La iglesia en Tesalónica nació en medio de la persecución. Estos creyentes sabían lo que era sufrir por el nombre de Cristo. Se convirtieron a Cristo porque creyeron la verdad que Pablo les predicó, «que Jesús, a quien yo os anuncio… es el Cristo».[1] Los tesalonicenses eran cristianos valientes, dispuestos a sufrir por su fe.
Debido a la oposición, Pablo sólo pudo quedarse un corto tiempo en Tesalónica. Por esta razón, no pudo instruir completamente a los nuevos creyentes en la doctrina cristiana. Después de que Pablo se fue de Tesalónica, surgieron preguntas acerca del regreso de Cristo. En medio de la persecución, estos nuevos creyentes tenían preguntas sobre su esperanza futura.
Pablo escribió estas dos cartas para animarlos a permanecer fieles y asegurarles que Jesús regresará. Por lo tanto, debían vivir cada día con la expectativa de su regreso.
La iglesia en Tesalónica fue plantada durante el segundo viaje misionero de Pablo. Después de dejar Filipos, Pablo viajó a través de Anfípolis y Apolonia hasta llegar a Tesalónica, a unos 160 kilómetros de distancia de Filipos.
Pablo enseñó en la sinagoga en Tesalónica durante tres días de reposo. Algunos judíos y muchos «griegos piadosos» se convirtieron.[1] En respuesta, un grupo de judíos no creyentes inició una revuelta, y atacaron la casa de Jasón, donde Pablo y Silas estaban hospedados.
A causa del peligro, Pablo y Silas salieron de la ciudad de noche y viajaron hasta Berea, a unos 80 kilómetros de Tesalónica. Cuando los judíos de Tesalónica oyeron que Pablo estaba en Berea, lo siguieron hasta allá y causaron alboroto. Aparentemente, la oposición estaba enfocada en Pablo, porque Silas y Timoteo permanecieron en Berea mientras que Pablo se fue a Atenas.
Desde Atenas, Pablo viajó al este hasta Corinto, donde ministró durante dieciocho meses. Silas y Timoteo se reunieron con Pablo en Corinto y le llevaron noticias de la joven iglesia en Tesalónica.
Pablo escribió 1 Tesalonicenses en respuesta al informe que recibió de Silas y Timoteo. Es probable que haya enviado la carta con Timoteo. Pocos meses después, en respuesta a un nuevo informe, Pablo escribió 2 Tesalonicenses. Ambas cartas fueron escritas entre los años 50 y 51 d.C., durante la estadía de Pablo en Corinto, y se encuentran entre sus primeras cartas, precedidas únicamente por Gálatas.
Pablo y la Iglesia en Tesalónica
50 d.C.
Pablo, Silas y Timoteo predican en Tesalónica (Hechos 17:1-4)
Luego de unas pocas semanas, huyen a Berea (Hechos 17:5-10)
Pablo deja a Silas y a Timoteo en Berea, mientras él viaja a Atenas (Hechos 17:14-15)
Pablo se marcha de Atenas y viaja a Corinto (Hechos 18:16)
Pablo envía a Timoteo a visitar Tesalónica (1 Tes. 3:1)
Pablo se marcha de Atenas y viaja a Corinto (Hechos 18:1)
Silas y Timoteo se reúnen con Pablo en Corinto, llevando noticias de la iglesia en Tesalónica (Hechos 18:5; 1 Tes. 3:6)
50-51 d.C.
Pablo escribe 1 Tesalonicenses en respuesta al informe de Timoteo
Pablo escribe 2 Tesalonicenses para responder más preguntas
[1] En Hechos, la frase «griegos piadosos» se refiere a gentiles que iban a la sinagoga a adorar a Jehová, aunque no se habían convertido totalmente al Judaísmo.
1 Tesalonicenses: Cristo Regresará
Propósito
Cuando Timoteo llegó a Corinto, su informe sobre la iglesia en Tesalónica fue positivo; los nuevos creyentes permanecían fieles al evangelio. Pablo les escribe para animarlos en la fe y también para responder a una pregunta que había surgido en la iglesia. Algunos miembros de la iglesia habían muerto, lo cual despertó preguntas sobre el regreso del Señor. Algunos creyentes temían que los que habían muerto perderían la promesa del regreso de Cristo. Para estos cristianos que estaban enfrentando persecución, era desalentador pensar que su fidelidad pudiera ser en vano. Pablo escribe para animar a los tesalonicenses a permanecer fieles a pesar de la oposición y para asegurarles que Cristo regresará por los que murieron y por los que sigan con vida al momento de su venida.
Contenido
► ¿La idea de la Segunda Venida le produce temor o esperanza? ¿Cómo afecta su diario vivir la doctrina de la Segunda Venida?
Esta carta, escrita poco después del ministerio de Pablo en Tesalónica, es muy personal. Aunque Pablo no menciona nombres, sí incluye detalles de su ministerio en Tesalónica. Está dirigida a creyentes que se convirtieron bajo su ministerio, por lo que su carta revela una profunda compasión por sus hijos espirituales.
Ánimo a Pesar de la Oposición
Cuando Pablo predicó en Tesalónica, le advirtió a la iglesia que vendría persecución.[1] Ahora Pablo escribe para animar a los creyentes que están enfrentando esta persecución. Su mensaje incluye:
Un compromiso de oración (1:2; 3:17-4:5). Pablo quiere que sepan que no los ha olvidado y que continúa orando por ellos ahora que enfrentan oposición.
Un recordatorio del ejemplo de sufrimiento de Pablo (1:4-2:12). Pablo señala el fruto de su propia disposición a perseverar – la conversión de los tesalonicenses. Su ministerio en Tesalónica tuvo un costo personal: persecución por parte de sus enemigos y la necesidad de trabajar en su oficio para auto-sostenerse.[2] Sin embargo, la recompensa bien valía el costo. Estos nuevos creyentes eran su gloria y gozo.[3] Esto debía animar a los tesalonicenses, al saber que sus sufrimientos también traerían la recompensa de Dios.
Acción de gracias por su fidelidad (1:6-10; 3:6-10). Pablo se siente animado por el informe que recibió, y a su vez, anima a los tesalonicenses. Su conversión y su fidelidad en medio del sufrimiento se ha convertido en un ejemplo para «todos los de Macedonia y de Acaya que han creído».[4]
El Regreso de Jesucristo
Pablo se vio forzado a abandonar Tesalónica antes de poder completar su enseñanza. Por esta razón, los nuevos creyentes no habían sido instruidos en lo que respecta a la muerte de los cristianos. Pablo les escribe para enseñarles acerca del regreso de Cristo y de los días finales (4:13-5:11).
La promesa del regreso de Cristo es una gran motivación para los tesalonicenses, pero también les despierta una gran inquietud. Algunos miembros de la iglesia habían muerto antes de ver el cumplimiento de esta promesa. Pablo les asegura que incluso «los que durmieron» verán el regreso del Señor.
En lugar de sufrir como si no tuvieran esperanza, los cristianos deben recordar que cuando el Señor descienda del cielo, «los muertos en Cristo resucitarán primero». Luego «los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos…» y juntos estaremos «siempre con el Señor».[5]
Aunque los tesalonicenses quieren detalles en cuanto a «los tiempos y las ocasiones» del regreso de Cristo, Pablo les asegura que acerca de eso no tienen «necesidad… de que yo os escriba». Más bien, deben enfrentar el futuro con confianza por causa de su fe en Cristo.
Cuando el día del Señor venga «como ladrón en la noche», vendrá destrucción sobre los hijos de las tinieblas. Pero para los «hijos de luz», el día del Señor será un día de «salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo».[6] Para los creyentes, el regreso de Jesús es un mensaje de aliento, no de temor.
Viviendo Diariamente a la Luz del Regreso de Cristo
La enseñanza de Pablo siempre apunta a la aplicación práctica. Esto guía la enseñanza de Pablo sobre escatología.[7] Pablo no está interesado en una especulación vacía en torno al regreso de Cristo.
Luego de asegurar que Cristo regresará por vivos y muertos, Pablo habla de la importancia de vivir día a día preparados para la venida de Cristo. (4:1-12 y 5:1-24). Pablo llama a sus lectores a vivir como «hijos de luz», no como hijos de las tinieblas. Da instrucciones específicas para prepararnos hoy para el regreso de Cristo mañana:
Seguir viviendo de la manera que agrada a Dios (4:1-2).
Vivir vidas sexualmente puras (4:3-8).
Seguir creciendo en amor fraternal (4:9-10).
Ocuparse de sus negocios (4:11).
Trabajar para sostenerse a sí mismos, evitando la vergüenza ante los ojos de los no creyentes (4:11-12).
Velar y ser sobrios (5:6-8).
Animarse y edificarse unos a otros acerca del regreso del Señor (5:9-11).
Respetar a quienes tienen responsabilidades de liderazgo en la iglesia (5:12-13).
Mantener la paz entre los creyentes (5:13).
Corregir a los que no viven correctamente: los ociosos, los de poco ánimo y los débiles (5:14).
Hacer el bien, tanto a los creyentes como a las personas en el mundo que nos rodea (5:15).
Vivir vidas gozosas (5:16).
Vivir vidas de oración continua (5:17).
Vivir vidas de acción de gracias (5:18).
No apagar la obra del Espíritu Santo (5:19).
No rechazar las profecías.[8] Más bien, probar todas las enseñanzas y retener las buenas. (5:20-21).
Abstenerse de toda especie de mal (5:22).
Pablo hace más que dar instrucciones; él ora por estos creyentes, con quienes tiene una relación cercana. Dos oraciones en 1 Tesalonicenses se relacionan con el deseo de Pablo de que vivan a la luz de la venida de Cristo. En 3:11-13, Pablo ora para que estos creyentes crezcan en amor y santidad, preparándose para la venida de Jesús.
Luego en 5:23-24, Pablo ora para que Dios, quien ha reconciliado a los creyentes consigo mismo, (el «Dios de paz») los «santifique por completo». Esto asegura que todo su ser («espíritu, alma y cuerpo») estén preparados para «la venida de nuestro Señor Jesucristo». En una motivación final, Pablo les asegura a sus lectores que esta santificación ocurre por obra de Dios, no por nuestro propio esfuerzo. El que nos llama a santidad es quien nos hace santos.
[9]Ved del cielo descendiendo Al triunfante Redentor; Ya en majestad tremenda; Aparece el Señor, ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! Dios en tierra reinará. Cristo, Rey te adoramos En tu alto tribunal; Gloria, honor te tributamos, Rey de Reyes eternal; ¡Juez Divino! ¡Juez Divino! ¡Juez Divino! Todos te adorarán.
- Himno de Charles Wesley
2 Tesalonicenses: Confusiones Acerca del Regreso de Cristo
Contenido y Propósito
Poco después de haber enviado 1 Tesalonicenses, Pablo supo que había más preguntas acerca de la Segunda Venida. En 2 Tesalonicenses, Pablo responde estas preguntas y de nuevo anima a los tesalonicenses a permanecer fieles y estar listos para el regreso de Cristo. 2 Tesalonicenses explica aún más la enseñanza de Pablo en 1 Tesalonicenses. Pablo aclara la confusión y confronta las malas conductas entre los creyentes.
1 Tesalonicenses
2 Tesalonicenses
Cristo regresará
Cristo no ha regresado aún
Entendiendo el Día del Señor (2 Tesalonicenses 1-2)
En 1 Tesalonicenses, Pablo enseñó que no debemos perder la esperanza por la muerte de los creyentes; Cristo regresará por vivos y muertos. Después de un corto saludo y de una acción de gracias por su creciente fe y amor, 2 Tesalonicenses brinda más instrucción en cuanto al regreso de Cristo. Pablo escribe que la Segunda Venida dará lugar a un tiempo de juicio y de «eterna perdición». Sin embargo, los creyentes no deben temer; el día del juicio también será el día cuando Cristo va a ser «glorificado en sus santos».[1]
En 1 Tesalonicenses, Pablo responde a la idea errónea de que los creyentes que han muerto se van a perder el regreso del Señor. En 2 Tesalonicenses, Pablo responde a la idea de que el Señor ya regresó. En 1 Tesalonicenses, Pablo enseña que Cristo regresará; en 2 Tesalonicenses, Pablo enseña que Cristo aún no ha regresado.
Alguien había afirmado falsamente que el Día del Señor ya había venido. Pablo no sabe con exactitud de dónde salió esta idea: de alguien que afirmaba tener un don de profecía («un espíritu»), de una predicación o de una carta falsa que aparentaba ser de Pablo.[2] Independientemente de cuál fuera la fuente, Pablo les asegura a sus lectores que el Día aún no ha llegado. Dos eventos deben ocurrir antes de Día del Señor: una «apostasía» y la revelación del «hombre de pecado».[3]Estos eventos todavía no han ocurrido. Pablo les asegura que el regreso de Cristo todavía es un evento futuro, y expresa su sorpresa de que hayan olvidado su enseñanza anterior sobre este tema.[4]
Viviendo en Preparación para el Día del Señor (2 Tesalonicenses 3)
Al igual que en 1 Tesalonicenses, la principal preocupación de Pablo en 2 Tesalonicenses es la forma como los cristianos viven cada día a la luz del regreso futuro de Cristo. En 1 Tesalonicenses Pablo enseñó, «Puesto que Cristo va a volver, vivan de este modo…» En 2 Tesalonicenses Pablo enseña, «Puesto que Cristo aún no ha vuelto, sigan viviendo de este modo…».
Mientras esperamos el regreso de Cristo, debemos:
Permanecer firmes en lo que hemos aprendido (2:15).
Evitar la pereza (3:6-12).
Evitar entrometerse en los asuntos de los demás (3:11-12).[5]
Seguir haciendo el bien (3:13).
Amonestar a aquellos que obstinadamente se niegan a someterse a las instrucciones de Pablo (3:14-15).
[5] 2 Tesalonicenses 3:6-12 trata con dos problemas relacionados. Los que no estaban trabajando estaban ocupados entrometiéndose en los asuntos de los otros creyentes. Pablo les dice que hagan su trabajo y que no se involucren en los asuntos ajenos. Si obedecen la primera instrucción, no tendrán tiempo para entrometerse en las vidas de otros.
Hoy en día hay un gran interés en el tema de la escatología y el regreso de Jesús. Supuestos «profetas» intentan predecir el tiempo del regreso del Señor. Libros sobre «códigos bíblicos» pretenden revelar verdades ocultas en las Escrituras. Escritores cristianos publican novelas cuya trama gira en torno a eventos posteriores al regreso de Jesús.
1 y 2 Tesalonicenses muestran un énfasis muy diferente. Estas cartas muestran que debemos preocuparnos más por vivir fielmente hasta que Cristo regrese que por descubrir detalles ocultos de su venida. Pablo no pierde tiempo discutiendo acerca de «los tiempos y las ocasiones». Más bien, él dice, «Cristo regresará. Asegúrense de vivir de la manera que quieren que Él los encuentre a su regreso». Este debe ser el modelo para nuestra predicación acerca del regreso del Señor.
[1]En una ocasión a John Wesley le preguntaron qué haría si supiera que su Señor vendría el siguiente día. Él dijo, «Esta noche me iría a dormir. En la mañana me levantaría y continuaría con mi trabajo, porque quiero que Él me encuentre haciendo lo que me encomendó».
- Citado por G.Campbell Morgan.
Conclusión
En 1998, una secta en Taiwán predijo que Jesús regresaría el 31 de marzo. Algunos cristianos vendieron sus casas y renunciaron a sus trabajos. Se reunieron en una montaña a esperar el regreso de Cristo. Los periódicos en Taiwán publicaron reportajes sobre este grupo y divulgaron su enseñanza. Cuando Jesús no regresó en el tiempo esperado, las iglesias fueron objeto de burla por parte de sus vecinos no creyentes.
Esta no fue la primera vez que una falsa predicción del regreso de Jesús ha puesto a la iglesia en vergüenza. En los Estado Unidos, un libro que predecía el regreso de Jesús en 1988 vendió 5 millones de copias. Algunas estaciones religiosas de radio y televisión transmitieron instrucciones especiales para prepararse para el Rapto.
Más recientemente, Harold Camping predijo que el Rapto sería en el año 2011. Cuando su predicción no se cumplió, nuevamente los no creyentes hicieron burla de los cristianos por creer esta predicción.
Las personas hacen predicciones del Rapto repetidamente – y repetidamente sus predicciones resultan ser falsas. Jesús mismo advirtió acerca de tratar de determinar la fecha de Su regreso.[1] En vez de tratar de predecir la fecha del regreso de Jesús, deberíamos ocuparnos en hacer la obra de nuestro Maestro. Tal como los creyentes de Tesalónica, debemos dedicarnos a vivir de una manera que nos prepare para el regreso de Jesús en cualquier momento.
Demuestre su comprensión de esta lección con las siguientes asignaciones:
(1) Elija una de las siguientes asignaciones:
Después de leer 1 y 2 Tesalonicenses, escriba un ensayo de una página sobre el tema «Viviendo Día a Día a la Luz del Regreso de Cristo». Este debe ser un ensayo práctico que muestre cómo el regreso de Cristo afecta nuestra vida cotidiana.
Prepare un sermón o estudio bíblico sobre la Segunda Venida de Cristo, basado en 1 y 2 Tesalonicenses. Puede escribir un documento de 5 a 6 páginas, o grabar un sermón o estudio.
(2) Haga el examen correspondiente a esta lección. La prueba incluye los versículos asignados para memorizar.
Lección 8 Preguntas de Examen
1. Describa las circunstancias en las cuales fue plantada la iglesia en Tesalónica.
2. Mencione tres formas en las que Pablo anima a la iglesia en Tesalónica en medio de la oposición.
3. ¿Qué les dice Pablo a los Tesalonicenses acerca de los tiempos y las ocasiones del regreso de Cristo?
4. Pablo les da a estos creyentes una motivación específica acerca de la santificación. ¿Qué les dice?
5. Si el mensaje principal de 1 Tesalonicenses es «Cristo regresará», ¿cuál es el mensaje principal de 2 Tesalonicenses?
6. Si seguimos el ejemplo de Pablo, ¿cuál debe ser nuestro énfasis principal al predicar sobre la Segunda Venida?
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