Repaso de la Lección 3
Comenten los puntos principales de la lección 3. Pregunte a los estudiantes quiénes desean compartir sus oraciones personales de la lección 3. Repasen los componentes básicos de la formación espiritual.
Search through all lessons and sections in this course
Searching...
No results found
No matches for ""
Try different keywords or check your spelling
33 min read
by Tim Keep
Comenten los puntos principales de la lección 3. Pregunte a los estudiantes quiénes desean compartir sus oraciones personales de la lección 3. Repasen los componentes básicos de la formación espiritual.
Al finalizar esta lección, el estudiante deberá ser capaz de:
(1) Saber dónde buscar las respuestas a la pregunta “¿Quién es Dios?”
(2) Entender tres importantes formas en las que Dios se revela a sí mismo.
(3) Entender la importancia de conocer a Dios para la formación espiritual.
(4) Articular algunos de los principales atributos de Dios.
(5) Entender cómo Jesús revela perfectamente la naturaleza de Dios.
Desde el momento de la caída en el Edén, el ser humano ha sido tentado a creer lo peor acerca de Dios. Jamás vamos a sentirnos persuadidos a amar o imitar a un Dios en quien no confiamos. A algunos creyentes sinceros se les hace difícil buscar la semejanza de Cristo porque no ven en Jesús las bellezas que otros ven.
Víctimas de Calamidades
Cuando una nación es golpeada por un desastre natural, un acto de terrorismo o una epidemia de alguna enfermedad, algunos líderes espirituales afirman que esos eventos son ocasionados por la ira y el juicio de Dios. Muchos cristianos luchan con esta perspectiva de Dios, especialmente porque en esas situaciones muchos creyentes sufren junto con los incrédulos.
Estudiantes de un Instituto Bíblico
Varios estudiantes de un instituto bíblico se reunían semanalmente con el presidente de la institución para una sesión grupal de discipulado. Durante una de esas reuniones, el mentor les hizo a los estudiantes esta pregunta: “Si Jesús entrara por esa puerta ahora mismo y los mirara directamente, ¿cuál creen ustedes que sería la expresión en su rostro?” A los estudiantes los sorprendió la pregunta, pero los hizo pensar. Dos de ellos creían que Jesús los vería con desilusión. Su expresión diría, “Pueden hacer las cosas mejor.” Al menos uno de los estudiantes dijo que Jesús se vería enojado. Una joven empezó a llorar y sus emociones se alteraron al punto de que no fue capaz de dar una respuesta. ¡Sólo uno de los estudiantes creía que si Jesús entrara por la puerta estaría sonriendo!
Una Joven Esposa y Madre
Tratar de enseñar y discipular a Trisha, una creyente recién convertida, hacia una vida cristiana sólida y satisfactoria no iba a ser fácil. Trisha había crecido en un hogar desintegrado y abusivo, con muy pocos ejemplos positivos. En sus últimos años de adolescencia, entró en contacto con un grupo que se hacía llamar cristiano, donde la recibieron y la hicieron sentir como en familia, pero también le “lavaron el cerebro” y le inculcaron una forma de “Cristianismo” extremadamente distorsionado en el que la gracia era inexistente.
Bajo esta influencia, Trisha nunca se sintió capaz de dar la talla. En lugar de experimentar el gozo de la salvación, constantemente luchaba con la duda, la desesperación y la vergüenza. Se sentía muy confundida espiritualmente. No sabía cómo distinguir las doctrinas esenciales de la Biblia de las doctrinas no esenciales de su iglesia. Cuando ya no pudo soportar la presión, Trisha se fue de esa iglesia y empezó a asistir a la iglesia donde yo estaba pastoreando. Con una voz cansada y abatida, un domingo Trisha se puso de pie y compartió un testimonio, el cual concluyó con estas tristes pero reveladoras palabras: “Estoy haciendo mi mejor esfuerzo para no perder la salvación.” Para Trisha, Dios es muy exigente; servirlo es una carga, porque es imposible complacerlo.
Cuando traté de instruir a Trisha en la verdad del evangelio y en la doctrina de la gracia de Dios, ella me miró con un aire de sospecha. Pienso que quizás ella se preguntó si yo era uno de esos pastores “mundanos” acerca de los que le habían advertido en su primera iglesia. Quizás yo le estaba ofreciendo una versión barata de la vida cristiana. ¡Quizás ser cristiano realmente es muy difícil, y yo sólo estaba tratando de hacerlo parecer fácil!
Una Creyente que Sufre
La esposa de un agricultor muy pobre que conocí en una pequeña aldea en Asia se enfermó repentinamente. Todo su cuerpo se cubrió con unas misteriosas llagas. Sufrió un dolor indescriptible durante semanas. Ninguno de los remedios que le prescribió su doctor le ayudó. Un día, un evangelista de la prosperidad hizo una cruzada cerca de su aldea, y su familia decidió llevarla para que este hombre orara por ella. Él proclamaba que puesto que la enfermedad y el sufrimiento son resultado del pecado, la voluntad de Dios siempre es sanar físicamente. Predicaba que la sanidad física es una bendición que todo creyente puede reclamar, e incluso exigir, como su herencia legítima. Predicaba que quienes tenían suficiente fe y “sembraban una semilla,” recibirían la sanidad de inmediato. En su desesperación, esta pobre mujer dio todo lo que podía; “creyó” sinceramente y oró fervientemente por sanidad. Pero no fue sanada. ¿Por qué? Ella no lo sabía. Quizás no era digna a los ojos de Dios. Su fe fue herida. Se sintió abandonada por Dios.
Una Anciana Creyente
Conozco a una creyente de edad avanzada que es torturada por pensamientos negativos acerca de Dios. Ella cree que las cosas malas que le suceden son el resultado del castigo de Dios por no obedecer lo que él pone en su corazón. En una ocasión, ella sintió que Dios le dijo que fuera a cierta reunión de avivamiento, pero ella y su esposo no se estaban sintiendo bien, así que decidieron no asistir. Días después, esta mujer se cayó y se fracturó un brazo. Ella estaba segura de que ese había sido el castigo de Dios por su “desobediencia.” Esta preciosa hermana vive bajo una terrible ansiedad.
Un Agricultor en Asia
Recientemente me contaron la historia de un agricultor en las Filipinas que confesó su enojo y su confusión ante su iglesia. “¡No lo entiendo!” exclamó este hombre. “¿Por qué mi cosecha de cebolla resultó escasa y enferma, mientras mi vecino, que no es cristiano, tuvo una cosecha sana y abundante? ¡Me parece que Dios es injusto! Yo soy cristiano. ¿No debería Dios prosperar mis cebollas más que las de mi vecino?”
Un Grupo de Adolescentes en México
A un grupo de adolescentes en México les prohibieron practicar deportes en la propiedad de la iglesia. De vez en cuando les recuerdan, “¡Este es terreno sagrado! Si ustedes quieren jugar, ¡tendrán que hacerlo lejos de la casa de Dios!” Los líderes de esta congregación, así como los muchachos, están confundidos con respecto a la espiritualidad. Muchos de los jóvenes que han crecido en esta iglesia local se están apartando de Dios.
► ¿Qué es lo que las personas de estas historias creen acerca de Dios? ¿Cómo perciben ellos la forma como Dios actúa en sus vidas?
Sin duda alguna, la mayor influencia en nuestra formación espiritual es nuestra percepción de Dios. La perspectiva que usted tiene de Dios está impactando fuertemente su vida ahora mismo. Está impactando lo que usted piensa de su persona. Está impactando sus relaciones con otras personas. Está impactando su relación con Dios. Lea detenidamente estas palabras de A.W. Tozer:
“Nada retuerce y deforma el alma más que un concepto bajo o indigno de Dios. Ciertas sectas, como los fariseos, al tiempo que sostenían que Dios era duro y severo, lograban mantener un alto nivel de moralidad externa; pero su justicia sólo era externa… El Dios de los fariseos era un Dios con el que no era fácil vivir, por lo que su religión se volvió sombría, dura y sin amor…
“Qué bueno sería si pudiéramos entender que es fácil vivir con Dios. Él conoce nuestra condición y se acuerda de que somos polvo. Es verdad que en ocasiones nos castiga, pero hasta eso lo hace con una sonrisa – la tierna y orgullosa sonrisa de un Padre que se complace en un hijo imperfecto pero prometedor, y que cada día se parece más a Aquel cuyo hijo es.”[1]
Lo que creemos acerca de Dios es importante.
¡Lo que creemos acerca de Dios realmente importa!
[1] A.W. Tozer, “God is the Most Winsome of All Beings” en Renewed Day by Day (Volume 1). Obtenido de https://dailytozer.wordpress.com/2012/09/01/god-is-the-most-winsome-of-all-beings 12 de septiembre de 2020.
[2] Juan 9:3; Lucas 13:2, 5.
La pregunta que queremos ayudar a responder en esta lección es: ¿Cómo empezamos a desarrollar una percepción sana de Dios? ¿Cómo podemos desarrollar la capacidad de escuchar y ver a Dios más claramente?
Dios es el mismo por la eternidad, pero nuestra visión ha sido empañada por nubes: nubes de tradición, nubes de conceptos erróneos, nubes de pecado, nubes de orgullo, y algunas veces, nubes de abuso espiritual. Hemos desarrollado nuestra imagen de Dios a partir de información que hemos obtenido de nuestra familia, nuestra iglesia y de la cultura que nos rodea. No todo lo que hemos aprendido es erróneo, por supuesto, pero cierta parte lo es. De modo que en la vida de cada persona, la imagen de Dios se ha distorsionado de algún modo. El enemigo de nuestra alma se ha asegurado de que así sea. La formación espiritual puede ayudar a erradicar todo lo que oculta el verdadero rostro de Dios.
Cuando yo era niño, viví con mi familia durante algún tiempo en el hermoso estado de Washington. Uno de mis recuerdos favoritos de aquellos días ocurrió cuando visitamos el Monte Rainier, una majestuosa montaña de 4,392 metros de altura, cuyo pico, en un día despejado, probablemente puede verse a cien millas a la distancia.
Un día mi padre nos llevó en auto a través de las faldas del Monte Rainier. Estábamos decepcionados porque no habíamos podido ver la cima en todo el día, pues estaba cubierta por nubes. Recuerdo que miré por la ventana del asiento de atrás de nuestra camioneta café, esperando poder ver aunque fuera una pequeña parte de la cima, cuando de repente las nubes se fueron, ¡y ahí estaba! ¡Fue indescriptiblemente glorioso! Hasta este día, no puedo encontrar las palabras para describir la vista tan asombrosa de la cima de esa montaña suspendida en el cielo azul, a dos kilómetros por encima de nosotros.
Es un día maravilloso en la vida del creyente cuando las nubes desaparecen y puede ver a Dios – ¡a Dios revelado de la manera más hermosa y perfecta en Jesús!
En esta lección vamos a aprender que una percepción más clara y más sana de Dios se puede formar de varias maneras:
Luego aprenderemos a llevar cautivo cada día todo pensamiento y hacerlo obediente a la verdad que Dios ha revelado acerca de sí mismo.
Hay muchas maneras en las que Dios se revela al ser humano. Dios se revela a sí mismo cada día en las bellezas y maravillas del mundo que él ha creado y sustenta. Los cielos declaran su gloria y la obra de sus manos.[1] La fascinante variedad de criaturas que existen la tierra, sus majestuosas montañas y claros riachuelos, sus vastos océanos y abundante vegetación, su intrincado diseño y sus fascinantes misterios, todo nos habla de su sabiduría,[2] su poder y su naturaleza divina.[3] La propia mente de Jesús se asombraba por el mundo que había hecho, y constantemente se refería a él en sus enseñanzas.[4] Pero en esta lección nos vamos a concentrar principalmente en la más perfecta revelación de Dios.
Dios Se Revela a Sí Mismo en la Biblia a Través de Sus Atributos
Es importante estudiar las formas que Dios ha escogido para describirse a sí mismo. Veamos el siguiente pasaje como ejemplo:
“Pasando delante de él, proclamó: ‘El SEÑOR, el SEÑOR, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad.’”[5]
Este pasaje es uno de los mejores lugares en toda la Biblia donde podemos captar una idea de los gloriosos atributos de Dios. En este pasaje, Moisés, el amigo de Dios,[6] le pidió a Dios que le mostrara su gloria. ¡Esa es una petición osada! Dios respondió,
“Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti… y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.”[7]
Aunque Moisés sólo pudo ver la espalda de Dios, y no toda su gloria – su rostro – ese día,[8] la revelación de Dios fue tan sagrada, tan hermosa y fascinante, que Moisés “bajó la cabeza hacia el suelo y adoró.” En lugar de hacer huir a Moisés, esta visión de Dios hizo que Moisés le rogara a Dios que fuera con su pueblo; Moisés suplicó, “…perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad.”[9] ¡Moisés quería pertenecer a este Dios!
► Mientras medita en oración sobre los siguientes atributos de Dios revelados a Moisés en el Monte Sinaí, hágase la siguiente pregunta: ¿Es el Dios que vio Moisés el mismo Dios que conozco en mi mente y mi corazón?
(1) SEÑOR – “Yahweh”
Moisés aprendió que Dios es “el SEÑOR.” Cuando la palabra SEÑOR está escrita en mayúscula, indica el nombre personal del Dios de Israel – Yahweh. Yahweh es el Dios que ama, provee, defiende y disciplina al pueblo que es su heredad.
(2) Clemente
El primer atributo de Yahweh que se menciona en este pasaje es que él es un Dios “clemente,” lo que significa que él hace cosas a favor de las personas que éstas no merecen y va más allá de lo que podría esperarse para concederles su bondad y su favor.
(3) Compasivo
En segundo lugar, Yahweh se describe a sí mismo como “compasivo,” lo que significa que verdaderamente se interesa por los seres humanos y que mantiene hacia ellos una tierna actitud de empatía y misericordia.
(4) Lento para la ira
En tercer lugar, Yahweh se describe a sí mismo como “lento para la ira,” lo que significa que él tiene paciencia con los fracasos y las conductas menos que apropiadas de las personas, incluyendo su fracaso moral. ¡Yahweh es el Dios de la segunda oportunidad!
(5) Amor
En cuarto lugar, Yahweh afirma que él es “grande en amor.” El término hebreo hesed, que se traduce como amor (NVI) o misericordia (RVR 1960), se usa 175 veces en la Biblia en referencia a Dios. Habla de su amor y su bondad inmerecidos e inconmovibles. Es una palabra que habla de la devoción compasiva, amorosa e infinita de un miembro de una relación de pacto hacia el otro. A pesar de lo inconstantes y poco confiables que los seres humanos pueden ser en su relación con Dios, podemos contar con él en toda situación y en todo tiempo, sabiendo que él será completamente fiel a sus promesas.
(6) Fidelidad
Finalmente, Dios se describe a sí mismo como “grande en fidelidad,” lo que significa que todo lo que él dice es correcto, verdadero y digno de confianza hasta el extremo de asuntos de vida o muerte, o más aun, asuntos de vida eterna o muerte eterna.[10]
► Tome un tiempo para meditar en estos atributos de Dios y pregúntese si describen al Dios que usted tiene en su mente. ¿Le parece Dios tan maravilloso como le pareció a Moisés?
[1] Salmo 19:1.
[2] Salmo 104:24. Este capítulo es, en su totalidad, una hermosa descripción de Dios como creador y sustentador del mundo.
[3] Romanos 1:20.
[4] Mateo 6:26-29 como un ejemplo.
[5] Éxodo 34:6 (NVI).
[6] Éxodo 33:11.
[7] Éxodo 33:19; 22.
[8] Éxodo 33:23.
[9] Éxodo 34:9.
[10] Stuart, D. K. (2006). Éxodo (Vol. 2, pp. 715–716). Nashville: Broadman & Holman Publishers.
Jesús Es la Gloria de Dios
► Lea detenidamente Juan 1:14-18.
En este pasaje, Juan nos dice que la gloria de Dios que Moisés no pudo ver, y que no le fue permitido ver, la hemos visto nosotros en la revelación de Jesús:
“Y aquel Verbo [que “era con Dios” y “era Dios”[1]] fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria…) Porque de su plenitud tomamos todos… A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”[2]
En estos versículos, Juan enseña la asombrosa verdad de que Jesús es la revelación plena de la gloria de Dios y que Jesús, quien estaba “en el seno del Padre,” es decir, que está en unión con el Padre y lo conoce íntimamente, vino a nuestro mundo para darlo a conocer; no sólo para que sepamos acerca de él, sino para que lo conozcamos íntimamente.
El nombre Padre se revela más plenamente en los Evangelios. El Nuevo Testamento revela que por medio de la fe en Cristo, Dios se convierte en nuestro Padre – un nombre que en el Antiguo Testamento se utiliza sólo 15 veces para referirse a Dios, ¡mientras que en el Nuevo Testamento se utiliza 245 veces! Como nombre de Dios, la palabra Padre enfatiza el cuidado amoroso de Dios, su provisión, disciplina, y la forma como nos dirigimos a Dios en oración. ¡Por medio de Jesús, somos traídos a comunión con Dios el Padre![3]
En Jesús, Dios nos dio más que sus nombres y atributos. ¡Él se dio a sí mismo! Nos dio una revelación de sí mismo que pudiéramos ver con nuestros ojos, escuchar con nuestros oídos y tocar con nuestras manos.[4]
Jesús Hace Visible la Naturaleza de Dios
“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.”[5]
► ¿Qué cree usted que significa la frase, “la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”?
Lo que este versículo significa es que Dios ha iluminado el corazón de cada creyente verdadero para ver en Jesús todos los atributos y toda la excelencia de Dios. En Jesús, la gloria del Dios trino se manifestó en carne y sangre.
Cuando comprendemos que Dios se reveló plenamente en la persona de Jesús, este conocimiento se convierte en la mayor influencia espiritualmente formativa en nuestra vida. ¿Por qué? Porque en tiempos de confusión acerca de Dios y sus caminos, vamos a aprender a encontrar respuestas en la vida y la enseñanza de Jesús.
La revelación más completa de Dios no se encuentra en su creación, ni en sus nombres o atributos. Estas son revelaciones maravillosas y verdaderas. Pero la revelación más completa de Dios se encuentra en la persona del Señor Jesucristo. Quienes reciben y entienden esta asombrosa verdad se encuentran a sí mismos en un camino de libertad, sanidad y plenitud.
Todo lo que Dios es, Jesús lo es. Cada atributo de Dios es también un atributo de Jesús. Cada nombre de Dios es un nombre de Jesús. Por lo tanto, cualquier concepto de Dios en mi mente que no sea consistente con la persona, la obra redentora y la enseñanza del Señor Jesucristo, tal como se enseña en la Palabra de Dios, es un concepto falso de Dios.
El Dios del Antiguo Testamento y el Dios del Nuevo Testamento son el mismo. Pero sólo en la encarnación, sólo en el evangelio se puede entender claramente a Dios.
Jesús revela que Dios es amor santo – que él es bueno, paciente, digno de confianza, generoso, fiel, santo, justo y mucho más.
► Dedique unos minutos para pensar en las influencias formativas en su vida. ¿Cómo piensa usted que su familia, su iglesia y su cultura han moldeado su entendimiento de Dios? ¿Y de usted mismo? ¿Hay cosas que mi familia o mi iglesia me enseñaron acerca de Dios que no son consistentes con la vida y la enseñanza de Jesús?
Jesús Es El Intérprete de Dios
Cuando viajo a otros países por lo general necesito un intérprete. ¿Por qué? No es porque los otros idiomas no tengan sentido, sino porque ¡para mí no tienen sentido! Mi cerebro no ha aprendido a interpretar los distintos sonidos y expresiones, así que necesito que alguien que los entienda los interprete para mí. He aprendido que los mejores intérpretes son personas que no sólo entienden mi idioma y mi cultura, sino personas nativas de la cultura y el idioma que quiero entender. Los hablantes nativos pueden entender e interpretar su cultura en formas que los extranjeros no pueden. Del mismo modo, los profetas, sacerdotes y poetas de Dios fueron divinamente inspirados para explicar la naturaleza, los caminos y la voluntad de Dios. Ellos hicieron un gran trabajo. Pero sólo Dios puede revelar y explicar plenamente a Dios; es por eso que Jesús, el Dios hombre, nativo del cielo, vino a la tierra. En él y por medio de él, Dios pudo finalmente ser escuchado, visto y palpado en carne y sangre. Sólo a través de Jesús, el hombre pecador puede ser reconciliado con Dios.
Una Experiencia Personal
“El proceso de formación espiritual en Cristo consiste en reemplazar progresivamente… las imágenes e ideas destructivas con las imágenes e ideas que llenaban la mente de Jesús mismo.”[6]
Tuve la bendición de tener una crianza maravillosa. Mi niñez estuvo llena de personas santas y realmente buenas, incluyendo a mis padres, quienes me amaron, me instruyeron en la Palabra de Dios y me dieron ejemplos maravillosos para seguir. Desafortunadamente, cuando era joven escuché a algunos predicadores y maestros que enseñaban un evangelio distorsionado. Su mensaje produjo en mí confusión, desconfianza de los maestros bíblicos que enseñaban la sana doctrina, y cierto grado de inseguridad espiritual (incluso algunas luchas con un falso sentido de culpa y vergüenza).
Recuerdo un período en los inicios de mi caminar con Dios cuando dije, “Padre, no puedo entender todas estas voces y opiniones. Mi iglesia enseña una cosa, y otras iglesias enseñan otra. Un maestro de la Biblia dice una cosa, y otro maestro lo contradice. ¿Quién está en lo correcto, Señor? ¡Quiero conocer la verdad!”
Durante esta etapa de búsqueda de respuestas, poco a poco empecé a entender que una de las razones principales por las que Dios envió a su Hijo al mundo fue para aclarar toda mi confusión acerca de Dios. Desde la niñez yo había aprendido que Jesús es Dios, pero no había comprendido por completo que Jesús vino para revelar completamente cómo es Dios. El Espíritu Santo empezó a despertar ciertos pasajes en mi corazón, pasajes como los siguientes:
Finalmente logré comprender que Jesús en verdad es Dios en la carne, la revelación completa y definitiva de Dios, y que podía confiar en que él me ayudaría a entender a Dios y sus caminos. Empecé a entender que Dios se había revelado a sí mismo progresivamente a lo largo de la historia bíblica, pero que Jesús era, y es, la perfecta y completa revelación de Dios en carne y sangre.[10]
Entendí que a través de toda la historia del Antiguo Testamento, Dios le enseñó a la humanidad acerca de sí mismo, y especialmente de su amor redentor. Dios habló a través de la creación del mundo; a través del Jardín del Edén; a través de sus caminatas por el jardín con Adán y Eva; a través de la promesa de un Salvador, aun después de la caída; a través de las túnicas de piel hechas por Dios para cubrir a Adán y Eva; a través del arca de Noé con una sola puerta; a través de su pacto con Abraham y sus descendientes; a través de la liberación de su pueblo escogido al cruzar el Mar Rojo; a través de su majestuosa presencia en el Monte Sinaí; a través de su santa ley; a través de su hermoso tabernáculo con todos sus símbolos de redención, su sacerdocio ungido, sus sacrificios de sangre y su gloria; a través de sus juicios contra la rebelión; a través de su milagrosa provisión de maná y de agua de la roca que Moisés golpeó; a través de sus victorias sobre las naciones paganas; a través de la Tierra Prometida; y a través de sus mensajes de juicio y esperanza comunicados por medio de los profetas y poetas de Israel. Cada vez que Dios hablaba, estaba guiando al ser humano pecador hacia un Salvador libre de pecado que redimiría a la humanidad caída y la restauraría a la comunión con Dios. Por lo tanto, la única manera en la que podemos realmente entender cualquier cosa en la Biblia es conocer a Jesús. Todo en la Biblia apunta hacia Jesús. Él es el principio y el fin de todas las cosas.
Cuando el Señor Jesús se convirtió en el punto focal de mi vida como joven, poco a poco las nubes de confusión empezaron a disiparse. Con la ayuda del Espíritu Santo, empecé a poner a prueba las enseñanzas que escuchaba, así como mi propio entendimiento de Dios, con la pregunta: ¿Es esta enseñanza y creencia consistente con la verdad que Jesús revela acerca de Dios?[11]
También me preguntaba: ¿Qué significó para los discípulos seguir a Jesús hace dos mil años? ¿Qué significa seguir a Jesús ahora? Poco a poco, las voces confusas y conflictivas de los hombres empezaron a apagarse; empecé a escuchar la voz del Pastor. Por la gracia de Dios y el consejo de mentores sabios, empecé a redescubrir la belleza y la sencillez de seguir a Jesucristo.
Dios Se Revela en Los Relatos de la Vida de Jesús
Hay imágenes de Jesús en los Evangelios que nos ayudan a enmarcar nuestro entendimiento de quién es Dios. En una de estas imágenes lo encontramos sentado a la mesa con pecadores. En otra imagen vemos a niños felices subiendo en su regazo, sin temor alguno. En otra imagen lo vemos agachado en la arena a la orilla del mar asando pescado para sus discípulos, que estaban exhaustos. Me encanta el relato bíblico de Jesús caminando con dos discípulos y explicándoles las Escrituras en el camino a Emaús. Hay muchas imágenes de Jesús durante la Semana de la Pasión: lavando los pies de sus discípulos, partiendo el pan y sirviendo el vino, postrado sobre su rostro en el huerto de Getsemaní, guardando silencio ante sus acusadores, y enfrentando voluntariamente la cruz. Cada una de estas imágenes tiene algo que decir acerca de quién es Dios en su amor redentor.
Las lecciones más importantes que podemos aprender acerca de Dios las aprenderemos más claramente a partir de los relatos de la vida de Jesús y de sus enseñanzas.
Estas son sólo algunas de las lecciones que Jesús claramente nos enseña a medida que lo conocemos.
► Piensen en las historias dolorosas al inicio de este capítulo y comenten de qué manera lo que han aprendido en esta lección podría ayudar a las personas que luchan con un concepto erróneo de Dios.
[1] Juan 1:1.
[2] Juan 1:1; 14; 16; 18.
[3] Mateo 7:11; Santiago 1:7; Hebreos 12:5-11; Juan 15:6; 16:23; Romanos 8:14-17; Gálatas 4:4-7; Efesios. 2:18; 3:15; 1 Tesalonicenses 3:11.
[4] 1 Juan 1:1.
[5] 2 Corintios 4:6 (énfasis agregado).
[6] Cita de Dallas Willard en: James Bryan Smith, The Good and Beautiful God (El Dios Bueno y Hermoso) Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 2009, 75.
[7] Juan 14:9 (énfasis agregado).
[8] Colosenses 1:15 (énfasis agregado).
[9] Colosenses 1:19 (énfasis agregado).
[10] Hebreos 1:1-3.
[11] Una expresión tomada de James Bryan Smith, The Good and Beautiful God (El Dios Bueno y Hermoso) Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press.
Si bien es cierto que nuestras experiencias siempre deben confrontarse con la Palabra de Dios, Dios quiere revelarse a sí mismo en el contexto de la vida cotidiana.
En la Biblia vemos que Abraham aprendió acerca de la fidelidad de Dios a medida que caminó con Dios en fe mientras enfrentaba conflictos, hambruna y su propio temor. Jacob aprendió sobre la gracia purificadora de Dios cuando enfrentó las consecuencias de su propia naturaleza engañosa (las consecuencias eran el ejército de 400 hombres de su hermano) y cuando luchó con Dios por una bendición. José pudo conocer la profundidad del amor perdonador de Dios cuando fue esclavo en Egipto. El joven David aprendió sobre el poder de Dios en la debilidad cuando corrió a enfrentar a Goliat con una honda y cinco piedras. Moisés aprendió sobre la gloria de Dios cuando estuvo con él en la montaña. Jesús aprendió la obediencia a través de las cosas que sufrió. Los discípulos aprendieron sobre el odio de Dios hacia el pecado al contemplar la pasión y muerte de Jesús; aprendieron de su asombrosa gracia y su poder divino mientras cumplían la Gran Comisión.
Tal como ellos, nosotros podemos aprender más acerca de Dios a medida que caminamos con el día a día. Hay muchas bellezas en Dios que no vamos a ver hasta que los ojos de nuestro corazón sean abiertos a través de la dificultad, a través de algunos desafíos y obstáculos en nuestro caminar con él. Hay muchas verdades dolorosas acerca de nosotros mismos que no logramos ver hasta que enfrentamos problemas. Así que no se apresure. Nunca se desespere. Cada paso en nuestro caminar con Jesús es una aventura cuyo propósito es conformarnos a su imagen.[1] Si tenemos ojos para ver y oídos para oír, entonces cada prueba, cada malentendido y cada experiencia se convertirán en nuestros maestros.
Jamás seremos formados en la virtud del amor simplemente leyendo o escuchando un sermón sobre ella, o asistiendo a una conferencia acerca del amor. El conocimiento que obtenemos a través de la lectura, la predicación y las conferencias es importante; pero la experiencia es la mejor maestra.
Yo sé que Dios es soberano porque en un momento de crisis en nuestro caminar como familia llegamos a estar profundamente conscientes de ello. Durante una breve visita a los Estados Unidos desde las Filipinas, nuestro hijo Jesse, que tenía sólo cinco semanas, fue diagnosticado con cáncer. No habíamos planeado ese viaje a los Estados Unidos, pero me llamaron de la corte para testificar en un juicio sobre un crimen ocurrido en las calles, del que yo había sido testigo un año antes. Si no hubiéramos viajado a los Estados Unidos, no habríamos tenido la ayuda médica que Jesse necesitaba. En el auto, en camino a la casa de los padres de mi esposa, nuestros corazones estaban inundados con alabanza y una profunda conciencia de la soberanía de Dios. La forma tan cuidadosa en la que Dios ordenó nuestros pasos, dispuso el tiempo del nacimiento de Jesse, movió montañas en la Embajada de los Estados Unidos en Manila, y nos preparó para ese momento, fue más reconfortante de lo que las palabras pueden expresar.
Yo sé que Dios es todopoderoso, porque lo he experimentado. En una ocasión, cuando estaba con mi familia sirviendo al Señor en otro país, mi esposa y yo nos despertamos a mitad de la noche y sentimos una aterradora presencia maligna en nuestra habitación. En ese mismo momento, Timothy, nuestro hijo de ocho años, entró a la habitación llorando con su mano en la garganta, diciendo que sentía que algo lo estaba asfixiando. ¡Estábamos asustados! En desesperación, tomé mi Biblia, la abrí en el Salmo 91 y empecé a leer, “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente (El Shaddai)…” Para cuando terminé de leer todo el salmo, la paz de Dios había disipado por completo la oscuridad, y Timothy estaba dormido en el piso.
¡Debemos experimentar a Dios! Por nuestro propio bien, y por el bien de nuestros hijos y nietos, debemos aprender quién es Dios a través de la experiencia personal.
► Pídales a los estudiantes que compartan algunas formas en las que han experimentado a Dios. Asegúrese de confrontar cada experiencia con la clara revelación de las Sagradas Escrituras.
[1] Romanos 5:3.
(1) Dedique al menos treinta minutos durante la semana para repasar esta lección, incluyendo los pasajes de referencia, y pídale al Espíritu Santo que le hable y le revele su Palabra.
(2) Anote en su diario cualquier cambio específico que deba hacer en su vida, según el Señor se lo revele.
(3) Medite en al menos un salmo durante su tiempo devocional diario, y escriba en su diario lo que el salmista dice acerca de la naturaleza y el carácter de Dios.
(4) Escriba en su diario una oración personal relacionada con su crecimiento y transformación espiritual basada en lo que aprendió en esta lección.
(5) Practique usando la Guía de Oración Diaria del Dr. Brown en su tiempo de oración privada cada día.
(1) ¿Cuáles son las tres claves para desarrollar un concepto sano de Dios que se mencionan en la Lección 4?
(2) Defina brevemente los atributos de Dios que se mencionan en Éxodo 34:4-11.
(3) Mencione algunos pasajes de la Biblia que demuestran que Jesús es la plena revelación de Dios.
SGC exists to equip rising Christian leaders around the world by providing free, high-quality theological resources. We gladly grant permission for you to print and distribute our courses under these simple guidelines:
All materials remain the copyrighted property of Shepherds Global Classroom. We simply ask that you honor the integrity of the content and mission.
Questions? Reach out to us anytime at info@shepherdsglobal.org
Total
$21.99By submitting your contact info, you agree to receive occasional email updates about this ministry.
Download audio files for offline listening
No audio files are available for this course yet.
Check back soon or visit our audio courses page.
Share this free course with others