hoy capacitación pastoral para desarrollar líderes con fundamentos bíblicos, integridad ética y habilidad para el liderazgo.

Relación Entre la Iglesia y el Mundo

El aumento de iglesias autóctonas ha generado nuevos desafíos, similares a los que enfrentó la iglesia primitiva. La iglesia primitiva preguntó, “¿Qué partes de la cultura gentil son moralmente neutras y qué partes son hostiles al evangelio?” Al contextualizar el evangelio, cada iglesia debe enfrentar esta pregunta una vez más. ¿Cuáles prácticas culturales, costumbres, celebraciones y producciones artísticas y musicales de una nación son moralmente neutras? ¿Cuáles aspectos están asociados con creencias religiosas opuestas a la fe cristiana?

► ¿Cuáles asuntos teológicos amenazan la integridad de la iglesia en su comunidad? ¿Cuáles aspectos de contextualización son un desafío para los creyentes en su cultura?

[1] 2 Pedro 2:1-2.

Barth, Karl (1886-1968): Teólogo neo-ortodoxo. Rechazó la teología liberal alemana, pero aceptó muchos de los principios de la alta crítica bíblica.

Graham, Billy (1918- ): Evangelista evangélico del siglo XX, mundialmente reconocido.

Lewis, C.S. (1898-1963): Destacado apologista del siglo XX. Habiendo sido ateo, se convirtió al Cristianismo y llegó a ser una voz para el evangelio.

Townsend, Cameron (1896-1982): Fundador de Wycliffe Bible Translators.

1. Haga el examen correspondiente a esta lección. El examen incluye fechas de los “Eventos Clave en la Historia de la Iglesia” (Siglo XX).

2. Escriba un ensayo de 1-2 páginas en el cual responda a alguno de los desafíos mencionados en esta lección. Puede referirse a un asunto teológico como el liberalismo, o a un asunto práctico como la necesidad de liderazgo autóctono. Su ensayo debe incluir dos partes:

• Por qué este tema es importante para su iglesia.
• Algunas ideas para enfrentar el problema en su iglesia.

1. ________________________________ de Darwin planteaba la teoría de la evolución biológica.

2. Además de Darwin, la ________________ alemana contribuyó al liberalismo en la iglesia.

3. La ___________________ fue una respuesta al liberalismo que sostenía algunos aspectos de la ortodoxia, pero no enseñaba la inerrancia de la Biblia.              

4. La filosofía de la ________________ llevó a las personas a asumir que el Cristianismo no tiene ninguna relevancia para el mundo moderno.

5. Debido al declive de la influencia cristiana, a la Europa del siglo XXI a menudo se le llama ________________________.

6. La ________________________________ se estableció en 1941 en respuesta al Concilio Nacional de Iglesias, de corriente liberal.

7. La _________________________ sobre la Inerrancia Bíblica resume la doctrina evangélica de inspiración e inerrancia.

8. Las iglesias que tuvieron el crecimiento más acelerado en África y Asia durante el siglo XX fueron las iglesias ______________________ (cuál doctrina).

9. El libro de C.S. Lewis, ___________________________, resume las enseñanzas de la fe cristiana para una audiencia no académica.

10. El __________________________________ sobre Evangelización Mundial de 1974 formuló el propósito teológico y práctico de la unidad de la iglesia.

11. Mencione dos de los cuatro factores importantes para el crecimiento de las iglesias evangélicas en el mundo.

12. _____________________________ ha dirigido la traducción de porciones de la Biblia a más de 2,800 idiomas.