Al finalizar esta lección, el estudiante deberá ser capaz de:
(1) Entender la doctrina de inspiración.
(2) Identificar los estándares que guiaron la formación del canon del Antiguo Testamento.
(3) Confiar en el texto del Antiguo Testamento tal como lo hemos recibido.
(4) Apreciar el valor del Antiguo Testamento en la vida del cristiano.
Introducción
Lea el Salmo 119
Memorice el Salmo 19:7-11
► En el último año, ¿con cuánta frecuencia ha predicado usted sobre el Antiguo Testamento? ¿Cuán importante es el Antiguo Testamento en las reuniones de su iglesia?
La teología cristiana enseña la inspiración de toda la Escritura. Sin embargo, en la práctica, a menudo ignoramos grandes secciones de la Palabra de Dios. Si en verdad creemos que “toda la Escritura es inspirada por Dios,”[1] debemos valorar el Antiguo Testamento tanto como valoramos el Nuevo Testamento. Debemos estudiar y predicar el Antiguo Testamento como la Palabra de Dios.
Debido a la distancia que separa el mundo del Antiguo Testamento y el mundo del siglo XXI, el Antiguo Testamento puede ser difícil para los lectores modernos. El propósito de este curso es proveer una introducción a cada libro del Antiguo Testamento. Aunque es imposible estudiar todo el Antiguo Testamento en detalle en un curso tan breve, usted podrá obtener información acerca del trasfondo de estos libros que le ayudará a comprenderlos mejor, y obtendrá un panorama general de los temas principales de cada libro. Dos áreas en las que nos enfocaremos en este curso son cómo el Antiguo Testamento se relaciona con el mensaje del Nuevo Testamento, y cómo el Antiguo Testamento habla a la iglesia hoy en día.
En esta primera lección, vamos a estudiar cuestiones de trasfondo que afectan nuestra comprensión del Antiguo Testamento. Vamos a considerar tres preguntas relacionadas con el Antiguo Testamento:
¿Cuáles libros pueden ser aceptados como Palabra de Dios? Canon.
¿Cómo fue comunicado el Antiguo Testamento a la humanidad? Inspiración.
¿El texto que hemos recibido es fiel a los manuscritos originales? Integridad Textual.
El canon de la Biblia es un tema importante para el cristiano. ¿Cómo sabemos que los libros del Antiguo Testamento son en verdad Palabra de Dios? El concepto de canon responde la pegunta “¿Cuáles libros son la Palabra de Dios para el pueblo de Dios?”
El término canon viene del término griego que significa “norma” o “estándar.” El canon del Antiguo Testamento consiste en los libros que cumplen con el estándar utilizado por los rabinos judíos para determinar aquellos escritos que eran verdaderamente Palabra de Dios. Estos estudiosos aplicaban tres pruebas a los libros que se señalaban como parte de las Escrituras.[1] Los libros del canon son aquellos que cumplen con los tres estándares.
Autor. El libro fue escrito por una persona que recibió un don de profeta. Estos libros transmiten el mensaje de Dios por medio de un autor humano.
Audiencia. El libro fue dirigido a todas las generaciones. Incluso aquellos libros como los Profetas Menores, que comunican una advertencia de parte de Dios a un grupo específico de personas, tienen un mensaje para todos los pueblos y todas las épocas.
Mensaje. El mensaje del libro no presenta conflicto con la revelación bíblica anterior.
El canon de la Biblia hebrea había sido ampliamente aceptado alrededor del año 165 A.C., cuando Judas Macabeo hizo una lista de las Escrituras judías. Cuando los rabinos se reunieron en el Concilio de Jamnia en el año 90 D.C. para analizar el canon, confirmaron una lista que había sido aceptada por más de 200 años.
Los rabinos dividieron la Biblia hebrea en tres secciones:
1. La Ley(Torah), que contiene los cinco libros de Moisés.
2. Los Profetas, que sedivide en dos sub-categorías:
Profetas Anteriores – Josué, Jueces, Samuel, y Reyes.
Profetas Posteriores – Isaías, Jeremías, Ezequiel, y “Los Doce.”[2]
3. Los Escritos, que incluyen libros asociados con los festivales judíos y libros que no pertenecían a ninguna de las dos categorías anteriores:
Libros Poéticos – Salmos, Proverbios, Job.
“Los Cinco Rollos” (Meguilot) – Cantar de los Cantares, Rut, Lamentaciones, Ester y Eclesiastés.
Libros Históricos – Daniel, Esdras, Nehemías, y Crónicas.
Los cristianos dividen el Antiguo Testamento en cinco secciones:[3]
El Pentateuco consiste en los cinco libros de Moisés.
Los libros históricos incluyen desde Josué hasta Ester.
Poesía y Sabiduría incluyen desde Job hasta Cantar de los Cantares.
Los Profetas Mayores abarcan desde Isaías hasta Daniel.
Los Profetas Menores son los últimos doce libros del Antiguo Testamento.
[1] Aunque el canon del Antiguo Testamento fue aprobado por las autoridades judías, la iglesia primitiva también aceptó esta lista. Alrededor del siglo IV, el canon oficial de la iglesia cristiana incluía los treinta y nueve libros del Antiguo Testamento.
[2] El “Libro de los Doce” consiste en los libros de los doce Profetas Menores en la Biblia en Español.
[3] En el Antiguo Testamento, los cristianos reconocemos los mismos libros inspirados que contiene la Biblia hebrea. Simplemente los dividimos en categorías diferentes.
Inspiración
Pablo escribió que toda la Escritura es “inspirada por Dios”; ha sido “dada por inspiración de Dios.”[1] Este versículo enseña que Dios es el autor de toda la Escritura. La doctrina de la inspiración divina significa que Dios inspiró sus palabras en las mentes de los autores humanos, quienes escribieron lo que Dios les inspiró.
La inspiración divina es más que la inspiración que un artista o compositor recibe cuando crean una obra de arte o una pieza musical. La inspiración de la Biblia significa que Dios habló sus palabras a través del vocabulario y el estilo del autor humano. Más que inspirar los pensamientos del autor, las palabras mismas fueron inspiradas por Dios.
Dios inspiró las palabras de la Biblia de diferentes maneras en distintas épocas. Algunas veces Dios habló en forma audible, dictando las palabras de las Escrituras.[2] Otras veces Dios habló a través de sueños y visiones.[3] En muchos casos, la Biblia no nos dice cómo Dios inspiró al autor. Pedro escribió que los autores bíblicos fueron “inspirados” por el Espíritu Santo.[4] Las palabras de las Sagradas Escrituras son confiables porque Dios mismo es confiable.
Una doctrina evangélica de la inspiración enseña que Dios habló a través de la personalidad de los autores humanos, pero Él dirigió el proceso de tal modo que las palabras que ellos hablaron son la Palabra de Dios. Por ser la Palabra de Dios, la Biblia es inequívoca (sin error alguno) e infalible (no puede fallar). Cada afirmación (tanto doctrinal como histórica) está exenta de error en los manuscritos originales de las Escrituras.[5]
[5] Para profundizar en este tema, vea el libro Yo Creo que se menciona en la sección “Profundizando” de este capítulo. Además, puede encontrar una lección dedicada al tema de la inspiración en el curso de Shepherds Global Classroom, Creencias Cristianas.
Integridad Textual
Algunos escépticos argumentan que aún si los manuscritos originales son verdaderos, no podemos confiar en la veracidad del texto que hemos recibido. Argumentan que hubo errores al copiar las Escrituras. Estos críticos insisten en que aún si el texto original fue inspirado, no tenemos forma de saber que la Biblia que tenemos hoy en día es fiel al original.
¿Podemos confiar en la integridad textual de nuestra Biblia? La respuesta es “¡Sí!” Es verdad que los libros del Antiguo Testamento fueron copiados a mano, y es verdad que se puede cometer errores cuando se copia a mano un manuscrito. Sin embargo, por tratarse de la Palabra de Dios, los copistas llevaron a cabo su tarea con gran cuidado.
Originalmente, los sacerdotes eran los encargados de copiar los textos bíblicos. Alrededor del año 500 A.C. los escribas eran quienes copiaban los textos. Los escribas (título que significa “contador”) recibieron este nombre porque ellos contaban todas las letras en la Torah como forma de cerciorarse de la exactitud del texto. Un escriba no podía copiar ni una sola letra de memoria; cada letra tenía que ser revisada con la copia anterior. Las reglas para copiar los textos bíblicos eran muy estrictas, porque los escribas respetaban las Escrituras como la Palabra de Dios.
Los Rollos del Mar Muerto
En 1947,[1] un grupo de rollos antiguos fueron descubiertos cerca del Mar Muerto. Estos contienen copias del Antiguo Testamento que fueron hechas entre el año 250 A.C. y el año 135 D.C. Dado que estos rollos son aproximadamente 1,000 años más antiguos que otras copias disponibles, los Rollos del Mar Muerto son de gran valor para confirmar la exactitud de las copias más recientes. En ellos se encontraron secciones de cada libro del Antiguo Testamento, con excepción de Ester.
Comparando los Rollos del Mar Muerto con otras copias más recientes, los estudiosos observaron una asombrosa exactitud. Por ejemplo, el Rollo de Isaías es 1,200 años más antiguo que cualquier otra copia disponible. Más del noventa y cinco por ciento del texto es idéntico al de las copias más recientes. El pequeño número de variaciones corresponde principalmente a cambios en la ortografía de las palabras y equivocaciones obvias de los copistas. No se hallaron cambios que pudieran ocasionar una diferencia doctrinal.
Isaías 53 en los Rollos del Mar Muerto
Isaías 53 demuestra la exactitud del texto del Antiguo Testamento. Isaías 53 contiene 166 palabras hebreas. Hay diecisiete letras diferentes en los Rollos del Mar Muerto, de las cuales:
Diez letras son diferencias de ortografía – palabras cuya ortografía ha cambiado en 1,200 años.
Cuatro letras son diferencias de estilo – diferentes formas de expresar el texto.
Tres letras corresponden a una palabra que se agregó (“luz”) para aclarar el significado del versículo 11: “Verá (luz) el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho.”[2]
Ninguna enseñanza bíblica se ve afectada por el cambio. Dios dirigió 1,200 de copiar el Antiguo Testamento a mano para preservar su Palabra para su pueblo.
[1] Garry K. Brantley, “The Dead Sea Scrolls and Biblical Integrity” (Los Rollos del Mar Muerto y la Integridad de la Biblia). Se encuentra en http://www.apologeticspress.org.
Parte de la dificultad de leer el Antiguo Testamento es la gran cantidad de lugares y fechas que menciona. Dos ilustraciones le darán un panorama general del mundo del Antiguo Testamento. Por favor téngalas como referencia al estudiar las próximas lecciones de este curso.
Sí, el Antiguo Testamento puede ser difícil de comprender:
El Antiguo Testamento presenta culturas muy diferentes de nuestro mundo.
El Antiguo Testamento abarca un vasto período de tiempo (al menos 1,000 años).
El Antiguo Testamento involucra cuatro grandes imperios (Egipto, Asiria, Babilonia y Persia).
El Antiguo Testamento incluye más de 3,000 nombres de lugares y personas.
El Antiguo Testamento puede ser difícil, pero es la Palabra de Dios para el pueblo de Dios. Jesús predicó del Antiguo Testamento. Él les recordó a aquellos que dudaban de él que las Escrituras “dan testimonio de mí.”[1]
El Antiguo Testamento era considerado por la iglesia primitiva como la Palabra de Dios. Deuteronomio es citado más de ochenta veces en el Nuevo Testamento. La iglesia primitiva predicaba que la vida y el ministerio de Jesucristo eran el cumplimiento del Antiguo Testamento.[2]
El Antiguo Testamento nos sigue hablando hoy.
Del Antiguo Testamento aprendemos de la majestad y la santidad de Dios.
Del Antiguo Testamento aprendemos del pecado del hombre y la necesidad de un redentor.
Del Antiguo Testamento aprendemos del plan de Dios de crear un pueblo santo, apartado como su especial posesión.
El Antiguo Testamento es la Palabra de Dios para el pueblo de Dios en todos los tiempos.
[1] Juan 5:39. Al hablar de “las Escrituras,” Jesús se está refiriendo al Antiguo Testamento.
[2]El Antiguo y el Nuevo Testamentos son: un solo libro del único Dios inspirado por el Espíritu que da testimonio del único Hijo de Dios.
- Paráfrasis de Geoffery Bromiley
Asignación
Haga el examen correspondiente a esta lección. En el examen se incluirán los pasajes asignados para memorizar.
Preguntas de Examen – Lección 1
(1) ¿Qué significa la palabra “canon” en referencia a la Biblia?
(2) Mencione los tres estándares utilizados para establecer el canon del Antiguo Testamento.
(3) Mencione las tres divisiones de la Biblia Hebrea.
(4) Mencione las cinco divisiones del Antiguo Testamento Cristiano.
(5) ¿Qué significa la expresión “inspiración divina”?
(6) ¿Qué significan los términos “inequívoca” e “infalible”?
(7) ¿Cómo demuestran los Rollos del Mar Muerto la integridad textual del Antiguo Testamento?
(8) Mencione tres formas en las que el Antiguo Testamento nos habla hoy.
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