Lesson 1: Introducción a la interpretación bíblica
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by Randall McElwain
Objetivos de la lección
(1) Saber por qué el estudio en profundidad de la Biblia es importante para el cristiano.
(2) Ser capaz de enumerar tres pasos necesarios para estudiar la Biblia.
(3) Comenzar el proceso de estudiar cuidadosamente un pasaje seleccionado de las Escrituras.
(4) Apreciar la importancia de la iluminación del Espíritu Santo para la interpretación de la Biblia.
Introducción
Uno de los propósitos de este curso es ayudarle a crecer en su estudio personal y en la aplicación de las Escrituras. Un buen primer paso es evaluar honestamente sus prácticas actuales de lectura de la Biblia.
► Tómense un par de minutos para hablar de sus prácticas actuales de lectura de la Biblia. Este no es un momento para criticarse unos a otros; es un momento para reflexionar sobre la pregunta: "¿Cómo estoy leyendo la Palabra de Dios?" He aquí algunas preguntas para pensar:
¿Con qué frecuencia leo la Biblia?
Cuando leo la Biblia, ¿cuánto tiempo le dedico?
¿Cómo selecciono los pasajes que voy a leer?
¿Entiendo lo que leo?
¿Recuerdo lo que leí?
¿Soy capaz de hacer aplicaciones a mi vida?
¿Cuáles son las 2-3 razones por las que no leo más la Biblia?
Samuel, un cristiano taiwanés, había sido cristiano durante 15 años, pero mostraba pocos signos de madurez espiritual. Se sentía frustrado por su falta de crecimiento espiritual. Después de un servicio dominical por la mañana, su frustración salió a la superficie. "Pastor, usted me dice que lea la Biblia. Usted dice que Dios me hablará a través de Su Palabra. Lo he intentado. Leo la Biblia todas las mañanas y no me dice nada. ¿Qué pasa?".
El pastor respondió: "Samuel, dime cómo lees la Biblia". La respuesta de Samuel señaló un factor importante en sus luchas. Contestó: "Cada mañana, antes de ir a trabajar, abro mi Biblia y leo un versículo". El pastor prosiguió: "¿Lees un libro entero de la Biblia o incluso un capítulo completo antes de seguir adelante?". "No, sólo leo un versículo cada mañana - dondequiera que mi Biblia quede abierta. Y rara vez ayuda".
Para ayudar a Samuel a entender el problema de leer la Biblia de esta manera, el pastor le pidió que abriera su Biblia y leyera el primer versículo que viera. Samuel leyó: "Entonces los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela, la llanura de los filisteos; Poseerán también el territorio de Efraín y el territorio de Samaria, y Benjamín poseerá Galaad" (Abdías 1:19).
Entonces el pastor le hizo algunas preguntas a Samuel. "¿Dónde está el Neguev? ¿Dónde está el Sefela? ¿Dónde está el territorio de Efraín? ¿Samaria? ¿Benjamin? ¿Galaad?". La respuesta a todas las preguntas fue "no lo sé". A la semana siguiente, empezaron un estudio bíblico sobre "Cómo leer la Biblia". Durante las siguientes semanas, Samuel comenzó a aprender algunos principios de interpretación de la Biblia. Aprendió a entender cómo las Escrituras nos hablan hoy.
El objetivo de este curso es ayudarle a aprender y aplicar los principios básicos de la interpretación bíblica. A través de estas lecciones y ejercicios, obtendrá herramientas que le ayudarán a entender la Palabra de Dios, a aplicarla a su vida y a enseñarla a otros.
¿Por qué debo estudiar la Biblia?
Algunas personas evitan leer la Biblia porque creen que es demasiado difícil de entender. Muchos de los que creen que la Biblia es la Palabra de Dios no saben cómo interpretarla y aplicarla. Estudiar la Biblia es un trabajo duro. ¿Merece la pena? ¿Por qué debemos estudiar la Biblia?
Dios se revela a través de las Escrituras
La Escritura nos muestra quién es Dios. La Palabra de Dios es una expresión de la naturaleza de Dios (Salmo 119:15, 27). La Escritura nos muestra cómo piensa Dios, qué es importante para Él, cómo se relaciona con las personas y cómo actúa en la historia de la humanidad. La ley de Dios (lo que Él exige) refleja su carácter, su justicia y su sabiduría (Salmo 119:137). Siempre que leamos la Biblia, debemos prestar atención a lo que nos muestra sobre Dios.
La Escritura revela Dios al creyente. También guía la respuesta del adorador a Dios, mostrando el modo en que debemos vivir.
La Biblia es una Lámpara
El salmista comparó la Palabra de Dios con una lámpara que nos guía en el camino de la vida (Salmo 119:105). La Biblia es la verdad de Dios que nos enseña cómo pensar y vivir.
► Lee el Salmo 19:7-11, el Salmo 119:160 y 2 Timoteo 3:16-17.
La Palabra de Dios es la fuente de la recta doctrina. La Biblia contiene todo el conocimiento necesario para la salvación y la santidad. Este principio no significa que podamos entender todo lo que hay en las Escrituras sin otra ayuda. No significa que la tradición carezca de importancia. Significa que la Palabra de Dios es la autoridad final para el creyente.
Debido a que la Palabra de Dios es la fuente de la verdad, el conocimiento de las Escrituras nos prepara y equipa para el ministerio. Cuando enseñamos la Palabra de Dios con exactitud, enseñamos con la autoridad de Dios. La verdad es suya, no nuestra.
La Biblia es como Leche Espiritual
Pedro dijo que los creyentes deben desear la Biblia tanto como un recién nacido desea la leche (1 Pedro 2:2). Así como un bebé debe tener leche para crecer físicamente, un cristiano debe tener las Escrituras para crecer espiritualmente. Sin una dieta regular de la Palabra de Dios, nunca creceremos a la madurez espiritual.
A medida que aprendemos las habilidades de interpretación bíblica y practicamos el discernimiento de la verdad de la Palabra de Dios, maduramos (Hebreos 5:14). Nuestra habilidad para usar la Palabra de Dios para enseñar a otros se desarrolla.
La Biblia es Dulce como la Miel
El salmista comparó la Palabra de Dios con la miel (Salmo 19:10, Salmo 119:103). La miel es saludable y dulce. Debemos considerar el estudio de la Palabra de Dios como un deleite, no como un trabajo desagradable. Igual que un soldado en la guerra se alegra al leer una carta de su familia en casa, nosotros deberíamos alegrarnos al leer la Biblia, la carta de Dios a sus hijos.
Cuando un niño judío empieza la escuela para aprender a leer la Ley, el maestro pone miel en las primeras letras del alfabeto y el niño lame la página para probar su dulzura. El maestro utiliza esta lección objetiva para que "el niño aprenda a asociar [la Ley] con el deleite y el buen gusto".[1]
La Biblia es la Espada del Espíritu
La Palabra de Dios es nuestra arma en las batallas espirituales (Efesios 6:17). Cuando Jesús se enfrentó a la tentación en el desierto, respondió a los ataques de Satanás citando el Deuteronomio (Mateo 4:1-11).
Las Escrituras nos capacitan para la victoria espiritual y para un ministerio eficaz. A través del estudio de la Biblia, estamos preparados para responder a la falsa doctrina, para establecer nuestras congregaciones en la verdadera doctrina, y para ministrar con eficacia en el mundo de hoy.
Razones inadecuadas para estudiar las Escrituras
► Lee Hebreos 4:12-13.
Hay muchas buenas razones para estudiar las Escrituras, pero a veces la gente lee o estudia las Escrituras con motivaciones equivocadas.
Algunas personas tal vez estudian las Escrituras sólo para reunir pruebas con las que defender su opinión. Tal vez incluso quieran usar el conocimiento para controlar a otros bajo su influencia.
Algunas personas pueden estudiar las Escrituras por razones de orgullo. Tal vez sientan que van a ganar estatus espiritual y ser superiores a otras personas. Tal vez quieren que la gente piense bien de ellos por sus logros. O tal vez suponen que estudiar las Escrituras les ayudará a ganarse el favor de Dios.
Todas estas son razones equivocadas para leer o estudiar las Escrituras. Hebreos 4:12-13 muestra la actitud adecuada hacia las Escrituras. En lugar de utilizar las Escrituras para lograr objetivos egoístas, debemos recordar que es la Palabra de Dios, no la nuestra. Debemos estudiarla con una actitud de reverencia hacia Dios. La Biblia es nuestra autoridad, y debemos someternos a ella. Cuando la enseñemos a otros, debemos hacerlo con humildad.
Cuando estudiamos y enseñamos la Palabra de Dios de esta manera, revela el pecado o error en nuestras vidas y nos muestra cómo alejarnos de él. Cambia nuestras vidas y las vidas de aquellos a quienes servimos y guiamos.
► ¿Qué proceso utilizas actualmente al estudiar un pasaje de las Escrituras? Comenta los pasos específicos que das para encontrar el significado de un texto bíblico.
Samuel estaba de acuerdo en que el estudio de la Biblia es importante. Sin embargo, no sabía cómo estudiar las Escrituras. Necesitaba un método.
Este curso pretende proporcionar un método para el estudio eficaz de la Biblia. Los pastores pueden utilizar estos pasos en la preparación de sermones. Los maestros de Biblia pueden usar estos pasos en la preparación de lecciones bíblicas. Todo creyente puede beneficiarse del uso de este método para su crecimiento espiritual personal.
El método seguido en este curso constará de tres pasos.
Observación
En este paso, nos preguntamos: "¿Qué veo en la Biblia?". En este paso, observamos todos los detalles posibles de la Escritura. Demasiados lectores se saltan la observación y pasan directamente a la interpretación. No podemos entender verdaderamente la Escritura hasta que hayamos observado cuidadosamente lo que dice. En el paso de la observación, nos fijamos en los detalles del propio texto bíblico. Aprenderemos a identificar los detalles que son importantes para el mensaje de la Escritura. En particular, estudiaremos los términos, la estructura, la forma literaria y la atmósfera.
Términos
Cuando estudiamos un libro de la Biblia, buscamos palabras que se utilicen varias veces a lo largo del libro. 1 Juan utiliza alguna forma de la palabra saber más de 30 veces en 5 capítulos. Al estudiar la carta de Juan, podemos comenzar por rastrear esta palabra a lo largo del libro. Una lista de los lugares donde Juan usa la palabra saber nos ayudará a comenzar a interpretar su mensaje. Para entender el mensaje de Juan, podemos preguntarnos: "¿Qué dice Juan que podemos saber?" y "¿Cuáles son las características de los que saben?".
Estructura
Los libros de la Biblia fueron cuidadosamente elaborados bajo la inspiración del Espíritu Santo. Al estudiar un libro como el Evangelio de Juan, descubrirá que Juan organizó su evangelio en torno a siete señales que muestran quién es Jesús. Al observar la estructura del libro, comprendemos mejor el propósito de Juan.
Cuando estudiamos un pasaje, podemos ver que la estructura sigue una historia (como en Lucas 9:28-36). Puede dar razones para una conclusión (como en Romanos 6:1-13). Puede utilizar detalles para ofrecer una lista de puntos (como en Efesios 6:13-18). También hay otros tipos de estructura.
Forma literaria
Pablo escribió cartas muy organizadas que argumentan su punto de vista como un abogado que construye un argumento hasta llegar al clímax. Para leer bien Romanos u otras epístolas, hay que seguir cuidadosamente la lógica de Pablo.
En cambio, Jonás es un breve relato histórico escrito para ilustrar el amor de Dios por todos los hombres. Para leerlo bien, debes preguntarte: "¿Qué hace que esta historia sea sorprendente e inusual?". Entonces estarás preparado para interpretar el libro de Jonás preguntándote: "¿Qué significan los detalles de esta historia?".
Atmósfera
Aquí nos hacemos preguntas como: "¿Dónde estaba Pablo cuando escribió la epístola de Filipenses con su mensaje de gozo?". Estaba en Roma, a la espera de juicio y posible ejecución. La situación nos hace ver las razones por las que Pablo dijo que tenía gozo, porque sentía este gozo a pesar de estar personalmente en una mala situación.
"¿Dónde estaba Juan cuando se abrieron los cielos para revelar el plan eterno de Dios en el libro del Apocalipsis?". Estaba en el exilio en la isla de Patmos. El tiempo de persecución hizo que el mensaje de la victoria de Dios fuera un gran estímulo para la fe.
Interpretación
En este paso, nos preguntamos: "¿Qué quiere decir la Biblia?". Una vez recogidas tantas observaciones como sea posible, buscamos el mensaje de la Escritura. Aprenderemos a encontrar los grandes temas que unen un libro junto con el mensaje de los capítulos y versículos individuales. Preguntaremos: "¿Cuál era el mensaje de este libro para los primeros lectores?". Buscaremos principios que sean verdaderos en todos los tiempos, lugares y culturas.
Aplicación
En este paso, nos preguntamos: "¿Cómo aplico la Biblia a la vida y al ministerio hoy?". No basta con entender el significado sin aplicarlo a nuestras vidas.
En su libro de texto, Howard y William Hendricks sugiere dos preguntas relativas a la aplicación:[1]
1. ¿Cómo me afecta a mí? Examina la aplicación de las Escrituras en mi vida.
2. ¿Cómo funciona para los demás? Examina la aplicación de las Escrituras en la vida de aquellos a quienes ministro.
En Inglaterra hay un profesor universitario que es un erudito muy respetado de la historia de la Iglesia. Académicamente, conoce muy bien la Biblia; personalmente, rechaza cualquier creencia en Dios o en la Palabra de Dios. Este hombre sabe mucho de observación e interpretación. Por desgracia, nunca ha aplicado la verdad de las Escrituras a su vida.
Santiago describió a una persona así: " Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es" (Santiago 1:23-24). El profesor de Inglaterra es un caso extremo; sin embargo, hay muchas personas que saben lo que dicen las Escrituras, pero que no lo viven en la vida diaria. El verdadero estudio de la Biblia debe traducirse en una aplicación práctica.
[1]Howard G. Hendricks y William D. Hendricks, Interpretación bíblica: Una introducción (Weston: Patmos, 2011).
El papel del Espíritu Santo en la interpretación
► ¿Puede un incrédulo comprender el sentido de las Escrituras?
La respuesta a esta pregunta es "Sí, pero sólo parcialmente". En este curso, estudiaremos un proceso para guiar nuestra interpretación. Estos pasos nos ayudarán a entender el mensaje de la Palabra de Dios. La Biblia, leída como cualquier otro libro, revelará mucha verdad a cualquier lector.
Sin embargo, sin la iluminación del Espíritu Santo, la comprensión de una persona siempre será limitada. El estudio intelectual por sí solo nunca puede revelar la verdad espiritual. Pablo escribió:
Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales.Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque son cosas que se disciernen espiritualmente (1 Corintios 2:11-14).
Un incrédulo puede entender parte del mensaje de las Escrituras, pero las verdades profundas de la Biblia se revelan a través de la iluminación del Espíritu Santo. Estudiar las Escrituras es más que obtener información; requiere fe y obediencia. Hasta que no nos sometamos a la autoridad de la Palabra de Dios, el Espíritu de Dios no podrá hacer su obra transformadora en nuestras vidas. Por eso:
1. Nuestro estudio de las Escrituras debe ir precedido de la oración. Debemos pedir al Espíritu Santo que guíe nuestro estudio. Santiago escribió: "si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada" (Santiago 1:5).
2. Nuestro estudio de las Escrituras debe ir seguido de una respuesta personal. El objetivo del estudio de la Biblia es más que la información intelectual; el objetivo es la transformación personal. Si no somos transformados a través de nuestro estudio, hemos perdido el propósito del estudio. Esta transformación viene sólo a través del Espíritu Santo.
En la parábola de Jesús sobre el sembrador y la semilla, algunas semillas cayeron en el camino y se las comieron los pájaros. Algunas semillas no tenían raíz y morían cuando el sol calentaba. Otras fueron ahogadas por los espinos. Pero otra cayó en tierra buena y dio fruto. Jesús explicó que la buena tierra es la persona que escucha y entiende la Palabra (Mateo 13:3-23). Esta parábola muestra que es posible oír la Palabra sin entenderla. Sólo comprendemos plenamente la Palabra de Dios cuando abrimos nuestro corazón a la voz del Espíritu Santo.
Lección 1 Puntos clave
(1) Razones para estudiar la Biblia:
Dios se revela a través de las Escrituras.
La Biblia es una lámpara.
La Biblia es como leche espiritual.
La Biblia es dulce como la miel.
La Biblia es la espada del Espíritu.
(2) Hay tres pasos en el proceso de estudio de la Biblia.
Observación: ¿Qué veo en la Biblia? Estudio:
Términos
Estructura
Forma literaria
Atmósfera
Interpretación: ¿Qué significa la Biblia?
Aplicación: ¿Cómo aplico la Biblia a la vida y al ministerio hoy? Pregunte:
¿Cómo se aplica a mí?
¿Cómo se aplica a los demás?
(3) Debemos tener la iluminación del Espíritu Santo cuando estudiamos la Biblia. Debido a esto
El estudio de las Escrituras debe ir precedido de la oración.
Nuestro estudio de las Escrituras debe ir seguido de una respuesta personal.
Para comenzar el proceso de interpretación, elija uno de los siguientes pasajes de la Escritura.
Deuteronomio 6:1-9
Josué 1:1-9
Mateo 6:25-34
Efesios 3:14-21
Colosenses 3:1-16
Estudiarás esta escritura a lo largo del curso. Para esta primera lección, lee atentamente la Escritura. Toma notas en tres áreas:
1. Observación: Enumera todos los detalles que puedas sobre la escritura que elijas. Dependiendo de la escritura, los detalles serán diferentes. Algunas preguntas que pueden ayudarte son las siguientes:
¿Dónde tuvieron lugar los hechos que se relatan en esta escritura?
¿Quiénes son los personajes de esta escritura?
¿Qué ordena esta escritura?
¿Qué palabras se repiten en esta escritura?
2. Interpretación: En 2-3 frases, resume el mensaje principal del pasaje.
3. Aplicación: Enumera 2-3 maneras en las que puedes aplicar la escritura en tu vida y ministerio.
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