¿Recuerdas a Samuel de la Lección 1? Samuel leía la Biblia todos los días, pero no oía la voz de Dios a través de lo que leía. ¿Cuál era el problema? Samuel no tenía un proceso para interpretar lo que leía. Leía, pero no entendía.
Hechos 8 cuenta la historia de otro hombre que leía pero no entendía. Felipe, diácono de la Iglesia primitiva, fue guiado por el Espíritu Santo al camino desierto que conducía de Jerusalén a Gaza. Allí se encontró con un funcionario etíope que regresaba del culto en el Templo de Jerusalén. El funcionario leía a Isaías mientras viajaba.
Felipe preguntó a este funcionario: "¿Entiende usted lo que lee?" (Hechos 8:30). El funcionario respondió: "¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe?". (Hechos 8:31). Mientras Felipe le explicaba la Palabra de Dios, el hombre creyó en Jesús como el Hijo de Dios y fue bautizado como un nuevo creyente.
Saber interpretar lo que leemos es crucial. En las próximas lecciones estudiaremos el proceso de interpretación de las Escrituras. Aprenderemos pasos prácticos para la interpretación.
La importancia de la interpretación
Tres jueces discuten sobre su trabajo en el tribunal. El primer juez dice: "Hay culpables y hay inocentes. Yo los identifico por lo que son". Este juez cree que existe la verdad absoluta. Hay personas culpables y personas inocentes, y el trabajo del juez es declarar qué es verdad.
El segundo juez dice: "Hay personas culpables y personas inocentes. Yo intento discernir si una persona es culpable o inocente". Este juez sabe que existe la verdad absoluta, pero también es consciente de que puede equivocarse en su opinión sobre alguien.
El tercer juez dice: "Una persona no es culpable ni inocente hasta que yo dé mi veredicto". Este juez no cree en la verdad absoluta. Cree que su anuncio hace que algo sea verdad.
Lamentablemente, muchos cristianos creen que las Escrituras no tienen un significado absoluto. Dicen: "Lo que es verdad para ti puede no serlo para mí". Según este punto de vista, cada lector crea su propia "verdad". Piensan que una declaración bíblica significa lo que ellos quieren que signifique.
Al igual que el segundo juez de la historia, los cristianos deben comprender dos verdades importantes:
1. El significado de las Escrituras es absoluto, y nuestro trabajo es tratar de entender la verdad de Dios en el texto.
2. Nuestra comprensión es limitada. Por eso, nuestra interpretación puede ser errónea. Debemos ser humildes.
En la etapa de observación, nos preguntamos: "¿Qué veo en el texto?". En la etapa de interpretación, preguntamos: "¿Qué significa el texto?". Más adelante, estudiaremos la aplicación de las Escrituras en nuestras vidas.
Comenzamos el proceso de interpretación preguntándonos: "¿Qué pretendía decir el autor?". Esto nos prepara para preguntarnos: "¿Qué significa esta escritura para mí?".
Retos para una interpretación adecuada
Son muchos los retos a los que se enfrenta un lector moderno que interpreta un texto antiguo como la Biblia. El tiempo y la distancia que nos separan del autor original dificultan la interpretación. Hablamos una lengua diferente. Nuestra cultura es diferente a la de los autores bíblicos.
Esta imagen muestra los retos que supone interpretar la Biblia para nuestros días. La Biblia se escribió para un mundo antiguo (1). Los primeros lectores vivían en una cultura diferente a la del lector de hoy. El río (2) que separa su mundo del actual dificulta nuestra comprensión de la Biblia. Este río está formado por las diferencias entre nuestra cultura y el mundo de la Biblia. ¿Cuáles son las diferencias entre un lector moderno y el autor original?
Idioma
La Biblia se escribió en tres lenguas: hebreo, griego y arameo. Hoy en día, la mayoría de nosotros leemos la Biblia en nuestra propia lengua. Esto crea una distancia entre nosotros y el autor. Cualquiera que hable una segunda lengua comprende las dificultades del idioma.
Cultura
Similar a la dificultad del lenguaje es la dificultad de la diferencia cultural. Los autores humanos de las Escrituras formaban parte de una cultura que puede ser muy diferente de la de nuestro mundo. Al estudiar las Escrituras, debemos preguntarnos: "¿Qué puedo aprender sobre la cultura del mundo antiguo que me ayude a comprender e interpretar mejor el mensaje de la Biblia?".
Geografía
Los acontecimientos bíblicos sucedieron a personas reales que vivían en lugares reales. Cuanto mejor comprendamos la geografía, mejor podremos cruzar el río que divide nuestro mundo y el suyo.
Saber que el camino entre Jericó y Jerusalén atraviesa una peligrosa zona montañosa explica la cautela del sacerdote y el levita (Lucas 10:31-32). También permite apreciar la compasión de un samaritano que arriesgó su propia seguridad para ayudar a un forastero herido (Lucas 10:33-34).
Los lectores se han preguntado: "¿Por qué los discípulos dudaron de la capacidad de Jesús para alimentar a 4,000 en Marcos 8 después de haber alimentado a 5,000 en Marcos 6?". Un mapa proporciona una respuesta. En Marcos 7, Jesús viaja a la Decápolis, una zona poblada por gentiles. La pregunta de los discípulos no era: "¿Puede Jesús alimentar a esta gente?", sino: "¿Los alimentará?". No creían que los gentiles merecieran el mismo milagro. Todavía no comprendían que Jesús había venido para todas las personas.
Marcos 6
Marcos 7
Marcos 8
Lugar
Galilea
VIAJE
Decápolis
Personas
Judíos
-
Gentiles
Marcos 4 cuenta cómo Jesús calmó una tormenta en el mar de Galilea. En un atlas bíblico aprendemos que el mar de Galilea es un gran lago situado a 210 metros por debajo del nivel del mar. Como la mayor elevación alrededor del lago actúa como un embudo, los vientos suelen crear violentas tormentas en pocos minutos. Como pescadores que habían pasado su vida en este mar, los discípulos estaban acostumbrados a las tormentas violentas. El hecho de que temieran por sus vidas nos indica que no se trataba de una tormenta ordinaria. Se trataba de una tormenta inusualmente fuerte, pero a Jesús le bastaron unas pocas palabras para calmar el mar. No es de extrañar que dijeran: "¿Quién, pues, es Este que aun el viento y el mar le obedecen?". (Marcos 4:36-41)
Literatura
Cada tipo de literatura debe leerse de una manera diferente. Cuando leemos Romanos, debemos seguir cuidadosamente el argumento de Pablo mientras muestra cómo somos hechos justos con Dios. Cuando leemos una parábola, escuchamos a un narrador enseñar a través de una historia maravillosa.
Conclusión
Fíjate de nuevo en la imagen. Aunque nos separa un río de lengua, cultura, geografía y literatura, la Biblia tiene un mensaje que habla a todas las culturas. Este es el puente (3) que cruza el río. El puente está formado por los principios que enseña la Biblia. Estos principios son válidos para todas las culturas de todas las épocas.
El mapa (4) nos pide que consideremos en qué punto de la historia bíblica nos encontramos. La venida de Cristo cumplió muchas de las profecías y leyes del Antiguo Testamento. Recuerda esto cambiará nuestra forma de interpretar y aplicar estos pasajes de las Escrituras.
Por último, llegamos a nuestro mundo actual (5). En este paso, nos preguntamos cómo se aplicará en nuestro mundo el principio que hemos encontrado (3).
Volveremos sobre esta imagen en futuras lecciones. Por ahora, debes ser consciente de los pasos.
[1]Imagen: "Interpreting the Bible" dibujo de Anna Boggs, disponible en https://www.flickr.com/photos/sgc-library/52377290578, bajo licencia CC BY 2.0. Concepto extraído de J. Scott Duvall y J. Daniel Hays, Hermenéutica: Entendiendo la palabra de Dios, Estudios ministeriales 26 (Barcelona: CLIE, 2008).
Errores comunes del intérprete bíblico
Los intérpretes de la Biblia suelen cometer varios errores.
Interpretación errónea del texto
Algunos predicadores han predicado que Pablo dijo: "El dinero es la raíz de todos los males". ¡Pero Pablo no dijo eso! Dijo: "Porque raíz de todos los males es el amor al dinero" (1 Timoteo 6:10). Es posible tener dinero sin amarlo, y es posible amar el dinero, aunque no se tenga mucho dinero. La advertencia de Pablo no se refiere principalmente al dinero, sino a un corazón controlado por el amor al dinero.
Algunos cristianos interpretan erróneamente el Salmo 37:4 diciendo: "Dios promete darme los deseos de mi corazón. Quiero ser rico, así que Dios me hará rico". El salmista dice: "Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón". El salmo promete que si nos deleitamos en el Señor, Dios nos dará nuestro deleite: el Señor. Más tarde, Jesús prometió que si tenemos hambre y sed de justicia, seremos saciados - de justicia (Mateo 5:6). Esta no es una promesa de prosperidad financiera; es una promesa de algo mejor - prosperidad espiritual.
El primer paso que aprendimos en este curso fue la observación. Nuestras observaciones deben ser precisas, o nuestra interpretación será errónea. Ten cuidado de no leer mal el texto. Alguien dijo que los tres primeros pasos del estudio de la Biblia son:
1. Lee el texto.
2. Vuelve a leer el texto.
3. Después del paso 2, ¡vuelve a leer el texto!
Retorcer el texto
A lo largo de la historia, los falsos maestros han tergiversado las Escrituras para defender sus errores. Pablo advirtió que algunas personas tergiversarían su enseñanza sobre la justificación sólo por la fe para defender su deseo de seguir pecando voluntariamente (Romanos 6:1-2). Ha habido momentos en que la gente usó las Escrituras para defender la esclavitud o el asesinato de un grupo étnico por parte de un gobierno. Hoy en día, algunos evangelistas tergiversan las promesas de Dios en un evangelio de la prosperidad que es contrario a la verdad de las Escrituras.
Pedro advirtió de los que tuercen las Escrituras para su propia destrucción (2 Pedro 3:16). Del mismo modo, Santiago habló de la importante responsabilidad de los que enseñan (Santiago 3:1). Los que enseñamos la Biblia debemos tener cuidado de no tergiversar las Escrituras para apoyar ideas falsas.
Dar un sentido imaginario
La historia de los tres jueces ilustra otro error común de los intérpretes de la Biblia: la idea de que el significado de la Escritura procede de la imaginación del lector. Algunas personas sólo preguntan: "¿Qué siento que significa la Escritura?". Aunque la emoción y el sentimiento son importantes, la verdad última de la Escritura está en lo que el autor escribió, no en lo que yo siento sobre lo que él escribió.
Exceso de confianza
Un intérprete confía demasiado en su propio razonamiento si piensa que nunca podría equivocarse. Estudiamos la Palabra para llegar a conclusiones sobre el significado del texto; sin embargo, debemos tener la humildad de admitir cuando nuestras conclusiones son erróneas. Nadie tiene todas las respuestas.
La humildad en la interpretación es importante. Al estudiar la Biblia, encontrará áreas en las que los cristianos piadosos no están de acuerdo. Esto no siempre significa que una de las partes haya tergiversado las Escrituras a propósito; puede tratarse de un desacuerdo sincero entre dos partes que están comprometidas con la verdad de las Escrituras. Debemos mantener la humildad con respecto a nuestra propia interpretación y ser capaces de tolerar que otros tengan opiniones diferentes.
Tu turno
A continuación se presentan algunas afirmaciones inexactas que la gente hace, pensando que están citando las Escrituras. Para apreciar mejor la lectura cuidadosa, busque el texto que se tergiversa en cada ejemplo y observe lo que la Biblia dice en realidad. El primer ejemplo ha sido completado para usted.
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