Lesson 2: Otros Movimientos de Reforma 1525-1648 d.C.

Al finalizar esta lección el estudiante deberá ser capaz de:

(1) Entender las convicciones de los reformadores radicales.

(2) Comprender el desarrollo de la teología protestante en Inglaterra.

(3) Entender el movimiento de Contrarreforma.

(4) Reconocer las raíces del denominacionalismo en la Guerra de los Treinta Años.

Aunque los reformadores magisteriales son los líderes más reconocidos del movimiento de Reforma, no son los únicos reformadores activos durante los siglos XVI y XVII. En esta lección vamos a estudiar algunos movimientos menos conocidos que tuvieron lugar en este período.

Vamos a estudiar a los reformadores radicales, que consideraban que los reformadores magisteriales no habían sido lo suficientemente firmes en su rechazo de las prácticas católicas romanas. Veremos los inicios de la Reforma en Inglaterra, movimiento que tomó una ruta muy diferente de la Reforma continental. También veremos la respuesta de la Iglesia Católica Romana ante la Reforma. Muchos de nosotros estamos familiarizados con la Inquisición y la persecución de la Iglesia Católica Romana contra los protestantes. Sin embargo, también había un movimiento de reforma activo dentro de la iglesia. Finalmente, vamos a estudiar el surgimiento de las denominaciones dentro del movimiento protestante.

En la Lección 9 estudiamos a los reformadores magisteriales – Lutero, Zwinglio y Calvino. Zwinglio fue mucho más lejos que Lutero en sus intentos de permitir únicamente las prácticas de adoración que estaban ordenadas en la Biblia. Al rechazar toda práctica que no estuviera ordenada de manera explícita en la Biblia, Zwinglio procuró establecer un Cristianismo del Nuevo Testamento en Zurich. Sin embargo, dos de sus seguidores más cercanos, Conrad Grebel y Félix Manz, creían que la iglesia suiza todavía distaba mucho del Cristianismo del Nuevo Testamento. Por ello se les conoce como “reformadores radicales.”

Hay muchas variantes dentro de los reformadores radicales. Algunos hacían mucho énfasis en el misticismo y rechazaban toda la tradición de la iglesia. Otros abandonaron la doctrina ortodoxa en su búsqueda de revelaciones místicas. Sin embargo, en esta lección vamos a estudiar a los reformadores radicales que surgieron de la iglesia suiza y que son predecesores de la tradición anabaptista/menonita.

Aunque se les llama reformadores, muchos en estos grupos pensaban que la Reforma no había llegado lo bastante lejos. De hecho, algunos de los reformadores radicales se referían a los luteranos como “los nuevos papistas.” En lugar de reformar la iglesia de su época, buscaron restaurar la iglesia del primer siglo. Se consideraban a sí mismos “restauradores” más que reformadores.

Los principios que caracterizaron a los reformadores radicales de la iglesia suiza incluyen:

 Separación entre iglesia y estado

Una de las grandes diferencias entre los reformadores magisteriales y los reformadores radicales era la relación entre la iglesia y el estado. Los reformadores magisteriales creían en un magistrado cristiano y en una estrecha cooperación entre la iglesia y el estado. Aprobaban el concepto de una iglesia estatal (la Iglesia Luterana en Alemania, la Iglesia Reformada en Suiza y la Iglesia Calvinista en Ginebra).

En Zurich, este tema surgió cuando Félix Manz afirmó que la Cena del Señor debía ser oficiada en el idioma de la gente y no en latín. Zwinglio llevó el asunto al gobierno de la ciudad. Manz y sus seguidores insistieron en que ésta no era una pregunta para el gobierno; era una pregunta para la Biblia.

Dado que el Nuevo Testamento no enseña acerca de una alianza entre iglesia y estado, los reformadores radicales rechazaron el concepto de una iglesia estatal en la cual el gobierno civil impusiera las verdades teológicas. Siguiendo esta lógica, los reformadores radicales se opusieron a los diezmos obligatorios y buscaron establecer iglesias autónomas. Para ellos, la única responsabilidad del estado en relación con la iglesia era permitir libertad de culto a cada ciudadano. Esta oposición a una autoridad central dominante continúa en la tradición de la “Iglesia Libre” en Europa.

El Bautismo del Creyente

Cuando Grebel y Manz empezaron a buscar respuestas en la Biblia, descubrieron que el Nuevo Testamento nunca ordena el bautismo de infantes. Los reformadores radicales no encontraron ningún fundamento bíblico para el bautismo de infantes. En términos prácticos, creían que el bautismo de infantes producía una falsa confianza en personas que no tenían una relación personal con Jesucristo.

Por consiguiente, los reformadores radicales rechazaron el bautismo de infantes e insistieron en el “bautismo del creyente,” posterior a la profesión de fe. Por esta razón se les conoce como anabaptistas (los que bautizan otra vez). Este aspecto se convirtió en el principal punto de contienda entre los reformadores radicales y Zwinglio. En el siglo XVI, el bautismo era más que un testimonio de fe o una condición para ser miembro de la iglesia. Puesto que la iglesia y el estado estaban tan estrechamente relacionados, el bautismo era el medio por el cual un recién nacido llegaba a ser parte de la sociedad civil. Con el bautismo del creyente, los anabaptistas separaban la membresía de la iglesia de la pertenencia a la comunidad.

► Quienes respaldan el bautismo de infantes afirman que Hechos 16:30-33 implica el bautismo de los niños aparte de su profesión personal de fe. Quienes defienden el bautismo del creyente señalan que Hechos 2:38 y otros pasajes similares indican que el significado del bautismo se limita a una expresión externa de la fe interior. Lea estos pasajes y explique sus razones para respaldar el bautismo del creyente o el bautismo de infantes.

Discipulado

Los reformadores radicales insistían en que el Cristianismo es más que una doctrina, más que la membresía en una iglesia estatal, e incluso más que una experiencia personal interna. Insistían en que el verdadero discipulado afecta todas las áreas de la vida. Por este motivo, los reformadores radicales han sido reconocidos por su compromiso con la aplicación de la fe cristiana en áreas de necesidad social.

La iglesia local era importante para los reformadores radicales, porque ésta era la comunidad en la cual se forman los discípulos. A través del apoyo mutuo, la iglesia local ayudaba a cada creyente a crecer a la imagen de Cristo.

Congregacionalismo

Este principio se relaciona con la importancia de la iglesia local para el discipulado. Aunque Lutero y Zwinglio enfatizaron la autoridad congregacional, posteriormente abandonaron este principio. Los reformadores radicales se mantuvieron fieles al congregacionalismo. Las decisiones eran tomadas por la totalidad de la membresía de la iglesia. Para los reformadores magisteriales, una comunidad podía ser considerada luterana o calvinista, independientemente de las creencias personales de los individuos que formaban parte de ella. En contraste, los reformadores radicales insistían en que la iglesia visible está compuesta por los miembros que se han unido a la iglesia por voluntad propia y que están comprometidos con sus propósitos.

Pacifismo

Los anabaptistas, al igual que muchos de sus descendientes en la actualidad, enseñaban que el amor cristiano prohíbe a los creyentes participar en actividades bélicas. Como parte de su compromiso con la total obediencia a los mandatos de Jesús, decidieron “no combatir el mal.”[1] Cuando fueron atacados, los anabaptistas se negaron a defenderse. Tanto los católicos romanos como los protestantes magisteriales recurrieron a la espada para defender a la iglesia. Los reformadores radicales, por el contrario, estaban comprometidos con la no-violencia.

Lamentablemente, la historia de los reformadores radicales revela las divisiones que surgieron entre los reformadores. En 1525, Zwinglio todavía era pastor en Zurich. La ciudad era protestante, y cada niño que nacía era bautizado y recibido como parte de la iglesia.

Cuando Félix Manz se negó a que su hijo recién nacido fuera bautizado, el Concilio de la Ciudad ordenó que Manz y sus seguidores fueran expulsados de la ciudad. En enero de 1525, se formó la primera congregación anabaptista en el pueblo de Zollikon, cerca de Zurich. En marzo de 1526, el concilio de Zurich decretó que cualquiera que hubiera sido bautizado por segunda vez debía morir ahogado.

Manz fue ahogado y murió como mártir en enero de 1527. Para el año 1600, cerca de 10,000 anabaptistas habían sufrido el martirio, la mayoría a manos de protestantes. Eventualmente, los anabaptistas emigraron a Moravia, donde encontraron príncipes que mostraron tolerancia hacia sus convicciones.

[1] Mateo 5:3

[1]Menno Simons (1496-1561) se convirtió en líder anabaptista en un momento crítico en la historia de la Reforma Radical. Entre 1525, cuando los anabaptistas fueron expulsados de Zurich, y 1535, varios líderes anabaptistas habían empezado a enseñar herejías. Dado que rechazaban la autoridad de la iglesia más allá de la congregación local, era fácil que un falso maestro ganara seguidores. Algunos líderes habían empezado a predicar un mensaje de revuelta violenta contra el gobierno. Para 1535, la Reforma Radical estaba en peligro de perder la verdad. Menno Simons rescató a los anabaptistas de la herejía.

Menno Simons fue ordenado sacerdote católico romano a la edad de 28 años. Aunque era sacerdote, no conocía nada de la Biblia. Tiempo después él dijo, “¡temía que si la leía (la Biblia), me confundiría!” Mientras servía como sacerdote, dedicaba las noches a beber y apostar.

Después de dos años como sacerdote, Simons empezó a estudiar la Biblia. Después de varios años de estudio, llegó a entender que la doctrina católica romana estaba equivocada. Después de una verdadera conversión, empezó a predicar la doctrina protestante desde su púlpito católico. Un año más tarde, salió de la Iglesia Católica Romana y se asoció con los reformadores radicales.

Simons sabía que los anabaptistas eran rechazados tanto por los católicos como por los protestantes. También sabía que muchos anabaptistas estaban siguiendo a falsos maestros. Simons empezó a enseñar la ortodoxia a los anabaptistas. Durante veinticinco años publicó literatura anabaptista, predicó por toda Alemania y Holanda, y ayudó a organizar el movimiento anabaptista.

Pasó buena parte de su vida oculto. El Emperador Romano ofreció una recompensa por su captura. Un hombre fue ejecutado por permitir que Simons se quedara en su casa. Simons aceptaba esto como el resultado natural de seguir a Cristo. “Si la Cabeza tuvo que sufrir semejante tortura, angustia, miseria y dolor, ¿cómo podríamos nosotros, sus siervos, hijos y miembros de su cuerpo, esperar paz y libertad en esta vida?”

Simons rescató la Reforma Radical de peligrosas herejías y la llevó de vuelta a la fe cristiana ortodoxa. Su influencia fue tan fuerte que los anabaptistas empezaron a ser llamados Menonitas.

[1] Mark Galli y Ted Olsen, 131 Christians Everyone Should Know (131 Cristianos que Todos Deberían Conocer) (Nashville, TN: Broadman & Holman Publishers, 2000), 166–168.
Image: "Meno simonis", retrieved from https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Meno_simonis.jpg, public domain.

Los Inicios Políticos de la Reforma en Inglaterra

A diferencia de los movimientos luterano, anabaptista y calvinista, la Reforma en Inglaterra fue desencadenada inicialmente por un asunto político, no por una cuestión doctrinal. No se trató de la justificación por la fe, el bautismo del creyente, o un punto de vista particular acerca de la soberanía divina; Enrique VIII se separó de Roma por un asunto de sucesión al trono.

Después de dieciocho años de tratar de procrear un sucesor varón, Enrique VIII quería divorciarse de Catalina de Aragón y casarse con Ana Bolena. Cuando el Papa, por razones políticas, se negó a autorizar el divorcio, Enrique VIII convenció a una corte de la iglesia inglesa de declarar nulo su matrimonio con Catalina. Entonces se casó con Ana, quien pronto dio a luz – a una hija.

Después de que el Papa excomulgó a Enrique VIII, éste convenció al Parlamento de aprobar el Acta de Supremacía de 1534, declarando al rey como cabeza de la Iglesia de Inglaterra. El rey confirió autoridad religiosa (el poder para consagrar obispos, determinar la doctrina y organizar la liturgia) al Arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer. Bajo Enrique VIII, la separación de Roma fue por razones primordialmente políticas.

[1]En el curso de Historia de la Iglesia I, estudiamos la vida de Juan Wycliffe, quien inspiró la primera traducción de la Biblia al inglés. Su traducción fue copiada a mano, pero nunca fue impresa. William Tyndale (1494-1536) imprimió la primera Biblia en inglés.

William Tyndale[2] asistió a Oxford y luego a Cambridge. Tenía talento para los idiomas; hablaba siete idiomas y leía hebreo y griego antiguos. Al igual que Lutero, Zwinglio y muchos otros, Tyndale fue grandemente influenciado por la edición griega del Nuevo Testamento de Erasmo. Leyendo el Nuevo Testamento, Tyndale descubrió la doctrina de la justificación por la fe.

Tyndale era un hombre sumamente preparado, pero sabía que la mayoría de los ingleses no tenían acceso a la Palabra de Dios en su propio idioma. Dedicó su vida a poner la Biblia al alcance de la gente ordinaria.

Después de estudiar en Oxford y Cambridge, Tyndale solicitó el permiso para traducir el Nuevo Testamento al inglés. Su obispo rechazó la petición. Tyndale decidió que no había un lugar seguro para él en Inglaterra; “No sólo no había lugar en el palacio de mi señor de Londres para traducir el Nuevo Testamento, tampoco había lugar para hacerlo en toda Inglaterra.”

Tyndale viajó a Europa para encontrar un lugar seguro donde trabajar en la traducción. Nunca regresó a Inglaterra. Después de viajar a varias ciudades, Tyndale se estableció en Worms, donde completó la primera traducción del Nuevo Testamento al inglés en 1525.

Cuando este Nuevo Testamento fue llevado a Inglaterra, el Arzobispo de Canterbury ordenó a las autoridades comprar las copias y destruirlas. Tyndale usó el dinero de la venta de estas copias para imprimir otra edición del Nuevo Testamento, en la cual pudo corregir algunos errores de impresión de la primera edición.

Tyndale sabía que podía perder la vida por traducir la Biblia sin el consentimiento de la iglesia. Para él esto era menos importante que su llamado a poner la Biblia a disposición de la gente común en su propio idioma. Tyndale escribió, “Si Dios está con nosotros, no importa quién esté en contra nuestra, sean obispos, cardenales o papas.” Tyndale se fue de Alemania a Antwerp, Bélgica, donde pasó nueve años revisando el Nuevo Testamento, y empezó la traducción del Antiguo Testamento.

La traducción de Tyndale es importante porque fue la primera, y por el cuidado con que fue hecha. Cien años después, cuando se tradujo la versión King James, cerca del 90% de la traducción usó las palabras de William Tyndale. Incluso otras versiones más recientes siguen usando gran parte de las palabras de Tyndale. Su influencia permanece casi 500 años después de su traducción.

[3]

En 1535, Tyndale fue traicionado, entregado a las autoridades y arrestado por “herejía.” En octubre de 1536, fue llevado a la plaza del pueblo, donde habían levantado una cruz. Cuando se negó a retractarse de su enseñanza, lo ataron a la cruz, lo estrangularon, y luego quemaron su cuerpo.

Las últimas palabras de Tyndale fueron una oración, “Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra.” Su oración fue contestada al cabo de pocos años. En 1539, Enrique VIII ordenó que cada iglesia pusiera una copia de la Biblia en inglés a disposición de sus miembros. La traducción aprobada fue publicada por Miles Coverdale, y fue la primera edición impresa del texto completo de la Biblia en inglés. Debido a las objeciones del rey, Tyndale no fue mencionado entre los traductores, pero gran parte de esta traducción estaba basada en el trabajo de Tyndale. Así como la traducción de la Biblia realizada por Lutero desencadenó la Reforma en Alemania, la traducción de Tyndale fue crucial para la Reforma en Inglaterra.

[1] Fuentes: Mark Galli y Ted Olsen, 131 Christians Everyone Should Know (131 Cristianos que Todos Deberían Conocer) (Nashville, TN: Broadman & Holman Publishers, 2000), 349–350; John Woodbridge, Grandes Líderes de la Iglesia. Editorial Vida, 1998.

[2] Image: "Gulielmus Tyndall",  Rijksmuseum, retrieved from https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Portret_van_Engelse_priester_en_theoloog_William_Tyndale_Gulielmus_Tyndall_Martyr_tibi_causa_necis_(titel_op_object),_RP-P-OB-26.648.jpg, public domain.

[3]Cinco Siglos de Traducción Bíblica Romanos 12:1
William Tyndale (1526) “I beseech you therefore brethren by the mercifulness of God, that ye make your bodies a quick sacrifice, holy and acceptable unto God which is your reasonable service of God.”
Versión King James (1611) “I beseech you therefore, brethren, by the mercies of God, that ye present your bodies a living sacrifice, holy, acceptable unto God, which is your reasonable service.”
Versión English Standard (2001) “I appeal to you therefore, brothers, by the mercies of God, to present your bodies as a living sacrifice, holy and acceptable to God, which is your spiritual worship.”

La Expansión de la Reforma en Inglaterra

Debido a que su motivación era principalmente política, Enrique VIII sólo aprobó dos cambios significativos en la Iglesia de Inglaterra: se prohibieron los monasterios y, después de su oposición inicial a la Biblia de Tyndale, la Biblia en inglés fue aprobada para su uso en las iglesias.

Después de la muerte de Enrique VIII en 1547, su hijo Eduardo VI, de diez años de edad, ascendió al trono.[1] Durante los seis años del reinado de Eduardo, un grupo de consejeros guió a la Iglesia de Inglaterra en dirección del Protestantismo.

[3]

Eduardo VI murió en 1553 y María, la hija de Catalina, la primera esposa de Enrique VIII, ascendió el trono. María era una católica romana devota, y fue apodada “la Sanguinaria” tras quemar en la hoguera a casi 300 protestantes, incluyendo al arzobispo Cranmer y a los obispos Ridley y Latimer.

Después de la muerte de la Reina María en 1557, Isabel I (hija de Ana Bolena) ascendió al trono. Durante los cuarenta y cinco años de su reinado, la Iglesia Anglicana se aproximó al Protestantismo, y la Biblia fue reconocida como la máxima autoridad. Los “Treinta y Nueve Artículos” de la Iglesia de Inglaterra definieron la doctrina de la iglesia a la manera protestante.[2] La Iglesia de Inglaterra conservó muchas de las prácticas de adoración de la Iglesia Católica Romana, al tiempo que sostuvo la doctrina protestante. Esto se conoce como la Via Media.

[1] Después de que Ana Bolena no le diera un hijo, Enrique VIII ordenó ejecutarla bajo cargos de adulterio, y se casó con Jane Seymour. Con ella Enrique VIII finalmente tuvo un hijo varón.

[2] Los Treinta y Nueve Artículos son una revisión de los anteriores Cuarenta y Dos Artículos de Thomas Cranmer.

[3]“¡Tenga ánimo, señor Ridley, y muéstrese hombre! Este día hemos de encender en Inglaterra, por la gracia de Dios, una antorcha tal que, según confío yo, nunca se apagará.”   Palabras del Obispo Latimer al Obispo Ridley mientras eran quemados en la hoguera.

La historia de Thomas Cranmer es un testimonio fascinante de la gracia y la fidelidad de Dios en tiempos difíciles. El Obispo Cranmer fue un líder de la Reforma en Inglaterra.

Cuando María, la reina católica romana, ascendió al trono, lo amenazó de muerte si no se retractaba de sus posiciones protestantes. Cranmer fue arrestado y permaneció en prisión bajo la amenaza de ser quemado en la hoguera. Temiendo por su vida, Cranmer firmó una declaración en la que se retractaba de su enseñanza anterior.

El 21 de marzo de 1556, Cranmer fue llevado a la Capilla de la Universidad de Oxford. Para liberarlo de prisión, María le exigió leer públicamente una declaración en la que debía negar sus convicciones evangélicas. Cranmer compareció ante una concurrida audiencia que esperaba su declaración.

Cranmer empezó a leer el texto que había sido aprobado por las autoridades. De repente, dejó de leer y comenzó a hablar, “Viniendo a lo que más me preocupa a mi conciencia, más que cualquier otra cosa que jamás he dicho o hecho en mi vida…” Entonces Cranmer se retractó de la declaración que había firmado anteriormente y afirmó su fe en el evangelio.

En un poderoso testimonio, Cranmer dijo que puesto que su mano derecha había firmado la falsa retractación, “mi mano será castigada primero; cuando esté en la hoguera, será lo primero que el fuego queme. Y en cuanto al Papa, lo niego como enemigo de Cristo, y anticristo, con toda su falsa doctrina.”

Cranmer fue detenido por los oficiales y llevado a la hoguera, donde fue quemado. Cuando el fuego empezó a arder, Cranmer puso su mano derecha entre las llamas. Murió con las palabras de Esteban, “Señor Jesús, recibe mi espíritu. Veo los cielos abiertos y a Jesús de pie a la diestra de Dios.”

En un momento de debilidad, la fe de Thomas Cranmer flaqueó. Al igual que Simón Pedro en el juicio de Jesús, Cranmer negó a su maestro. Sin embargo, al igual que con Simón Pedro, Dios fue fiel y trajo a Cranmer de vuelta a la fe. Finalmente, al igual que Pedro, Cranmer murió como mártir, dejando un testimonio perdurable del poder del evangelio.

Los Puritanos Ingleses

Entre 1567 y 1660, los puritanos buscaron transformar la sociedad inglesa con una segunda Reforma. Los puritanos no se oponían a la unidad entre iglesia y estado; tampoco buscaban separarse de la Iglesia de Inglaterra. Más bien, buscaban purificar la iglesia desde adentro. Los puritanos creían que la Iglesia Anglicana había conservado demasiadas prácticas de la Iglesia Católica Romana: la liturgia formal, la vestimenta de los ministros, las festividades de los santos, la señal de la cruz, y otras prácticas católicas romanas.

El movimiento puritano tuvo tres períodos de influencia:

Periodo 1

Bajo la Reina Isabel (1558-1603), los puritanos trataron de purificar la iglesia desde adentro. Isabel escuchó las quejas de los puritanos, pero no hizo cambios en la estructura de la iglesia. Para 1593, los puritanos habían ganado tanta influencia que Isabel convenció al Parlamento de aprobar una ley contra ellos, con el fin de debilitar su poder.

Periodo 2

Bajo Jacobo I y Carlos I (1603-1642), los puritanos sufrieron la oposición de los monarcas. Después de la muerte de Isabel en 1603, Jacobo I ascendió al poder. Dado que había estado expuesto a la influencia de los calvinistas, los puritanos esperaban que Jacobo reformara la Iglesia de Inglaterra y estableciera un gobierno eclesiástico presbiteriano en el cual el pueblo eligiera a sus ministros. La “Petición Milenaria,” firmada por 1,000 ministros, pedía a Jacobo que “purificara” la iglesia. Sin embargo, Jacobo rechazó el control congregacional y a los puritanos. Se apegó al “derecho divino” del rey de gobernar la iglesia. Además disolvió el Parlamento y gobernó como monarca absoluto. El sucesor de Jacobo, Carlos I, fue aún menos tolerante hacia los puritanos.

Mientras que algunos puritanos siguieron promoviendo una reforma durante los reinados de Jacobo y Carlos, otros salieron de la Iglesia de Inglaterra y fueron conocidos como los separatistas. Algunos de estos separatistas se establecieron en Amsterdam, se comprometieron con la práctica de bautizar sólo a los adultos, y fundaron la Iglesia Bautista de Inglaterra. Otro grupo de separatistas se estableció en Leyden por un período de diez años, al cabo de los cuales partieron a bordo del barco Mayflower para establecer una colonia en Plymouth, Massachusetts. Aproximadamente 20,000 puritanos emigraron a América entre 1630 y 1640.

Periodo 3

En 1637, Carlos I nombró a William Laud como Arzobispo de Canterbury. Laud trató de imponer el Libro de Oración Común a la Iglesia de Escocia, lo que llevó a una rebelión por parte de los escoceses. Este conflicto escaló y se convirtió en una guerra civil entre los realistas (que querían permanecer bajo el episcopado inglés) y los puritanos (que querían un control presbiteriano). Los ejércitos de los puritanos estaban bajo el mando de Oliver Cromwell. Los puritanos vieron esta guerra como una cruzada por la pureza de la iglesia. Oraban antes de cada batalla y cantaban himnos durante los combates. Carlos I se rindió ante Cromwell en 1646 y fue ejecutado en 1649.

Los puritanos controlaron Inglaterra hasta 1660. Este fue su período de mayor poder político. Trataron de organizar el país según el modelo de Ginebra bajo Calvino. Sin embargo, las divisiones entre los puritanos debilitaron su influencia, y después de la muerte de Cromwell, los ingleses vieron el retorno de la monarquía y de la forma episcopal de gobierno eclesiástico. El puritanismo sobrevivió sólo como un movimiento discrepante.

A partir de ese momento, la Cristiandad en Inglaterra estuvo compuesta por tres grupos:

1. La Iglesia de Inglaterra.
2. Los grupos disidentes, que concordaban en que iglesia y estado debían estar vinculados (puritanos y católicos).
3. Los grupos no conformistas, que se oponían al vínculo entre iglesia y estado (independentistas, separatistas, congregacionalistas, presbiterianos, metodistas, cuáqueros y bautistas).

Los puritanos que emigraron a América establecieron una colonia en la Bahía de Massachusetts y tuvieron una poderosa influencia en los primeros días de las colonias americanas. Aunque a menudo fueron objeto de burlas y considerados como extremistas, los primeros puritanos buscaron vivir en fiel obediencia a la Palabra de Dios.

La Iglesia Católica Romana respondió a la Reforma con una condena a los protestantes y con reformas internas. La respuesta católica incluyó tres aspectos:

Condena de los Libros Protestantes

El Papa Pablo III atacó las ideas protestantes a través de la Inquisición romana, la cual se dedicó a perseguir y ejecutar protestantes. Además, se publicó un “Índice” de libros prohibidos que los católicos romanos no tenían permitido leer. Este índice, que se mantuvo hasta 1959, incluía los libros de los reformadores así como las Biblias protestantes.

La “Sociedad de Jesús”

Al igual que Martín Lutero, el soldado español Ignacio de Loyola tuvo una experiencia de conversión dramática. Mientras se recuperaba de una herida de batalla, Ignacio comenzó a leer acerca de la vida de Cristo. A la edad de treinta años, abandonó su carrera como soldado, viajó a Tierra Santa en una peregrinación, y comenzó a estudiar para el sacerdocio. Ignacio hizo dos aportes a la reforma en la Iglesia Católica Romana.

[1]

En primer lugar, Ignacio desarrolló una serie de Ejercicios Espirituales para la formación espiritual. Los discípulos pasaban cuatro semanas en oración y meditación. Cada semana se enfocaba en un tema diferente:

1. La naturaleza pecaminosa del ser humano
2.  El reino de Cristo
3.  La pasión de Cristo
4.  La vida de Cristo resucitado

En segundo lugar, Ignacio fundó la “Sociedad de Jesús” (Jesuitas) como “soldados de Cristo.” Los jesuitas restauraron la visión del alcance misionero en la Iglesia Católica Romana. El primer misionero jesuita, Francisco Javier, predicó el evangelio en la India, el sureste de Asia y Japón.

El Concilio de Trento

Junto con los ataques al Protestantismo, la iglesia empezó a considerar la necesidad de una reforma interna. El Papa Pablo III convocó a un concilio que se reunió en la ciudad de Trento, en el norte de Italia, para discutir varios problemas en la iglesia. El Concilio de Trento se reunió en tres sesiones entre 1545 y 1563.

El Concilio instituyó reformas dentro de la iglesia. Dado que muchos sacerdotes tenían tan poca educación que no podían leer la misa correctamente, el Concilio organizó seminarios para capacitar a los sacerdotes. Puesto que muy pocos de los feligreses podían entender latín, el Concilio ordenó que los sacerdotes explicaran la misa en el idioma de la gente. El Concilio también reprendió a los sacerdotes y músicos que no trataban el servicio con reverencia.

El Concilio de Trento rechazó las doctrinas de los Reformadores. El Concilio reafirmó la doctrina de la transubstanciación. Rechazó la doctrina de la justificación sólo por fe, describiéndola como “un veneno que destruye la libertad.” Reafirmó la enseñanza de que la Iglesia Católica Romana es la única intérprete de las Sagradas Escrituras. También reafirmó los sacramentos medievales, la misa como un sacrificio, la intercesión de los santos y la confesión ante los sacerdotes.

[1]Enséñanos Señor, a servir como tú mereces; A dar sin contar el costo; A pelear sin considerar las heridas; A trabajar duro sin buscar descanso; A esforzarnos sin pedir más recompensa Que el saber que hacemos tu voluntad.
- Ignacio de Loyola

Francisco Javier (1506-1552) fue el primer misionero occidental a muchas partes de la India y a Japón. En sus cartas a sus superiores en Europa, pedía a otros que siguieran sus pasos: “Decid a los estudiantes que renuncien a sus pequeñas ambiciones y que vayan a Oriente a predicar el evangelio.”

Después de predicar en la India, se fue a Indonesia y a Japón. Javier fue el primero en llevar el evangelio a Japón. Aunque murió tres años después de su llegada, su misión siguió prosperando. En 1577, un misionero afirmó, “Dentro de diez años todo Japón será cristiano, si tenemos suficientes misioneros.” Para finales del siglo XVI, había cientos de iglesias cristianas, dos universidades cristianas y 300,000 creyentes en Japón.

En 1596, el gobierno japonés decidió destruir esta “religión extranjera.” En 1597, crucificaron a veintiséis creyentes japoneses. Durante un período de cincuenta años, al menos 4,000 cristianos murieron como mártires. Para la mitad del siglo XVII, sólo quedaba un pequeño grupo de cristianos. En los últimos 400 años, los cristianos han tratado de restablecer una iglesia fuerte. El éxito de Francisco Javier da esperanza a aquellos que nuevamente tratan de alcanzar esta nación con el evangelio.

[1]

Javier demostró un principio que posteriormente llegó a ser importante para las misiones protestantes. Siempre y cuando una costumbre local no se oponga a los principios bíblicos, no se debe exigir a los nuevos convertidos que abandonen sus tradiciones. Javier entendió que un creyente japonés era japonés, no italiano. Hizo una clara distinción entre la cultura europea y la fe cristiana.

Aunque muchos misioneros no contextualizaron el evangelio de este modo, Hudson Taylor usó este enfoque para evangelizar en China en el siglo XIX. Este se convirtió en el modelo para las misiones protestantes en el siglo XX. El Cristianismo no exige que los nuevos convertidos abandonen su cultura.

[1]Dentro de una cabaña de corteza rota Se hallaba el tierno Niño, Un manto raído de piel de conejo Envolvía su hermosura.
- Villancico jesuita que contextualiza la historia de la Navidad para la tribu Hurón

¿Quién es cristiano? En la actualidad, la mayoría de los cristianos concuerdan en que la iglesia universal está compuesta por todos los creyentes verdaderos. El cuerpo de Cristo es más grande que una denominación. Sin embargo, este entendimiento es relativamente nuevo.

En la Edad Media, los cristianos se consideraban unidos en una iglesia católica apostólica, independientemente de las diferencias de doctrina y práctica. Durante la Reforma, esto se tornó más difícil. La Reforma no condujo de inmediato a la libertad de culto. Las regiones luteranas de Alemania exigieron que todos sus habitantes se hicieran luteranos, prohibieron las iglesias protestantes que no fueran luteranas y confiscaron las propiedades de los obispos católicos. El Luteranismo se convirtió en una religión estatal.

Durante las décadas de 1540 y 1550, los príncipes luteranos combatieron contra los ejércitos católicos en Alemania. Con la Paz de Augsburgo en 1555, ambas partes acordaron el “principio territorial,” según el cual el gobernante de cada región decidía la fe de todos los habitantes en su territorio. Como se observa en el siguiente mapa, Europa estaba dividida con base en la religión del líder de cada territorio.

Durante finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, se dieron guerras religiosas entre católicos y calvinistas (hugonotes) en Francia, y entre calvinistas holandeses y los gobernantes católicos españoles en Holanda. Al igual que los papas medievales, los primeros reformadores trataron de usar el poder del estado para resolver disputas doctrinales.

La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) fue la guerra religiosa más prolongada de este período. Inició como un conflicto religioso en Alemania que se convirtió en una guerra política. En 1618, el nuevo rey católico de Bohemia, Fernando II, trató de imponer el Catolicismo a sus súbditos protestantes. Los bohemios se rebelaron y le ofrecieron la corona a Federico V, gobernante calvinista de una porción de Alemania, lo cual provocó una guerra entre católicos y calvinistas.

Al cabo de dos años, los bohemios fueron derrotados por los católicos. Entonces el rey luterano de Dinamarca, Cristian IV, atacó a Fernando y los ejércitos católicos. También fue derrotado.

El rey Gustavo Adolfo de Suecia, gobernante luterano, se desplazó a Alemania para liderar las fuerzas protestantes. Obtuvo muchas victorias antes de morir en batalla en 1632. Durante los siguientes quince años, el conflicto fue más político que religioso. Se convirtió en una batalla por el control territorial, no por la religión. Durante estos años, católicos franceses y españoles pelearon entre sí para obtener más territorio.

En 1648, la Paz de Westfalia puso fin a la guerra. En lugar del principio territorial de la Paz de Augsburgo, este tratado determinó que los príncipes debían tolerar a católicos y protestantes dentro de sus territorios. Se prohibió al Papa interferir en los asuntos internos de Alemania. Se estableció la separación entre la iglesia y el estado en Alemania.

Antes de 1648, la mayoría de los cristianos insistía en que sólo un grupo de creyentes (su iglesia) representaba la fe cristiana. Sin embargo, para 1648, las guerras religiosas en Europa habían dejado exhaustos a los distintos bandos. A partir de este punto, la mayoría de los cristianos aceptó la idea de las denominaciones – comunidades de fe separadas dentro de la iglesia universal.

Entre 1642 y 1648, la Asamblea de Westminster se reunió para escribir la Confesión de Fe de Westminster. Algunos miembros de esta Asamblea (los congregacionalistas) afirmaron cuatro principios que resumen los fundamentos de las denominaciones dentro de la iglesia universal:

1. Dado que el ser humano no siempre puede ver la verdad claramente, siempre habrá diferencias de opinión en torno a las formas externas de la iglesia.
2. Estas diferencias no pueden involucrar las doctrinas esenciales de la fe, pero son importantes. Son importantes porque cada creyente debe poder practicar lo que cree que la Biblia enseña.
3. Puesto que ninguna iglesia tiene un conocimiento absoluto de la verdad divina, la iglesia universal no puede ser representada por ninguna estructura de iglesia en particular.
4. La separación no implica un cisma. Es posible mantener las diferencias como denominaciones y a la vez permanecer unidos en Cristo.

Estos principios se convirtieron en las bases del denominacionalismo moderno. La lealtad rígida y extrema a una denominación puede llevar a la división. Sin embargo, una correcta comprensión de las denominaciones permite a los creyentes adorar de acuerdo con sus convicciones, a la vez que respeta la fe de los hermanos en Cristo que sostienen convicciones distintas.

► Los conflictos entre los seguidores de Lutero, Zwinglio, Calvino y los reformadores radicales demuestran cuán rápidamente el avivamiento espiritual puede extinguirse y dar lugar a conflictos personales, doctrinales y políticos. ¿Cuáles áreas de doctrina o práctica causan división en la iglesia hoy? ¿Cómo podemos ser fieles a nuestras convicciones sin dar lugar a conflictos que traigan vergüenza al nombre de Cristo?

Mientras trabajaba en esta lección pensé, “¡Escribir sobre la historia de la iglesia es desalentador! Católicos quemando protestantes. Luteranos peleando guerras contra católicos. Calvinistas ahogando anabaptistas. La historia de la iglesia no parece muy impresionante.”

Luego recordé una frase que surgió de la Reforma: “La iglesia – reformada y siendo siempre reformada por la Palabra de Dios.” Mientras la iglesia terrenal esté compuesta por personas imperfectas, debemos volver a la Palabra de Dios para ser reformados.

Esto debería inspirar tanto humildad como gozo. El estudio de la historia de la iglesia debería inspirar humildad; nadie tiene un entendimiento total de la verdad. Las generaciones anteriores tuvieron sus puntos ciegos; nosotros también los tenemos. ¿Cuáles son nuestros puntos ciegos? No lo sé – ¡por eso los llamamos puntos ciegos! Debemos mantener la humildad y la apertura al liderazgo de Dios. Debemos permitir que Dios nos reforme a través de un conocimiento cada vez más profundo de su Palabra.

El estudio de la historia de la iglesia debería inspirar gozo; así como Dios trabajó a través de creyentes imperfectos en el pasado, Él va a trabajar a través de nosotros hoy – a pesar de nuestras limitaciones. Si somos fieles a Dios, Él cumplirá sus propósitos en y a través de nosotros.

Cranmer, Thomas (1489-1556). Arzobispo de Canterbury. Intentó promover los principios de la Reforma en Inglaterra. Dirigió el desarrollo del Libro de Oración Común. Fue quemado como mártir durante el reinado de la Reina María.

Ignacio de Loyola (ca. 1491-1556): Monje que fundó la Orden de los Jesuitas (Sociedad de Jesús) y dirigió una “Contrarreforma” en la Iglesia Católica Romana.

Latimer, Hugh (ca. 1485-1555): Reformador protestante inglés y Obispo de Worcester. Quemado en la hoguera en 1555 durante el reinado de la Reina María.

Ridley, Nicholas (ca. 1500-1555). Reformador protestante inglés y Obispo de Londres. Quemado en la hoguera en 1555 durante el reinado de la Reina María.

Simons, Menno (1496-1561): Líder anabaptista y menonita. Habiendo sido sacerdote católico romano, se convenció de la doctrina de la Reforma, pero difería de los reformadores magisteriales en cuanto al bautismo de los creyentes, el uso de la fuerza y la naturaleza de la iglesia.

Tyndale, William (ca. 1494-1536): Reformador inglés que tradujo la Biblia al inglés (1525); después de una corta pero productiva carrera, fue quemado en la hoguera cerca de Bruselas.

1. Haga el examen correspondiente a esta lección. El examen incluye fechas de los “Eventos Clave en la Historia de la Iglesia” (1525-1648).

2. Prepare un resumen biográfico de uno de los siguientes líderes cristianos: Nicholas Ridley, Ignacio de Loyola o Francisco Javier. Su resumen debe incluir tres partes:

• Biografía: ¿Cuándo vivió? ¿Dónde vivió? ¿Dónde y cuándo murió?
• Eventos: ¿Cuáles son los eventos más importantes de su vida?
• Influencia: ¿Cuál ha sido su influencia en la iglesia cristiana?

Tiene dos opciones para presentar este resumen:

• Entregue un documento de dos páginas a su líder de grupo.
• Haga una presentación oral de 3-5 ante su grupo.

1. A Lutero, Zwinglio y Calvino se les conoce como los reformadores ________________.

2. A Grebel, Manz y los anabaptistas se les conoce como los reformadores ____________.

3. Mencione tres de los cinco principios enfatizados por los anabaptistas.

4. ________________________ se convirtió en líder de los anabaptistas y rescató la Reforma Radical de la herejía.

5. La Reforma en Inglaterra empezó como un movimiento político en torno al tema de la sucesión al trono. Fue dirigida por el rey _______________________.

6. __________________________ publicó la primera Biblia traducida al inglés.

7. El Arzobispo ___________________________ dirigió a la Iglesia de Inglaterra hacia el Protestantismo. Reemplazó los servicios en latín con __________________________.

8. Entre 1567 y 1660, los ______________________ dirigieron una segunda Reforma en Inglaterra.

9. La Contrarreforma fue dirigida por un Concilio que se reunió en _____________ entre 1545 y 1563.

10. ____________________ fue el primer misionero occidental a Japón.

11. La Paz de ____________________ puso fin a la Guerra de los Treinta Años en 1648.