Prepara la lección
1. Lee la lección por completo.
2. Lee el examen para encontrar puntos importantes en los que hacer hincapié.
En la lección, subraya lo que aparece en el examen.
3. Marca otras cosas importantes que quieras que aprendan los estudiantes.
Por ejemplo, encierre en un círculo o ponga una estrella junto a un párrafo clave. Utiliza los objetivos de la lección para decidir qué es lo más importante.
4. Comienza la lección con una pregunta o una historia que despierte el interés de los estudiantes por la lección.
5. Prepara de 2 a 4 preguntas abiertas para formular durante la lección.
Espacie las preguntas para que los estudiantes participen. Por ejemplo, haz una pregunta al principio de la clase y otra a mitad de la clase.
Para fomentar la discusión, las preguntas deben ser abiertas y no cerradas. Por ejemplo, "¿Qué sabes de Isaías?" es una pregunta abierta porque tiene muchas respuestas correctas y es fácil de contestar. "¿Qué años vivió Isaías?" es una pregunta cerrada porque sólo tiene una respuesta correcta.
Presenta la lección
1. Concéntrate en el contenido del libro de texto.
No te limites a leer el libro de texto, pero la mayor parte de lo que digas debe proceder del texto. Los estudiantes necesitan ver que lo que enseñas procede del libro para poder enseñarlo ellos mismos.
Si expones un argumento que no figura en el libro de texto, hazlo breve.
2. Si los estudiantes no te entienden, repita el mismo punto con otras palabras.
Por ejemplo, si un estudiante no entiende cuando usted dice: "somos justificados por la fe en Cristo", entonces podría decir: "Dios nos acepta como justos cuando creemos en Jesús" o "la salvación es un don de Dios que se recibe por la fe".
3. Haga cosas a lo largo de la lección para mantener la atención de sus estudiantes.
Por ejemplo, formule una pregunta o pida a un estudiante que lea un versículo bíblico o un párrafo de la lección.
Concluye la lección
1. Repase los puntos más importantes.
Por ejemplo: "Hoy hemos aprendido..." o "En resumen...".
2. Explique todas las tareas, asegurándose de que los estudiantes entienden las instrucciones.
3. Recuerde a los estudiantes que lean la lección siguiente en preparación para la próxima clase.
Reflexiona sobre la lección
Pregúntate a ti mismo:
1. ¿Qué he hecho bien?
2. ¿Qué debería hacer diferente la próxima vez?
3. ¿Qué he aprendido hoy sobre la enseñanza?
4. ¿He alcanzado los objetivos de la lección?