En la lección anterior, aprendimos sobre el amor incondicional y sacrificial. También vimos que existen al menos cinco formas diferentes (lenguajes) en las que se puede expresar el amor. La mayoría de las personas reconocen y expresan su afecto principalmente de una o dos de esas cinco maneras.
Hablamos de las palabras de afirmación positivas y descubrimos formas prácticas de comunicar nuestro amor a nuestros familiares. En esta lección, aprenderemos sobre los otros cuatro lenguajes del amor, y luego daremos aplicaciones específicas para demostrar afecto a nuestros hijos.
Segundo lenguaje del amor: Tiempo de calidad
Las personas cuyo lenguaje de amor principal es el tiempo de calidad se sienten más amadas cuando los demás reservan tiempo para estar con ellas. Este espacio se reserva para estar juntos, centrándose el uno en el otro, y para el disfrute y compañerismo mutuo.
El tiempo de calidad no es algo casual o esporádico. El tiempo que se pasa en un embotellamiento o esperando para acudir a una cita debe aprovecharse sabiamente, pero no suele ser lo mismo que el tiempo de calidad destinado a estar juntos. Tu esposa o tu hijo pueden trabajar en un proyecto a tu lado, y eso es valioso, no obstante, ese tiempo juntos no siempre satisface su necesidad de pasar tiempo de calidad contigo.
Conversar sin interrupciones constituye una de las mejores formas de pasar tiempo de calidad. En una conversación de este tipo, cada uno escucha atentamente al otro. Ambos dejan de lado interrupciones como mensajes de texto y llamadas para poder centrarse en la otra persona y en la conversación.
Aquí tienes otras formas de demostrar que escuchas con atención:
Mantén el contacto visual.
Escucha activamente. Responde a lo que dice la otra persona. No pienses solo en lo que quieres decir a continuación. Tómate tu tiempo para comprobar si has entendido lo que la otra persona dice o piensa. Puedes confirmar que has entendido bien con palabras como: «Si te he oído bien, crees que...».
No interrumpas. El oyente suele pensar que ha entendido la idea y luego interrumpe con rapidez para dar su opinión. Esto hace que el que habla piense que el oyente no se ha tomado el tiempo necesario para entender realmente.
Escucha los sentimientos, no solo los hechos. Cuando buscamos comprender el punto de vista de los demás, les demostramos que los valoramos. Al escuchar con el corazón, estamos comunicando que sus opiniones y sentimientos son importantes para nosotros; ¡y que también ellos lo son!
El mejor tiempo de calidad es aquel en el que no se hace otra cosa más que comunicarse, aunque hay otras formas de pasar tiempo juntos que también son valiosas. Los miembros de la familia pueden pasar tiempo de calidad juntos todos los días durante la comida, con el propósito de enfocarse el uno en el otro mientras comen juntos.
Leer cuentos a los niños, jugar juntos o hacer algo divertido son otras maneras en que las familias pueden pasar tiempo de calidad. Realizar juntos un proyecto o una manualidad que sea solo para divertirse, y no para la escuela, el trabajo o el ministerio, también supone tiempo de calidad.
Cuando alguien está lejos de su familia, puede pasar tiempo con ella hablando por teléfono.
El tiempo de calidad es un tiempo que se dedica al otro, sin distracciones ni prisas, para centrarse en esa persona y disfrutar de su compañía. Lo mejor es reservar cada día un tiempo de calidad con el cónyuge y los hijos.
Cuando no se reserva tiempo
Cuando el cónyuge o uno de los padres es líder ministerial, resulta muy complicado reservar tiempo de calidad para la familia. Los hijos de los pastores a menudo sienten que cualquier otra persona puede llamar y obtener la atención de su padre, pero que este está demasiado ocupado para dedicarles tiempo. Hasta podría parecer que el tiempo en familia suele sacrificarse en aras del ministerio.
No se pueden evitar del todo las interrupciones cuando se trabaja en el ministerio, pero hay que procurar reservar tiempo para la familia. Si lo haces, será más fácil que entiendan tus obligaciones habituales y las demás interrupciones imprevistas que puedan surgir.
Alguien cuyo lenguaje de amor principal es el tiempo de calidad siente que lo aman menos cuando no pasa tiempo con su familia. Siente mucho dolor cuando no se da prioridad al tiempo de calidad, y cuando los planes para un rato juntos se dejan de lado porque surgen interrupciones. Le resulta difícil cuando su familia se encuentra demasiado ocupada para pasar tiempo con él. Se siente menos valioso cuando los miembros de su familia no le dedican toda su atención.
Si no le dedicas atención a tu cónyuge ni a tus hijos, es muy probable que no sientan el amor que les tienes, aunque hagas cosas por ellos. Puede que un hombre trabaje mucho por su familia, pero que su esposa no se sienta amada porque él está demasiado ocupado para pasar tiempo con ella.
Un niño se acercó a su padre para contarle una historia que había oído hacía poco. El hombre leía un libro, pero se detuvo un momento para escucharlo, y luego volvió a leer el libro mientras su hijo le contaba la historia. El niño recordó durante toda su vida lo que sintió en aquel momento.
► ¿Cómo suele ser el tiempo de calidad en tu familia? ¿Qué obstáculos deben superar para poder pasar un tiempo agradable juntos?
Tercer lenguaje del amor: Regalos
Las personas cuyo lenguaje de amor principal es recibir regalos se sienten más amadas cuando les obsequian algo que demuestra que han estado pensando en ellos.
Los regalos que hacen que alguien se sienta amado son los que se hacen con cariño. Estos obsequios se eligen teniendo en cuenta los intereses del destinatario, y no son necesariamente prácticos o imprescindibles. Los regalos de amor no se dan solo porque el que los regala ya no los quiere, sino que deben elegirse o hacerse a conciencia.
Los regalos que hacen que alguien se sienta amado no tienen por qué ser caros. Pueden ser algo que dure un momento, como una comida especial o un dulce, o bien un recuerdo visible y duradero de la relación con quien los da. Para alguien cuyo lenguaje de amor principal es recibir regalos, los cumpleaños, aniversarios y fiestas tienen un gran significado. Es muy importante que los miembros de la familia recuerden estos días con un regalo especial para esta persona. No recibir un presente en estas fechas tan especiales resulta muy doloroso para él o ella.
Sin embargo, hacer presentes no debe limitarse a días especiales, sino que debe ser un hábito permanente. El cónyuge, padre o hijo de alguien cuyo lenguaje de amor principal es recibir regalos debe acostumbrarse a buscar obsequios que ayuden a su ser querido a recordar que se le tiene en cuenta y se le ama.
La esposa con este tipo de lenguaje de amor podría sentirse muy poco querida si piensa que su marido ha querido ahorrar gastos regalándole algo que, de todos modos, necesitaba. Quizás ella necesita una escoba nueva y él se la regala. Está bien que tenga una escoba nueva, pero ese presente no la ayudará a sentirse amada.
Los regalos tienen significado cuando demuestran que quien los dio comprendía y se preocupaba por quien los recibía, es decir, cuando no son algo necesario para la otra persona. Un regalo tiene importancia cuando se ha pensado en él, se le ha dedicado esfuerzo y dinero.
Los niños cuyo lenguaje de amor principal son los regalos se sienten más amados cuando su padre les compra un helado que cuando les paga los gastos de la escuela, aunque estos sean mucho mayores y más importantes. En lugar de exigir que tus familiares aprecien lo que les das habitualmente, busca formas de hacer algo que sea especial para ellos.
Algunas personas hacen que sus hijos o cónyuge les rueguen por todo. A alguien ahorrativo, que rara vez se compra cosas, quizás no le resulte fácil ser generoso y hacer regalos que parecen innecesarios. No querrá que sus familiares se hagan ilusiones con los obsequios. Pero si a su pareja o hijos les importan los regalos, debe esforzarse por superar esta tendencia natural e intentar ver los presentes como ellos los ven: como algo importante y valioso. Cuando obsequies alguna cosa, hazlo con libertad y alegría.
►Pide a un estudiante que lea 2 Corintios 9:6-9 al grupo. En este pasaje, Pablo insta a los creyentes de Corintio a dar con generosidad a sus hermanos que pasan necesidad. A partir de estos versículos, trata de identificar cuatro o cinco motivos para ser generoso. ¿De qué manera se aplican los principios de este pasaje a la generosidad en nuestras familias?
► ¿Qué lugar ocupa el hacer regalos en tu familia? ¿Experimentas dificultades para expresar amor a través de los regalos? ¿Cuáles son esas dificultades y cómo puedes superarlas?
Cuarto lenguaje del amor: Actos de servicio
Las personas cuyo lenguaje de amor principal son los actos de servicio se sienten más amadas cuando los demás hacen cosas por ellas.
Los actos de servicio satisfacen necesidades prácticas, tanto si son cosas que la persona no podía hacer por sí misma como si no. El servicio puede ser tan sencillo como llevarle algo de beber a alguien, cuidar de un enfermo o ayudar en una situación de necesidad.
En muchas familias, habrá períodos prolongados en los que uno de sus miembros necesite cuidados personales de forma continua. Debido al amor y al compromiso de la familia con esa persona, llevarán a cabo numerosos actos de servicio constantemente. Aunque se dedique mucho tiempo a los actos de servicio, los miembros de la familia deben recordar que también hay que demostrar amor de otras formas más significativas, sobre todo si el lenguaje de amor principal del ser querido no son los actos de servicio.
Algunos actos de servicio suelen ser rutinarios y pueden pasarse por alto o darse por sentados. Hay muchas mujeres que expresan su amor cocinando o limpiando la casa, y muchos hombres que trabajan para mantener a sus familias. Si ya sirves a tu familia de formas rutinarias como estas, deberías buscar otras más especiales para llevar a cabo actos de servicio para un familiar que tenga este lenguaje de amor principal.
Cuando la esposa no muestra interés por las pequeñas necesidades de su marido, no está hablando este lenguaje de amor. A lo mejor piensa: «Él puede ir a buscarse agua por sí mismo». En cambio, si ella se la trajera, le expresaría su amor de una manera especial.
Del mismo modo, el esposo debe mostrar su consideración. Cuando le da a su mujer un descanso de una tarea que ella suele hacer y la hace él en su lugar, está honrando su papel y reconociendo que su trabajo es agotador e importante.
Quizás el esposo piense que tiene suficiente trabajo y que es responsabilidad de su esposa ocuparse de todas las tareas domésticas. Incluso puede que piense que ella debería ser más eficiente de lo que es. Si considera que las tareas del hogar están por debajo de su dignidad, demuestra que considera a las mujeres inferiores y que merecen realizar trabajos menos importantes. No es cierto que las mujeres sean inferiores, y las tareas del hogar no son más indignas que el trabajo fuera de casa.
Al hombre le puede parecer que adopta el papel de siervo (por debajo de su mujer) cuando ayuda en casa, pero esto no es cierto. Si se ofrece a ayudar, demuestra el valor de la tarea y el valor de la persona a la que ayuda. Su servicio honra a la persona que suele realizar esa tarea y muestra su aprecio por ella. Su mujer no lo considerará un sirviente, sino alguien digno de respeto.
Cuando alguien ayuda de mala gana y a regañadientes, da a entender que se le está forzando a hacerlo. Su acto de servicio no comunica amor. Si realiza actos de servicio con alegría y dando lo mejor de sí mismo, demuestra que ha elegido servir con libertad, puesto que nadie puede obligarle a servir así. Este servicio gozoso comunica su amor con claridad y le ayuda a ganarse el respeto de sus seres queridos.
► ¿Cuándo te resulta más difícil servir a tu familia? ¿Cómo cambia tu perspectiva el hecho de pensar en el servicio como una expresión de amor?
Quinto lenguaje del amor: Toque físico
Las personas cuyo lenguaje de amor principal es el contacto físico se sienten más amadas cuando sus familiares las tocan con cariño.
Existen diversas formas de mostrar afecto a través del toque físico. Algunas son apropiadas en determinadas relaciones y en ciertos contextos, pero no lo son en otras ocasiones.
A continuación, algunos ejemplos:
Abrazarse
Apoyar el brazo en la espalda o el hombro de alguien
Poner las manos sobre los hombros de la otra persona
Acariciarle la espalda o el hombro
Sentarse juntos
Tomarse de la mano
Besarse
Darle un masaje en la espalda
Cargar a un niño
Peinar o despeinar a un niño
Cuidar con ternura y delicadeza si la persona está enferma o tiene otra deficiencia física
El toque físico también puede tener un significado especial cuando alguien atraviesa un momento de dificultad. En momentos de duelo, dolor, soledad o depresión, un abrazo puede tener más significado para alguien cuyo lenguaje de amor principal es el toque físico que cualquier palabra o acto de servicio.
Para la persona cuyo lenguaje de amor principal es el toque físico, es importante que, en la medida de lo posible, tú sigas expresando tu amor de esa manera incluso cuando esta se encuentre enferma. Recuerda que el amor es incondicional y sacrificial. El padre de Lucas 15:20 abrazó y besó a su hijo arrepentido a pesar de que este apestaba, estaba sucio y poco agradable en todos los sentidos.
En el lenguaje del amor, el toque físico no tiene que ver necesariamente con el sexo, sino que la actividad sexual es una categoría de este. El deseo de tocar y de ser tocado puede llevar al sexo y expresarse en él, pero la actividad sexual por sí sola no será suficiente para alguien cuyo lenguaje de amor principal es el toque físico.
El deseo de sentirse amado a través del toque físico puede hacer que un individuo se sienta tentado a la actividad sexual inmoral. Los padres deben dar a sus hijos e hijas suficientes muestras de toque físico que sea apropiado y de carácter no sexual, de modo que se satisfagan las necesidades de contacto físico de sus hijos. El niño que se siente amado posee más fuerza para resistir la tentación.
Pecados del toque físico
Las personas cuyo lenguaje de amor principal es el toque físico se sienten violentadas sobre todo por la rudeza física. Golpear a una persona con ira (Gálatas 5:20), abofetearla en la cara para humillarla (Mateo 5:39) o pegarle abusando de la autoridad (Mateo 24:48-49) constituye un acto de maldad. Gracias a estos pasajes, sabemos que los padres no tienen derecho a hacer daño a sus hijos, aunque se sientan molestos o frustrados. Dios también dice que está mal que los hijos golpeen a sus padres (Éxodo 21:15).
No es pecado que los padres disciplinen a sus hijos de manera apropiada, controlada y física, en un espíritu de mansedumbre (Colosenses 3:21), a fin de corregirlos e instruirlos en justicia. Por el contrario, Dios se lo exige a los padres para que puedan salvar las almas de sus hijos (Proverbios 13:24, Proverbios 19:18, Proverbios 29:15, Hebreos 12:5-7).
Toda inmoralidad y abuso sexual, incluido el incesto (Levítico 20:11-12, 14), constituye un acto de maldad.
Cómo identificar tu lenguaje de amor principal
Las personas no siempre son conscientes de cuál es su lenguaje de amor principal. Tal vez no piensen en las formas en que suelen expresar su amor a los demás. Puede que no sean conscientes de lo que otros hacen para que se sientan amados. Tómate un momento para reflexionar sobre lo que sabes de los cinco lenguajes del amor.
► ¿Con qué lenguaje del amor expresas de forma más natural y frecuente tu amor hacia los demás?
► ¿Cuáles son tus lenguajes de amor principal y secundario? Si tienes problemas para distinguir qué expresiones de amor tienen más significado para ti, aquí hay algunas preguntas que te ayudarán:
¿Qué es lo que te hace feliz?
¿Cuáles son tus recuerdos favoritos?
¿De qué te quejas (aunque sea en silencio)?
¿Qué te resulta doloroso?
Los cinco lenguajes del amor y los niños
Todo el mundo necesita recibir de manera frecuente expresiones de amor en los cinco lenguajes del amor, sobre todo los niños. Para que lleguen a ser niños equilibrados y emocionalmente sanos, necesitan que sus padres les digan y les demuestren de forma constante y frecuente que los aman sin condiciones. Cuando los padres demuestran su amor a sus hijos de diversas maneras y muchas veces al día, es como si una suave y reconfortante lluvia cayera sobre sus corazones.
No des por sentado que tus hijos conocen y sienten tu amor. Es necesario que ellos vean con frecuencia y regularidad que se los demuestras en su lenguaje de amor principal, así como en los otros lenguajes del amor.
Cómo determinar el lenguaje de amor principal de un niño
Gary Chapman y Ross Campbell enumeran algunas ideas para descubrir cuál es el lenguaje de amor principal de tu hijo:[1]
Observa cómo te expresa amor tu hijo.
Observa cómo expresa su amor a los demás.
Escucha lo que tu hijo te pide con más frecuencia.
Observa de qué se queja tu hijo con más frecuencia.
Dale a elegir entre dos alternativas.
Es posible que no se pueda determinar cuál es el lenguaje de amor principal de un niño antes de los cinco años.
Observaciones especiales sobre los lenguajes del amor de los niños
No entraremos aquí en detalles sobre cada uno de los lenguajes del amor, ya que hemos hablado de ellos con anterioridad. En su lugar, nos limitaremos a señalar algunas implicaciones y aplicaciones especiales para mostrar amor a los niños.
Palabras de afirmación
Resulta bastante complicado dar palabras de afirmación a alguien cuando lo que hace está mal o no hace las cosas bien. Sin embargo, si encuentras algo sincero y positivo que decir, motivarás a tus hijos y aumentarás sus posibilidades de mejorar.
Tiempo de calidad
Resulta muy provechoso que las familias coman juntas al menos una vez al día y se dediquen a charlar durante ese tiempo.
Cuando en una familia hay varios hijos, es fácil descuidar el tiempo que se dedica a cada uno de ellos. Sin embargo, reservar un momento para hacer algo especial con cada hijo le ayudará a sentir el amor que sientes por él. El tiempo a solas también les ofrece la oportunidad y seguridad de compartir pensamientos personales que pueden no querer comentar delante de sus hermanos u otros parientes.
A menudo, los niños piden de repente estar a solas con uno de sus padres. Puede ocurrir que, a la hora de acostarse, el niño se abra y quiera hablar de algo que lo agobia. En esos momentos, es de suma importancia que los padres se tomen el tiempo de escuchar a sus hijos. Con frecuencia, los menores enfrentan problemas espirituales y, al recurrir en privado a sus padres, buscan ayuda espiritual. En estas ocasiones, los padres tienen una oportunidad especial para guiar a sus hijos a Jesús.
Durante los momentos de calidad que pases con tus hijos, aprende a hacerles preguntas abiertas que te ayuden a entender cómo piensan y qué sienten. Este tipo de preguntas no pueden responderse con un «Sí» o un «No», es decir, no tienen una respuesta concreta. Las preguntas abiertas suelen empezar con «Por qué...», «Cómo...» o «Qué...». Las conversaciones para romper el hielo empiezan con frases como «Háblame de...» o «Qué opinas de...».
Cuando tu hijo responda a la pregunta, asegúrate de escuchar con atención su respuesta y responder de forma adecuada. En algunos casos, conviene formular otra pregunta. Otras veces, deberás pedirle una aclaración para asegurarte de que entiendes lo que intenta explicarte. A veces hay que reafirmarle en lo que percibe o siente. Es fundamental que el niño no sienta que lo estás entrevistando, sino que la conversación sea natural. Tu atención ayudará al niño a sentir que se le escucha, valora y quiere.
Dedicar tiempo a escuchar con atención las historias de los niños es también una forma de comunicarles amor de un modo muy significativo para ellos. Tomarse un momento para contarles historias o leerles libros también es una forma estupenda de compartir tiempo de calidad juntos.
Jugar o trabajar juntos en un proyecto divertido constituyen otras formas de compartir tiempo de calidad con tus hijos.
Algunos padres no dedican el tiempo suficiente a sus hijos, e intentan compensarlo con regalos. Los obsequios no pueden sustituir al tiempo de calidad. Los niños necesitan pasar mucho tiempo con sus padres, sin importar cuál sea su lenguaje de amor principal. Ningún regalo podrá sustituir el tiempo que pasas con tus hijos.
Regalos
Hay padres que rara vez les compran a sus hijos un juguete o un libro interesante, porque no les parecen necesarios. Esas cosas pueden ayudar al desarrollo del niño, además de ser una expresión de cariño.
Actos de servicio
A continuación, se presentan algunas ideas para expresar amor a tu hijo mediante actos de servicio:
Prepárale su comida favorita para su cumpleaños.
Cuídale con cariño cuando esté enfermo.
Ayúdale con un proyecto escolar.
Realiza las tareas domésticas con tu hijo y exprésale tu gratitud por su trabajo.
Haz algo útil con tu hijo para una persona que no sea de la familia.
Toque físico
Todos los bebés y niños pequeños deben sentir amor a través del toque físico. Los recién nacidos tienen necesidades prácticas, como que les den de comer y les cambien los pañales, pero también necesitan que los tomen en brazos, los abracen, acaricien y besen. El contacto físico les transmite amor de una forma que ellos sienten y es fundamental para su salud emocional y mental.
Cuando un padre juega a las peleas con sus hijos puede ser una muestra de amor. Sin embargo, la lucha no debe provocar dolor, ser dominante, salirse de control o provocar ira.
Efectos a largo plazo de las acciones y palabras de los padres
Los padres deben seguir el ejemplo de Dios cuando se relacionan con sus hijos. Él siempre atiende a sus hijos con amor perfecto, sacrificial e incondicional. Disciplina, corrige e instruye a sus hijos por amor a ellos (Hebreos 12:5-7). Es en el contexto de una relación padre/hijo donde él obra en la vida de los creyentes para hacerlos a su semejanza (Hebreos 12:10-11).
No es correcto que el amor de los padres por sus hijos esté condicionado por el comportamiento de estos. Por supuesto, las recompensas positivas o las consecuencias negativas de la conducta de los hijos forman parte de su educación; no obstante, no deben concederse ni suprimirse las manifestaciones de amor a causa del comportamiento.
Si un niño experimenta de manera continua el amor incondicional de sus padres, comprenderá y confiará más fácilmente en el amor de Dios por él. Sin embargo, resulta más difícil para los que sufrieron abusos o abandono cuando eran niños comprender y confiar en un Padre celestial amoroso, incluso después de haber crecido.
El concepto que los niños tienen de sí mismos —en especial de su valor como personas— procede casi siempre de lo que oyen y perciben de los demás. Las acciones y palabras de sus padres son las más influyentes, pero los parientes y amigos también tienen un gran impacto. La imagen que los niños tienen de sí mismos se forma en cierta medida a partir de las manifestaciones de amor que reciben o no reciben. Cuando se los priva de amor o sufren abusos emocionales o físicos, su autoestima se ve dañada de un modo que afecta toda su vida.
Las palabras de los padres influyen en el concepto que los niños tienen de sí mismos. Por ejemplo:
Palabras de afirmación positiva: «¡Estoy orgulloso de que te esfuerces tanto! ¡Sé que puedes hacerlo!». De esta forma le dices al niño que el esfuerzo merece la pena y que crees que puede lograr cosas.
Palabras destructivas: «Eres un vago. No puedo contar contigo para nada». Esto podría hacer creer a un niño que es incapaz de cambiar; no hay razón para que intente cambiar o ganarse tu respeto, porque ya has dejado de confiar en él. Podría hacer que el niño se sienta rechazado.
Palabras de afirmación positiva: «No pasa nada. A veces todos cometemos errores, y luego aprendemos a hacerlo mejor la próxima vez». Esto le dice al niño que es seguro cometer errores y que tu amor por él no depende de que lo haga perfectamente. También le transmite que debe tener la esperanza de mejorar y que existen motivos para seguir intentándolo.
Palabras destructivas: «Eres tan tonto. Siempre metes la pata». Estas frases pueden hacer creer a un niño que es inútil esforzarse. Podrían transmitirle que su valor depende de un desempeño perfecto y que, como siempre se equivoca, jamás valdrá algo. Nunca será digno de recibir amor... ni de ti ni de nadie.
La percepción que un niño tiene de sí mismo como persona depende del amor que se le comunique o se le niegue. Su capacidad para relacionarse con los demás de forma sana se desarrolla o se ve perjudicada por la relación con sus padres. El niño que recibe mucho amor puede aprender a querer a otras personas con un amor sacrificial y desinteresado. También dispone de una reserva de amor de la que puede abastecerse.
El verdadero amor es un combustible emocional para los niños, igual que lo es para los adultos.
Beneficios de un depósito emocional lleno
Existen muchas ventajas para los niños que tienen el depósito de combustible emocional lleno. Cuando los niños saben que se los ama, tienen la fuerza y la estabilidad que necesitan para afrontar los desafíos y desarrollarse como es debido.
Los niños que saben que se los ama de manera incondicional gozan de seguridad emocional. Por eso, aceptan con mayor facilidad la disciplina, la corrección y la orientación de sus padres. También resisten mejor la tentación provocada por la presión de grupo, porque se sienten seguros de quiénes son y no necesitan demostrar su valía a los demás.
Puede que una joven que suele coquetear con chicos se comporte así porque teme no gustarles o que no le presten atención de otro modo. Una muchacha que es tímida con los chicos quizás tema no gustarles si expresa su personalidad tal como es. Las jóvenes que reciben afirmación y afecto de sus padres tienen más probabilidades de relacionarse con los chicos de forma sana, sin ser tímidas ni tener que coquetear. Se sienten seguras de su identidad gracias al amor de sus padres.
El amor genuino e incondicional de los padres, que se expresa con frecuencia en los cinco lenguajes del amor, protege a los niños de muchos daños. Un niño que recibe mucho amor no suele buscar amor y seguridad en otras personas que pretenden hacerle daño.
En resumen, hay muchas ventajas de tener el depósito de combustible emocional lleno en la infancia:
Comprensión correcta de la propia valía y de la fuente de esta.
Comprensión correcta del esfuerzo, errores, crecimiento y amor incondicional.
Capacidad para aprender a querer bien a los demás.
Fortaleza y estabilidad para afrontar desafíos y desarrollarse de manera adecuada.
Seguridad emocional.
Capacidad para aceptar la disciplina, la corrección y la orientación.
Capacidad para rechazar las influencias equivocadas de los demás.
No ser vulnerable a sufrir abusos en futuras relaciones.
► ¿De qué otras maneras has visto que los niños se benefician de recibir mucho amor?
Desventajas de un depósito emocional vacío
Los niños que no se sienten amados pueden resistirse a ser guiados porque carecen de la motivación necesaria para complacer a su madre o a su padre. Sin un depósito de combustible emocional lleno, a muchos niños les falta una conexión fuerte y positiva de lealtad con el progenitor que intenta guiarlos.
Los niños con el depósito de combustible emocional vacío son mucho más vulnerables al abuso que los que mantienen relaciones sanas y afectuosas con sus familiares. Como no sienten que se los ama, pueden buscar amor en personas que quieren utilizarlos o hacerles daño.
[1]Dr. Gary Chapman y Dr. Ross Campbell, Los cinco lenguajes del amor de los niños, (Unilit, Miami, 2018).
Cualidades de las familias fuertes
En estas lecciones hemos aprendido los cinco lenguajes de amor principales. Aunque las personas solemos tener uno o dos lenguajes de este tipo, todos necesitamos ser amados con regularidad de las cinco maneras. En una familia sana, cada miembro cultiva su relación con los demás con palabras de afirmación, pasando tiempo de calidad juntos, sirviendo y dando cariño. Aunque hacerse regalos unos a otros no es algo que ocurre a diario, sigue siendo una parte importante de las relaciones sanas en una familia.
► ¿Cómo suelen expresar el amor en tu familia? ¿Lo expresan en los cinco lenguajes del amor? ¿Con cuánta frecuencia se intercambian manifestaciones de amor?
Un estudio secular que duró cerca de 25 años y en el que participaron 14.000 familias demostró que muchas familias sanas, exitosas y equilibradas de distintos orígenes culturales compartían seis cualidades comunes.[1] Algunas de ellas se relacionan directamente con los diferentes lenguajes del amor, algo que parece destacar la importancia de las diversas manifestaciones del amor. Stinnett y Beam enumeraron esas seis cualidades y las descripciones de cada una de ellas:
Compromiso. Los miembros de familias sólidas se dedican a promover el bienestar y la felicidad del otro. Valoran la unidad familiar.
Aprecio y afecto. Los miembros de familias sólidas se muestran aprecio unos a otros con frecuencia. Sienten que su familia funciona bien.
Comunicación positiva. Los miembros de buenas familias tienen una buena capacidad de comunicación y pasan mucho tiempo hablando entre ellos.
Tiempo juntos. Las familias sólidas pasan tiempo—tiempo de calidad en cantidades generosas—unos con otros.
Bienestar espiritual. Tanto si acuden a servicios religiosos como si no, las familias sólidas creen en un bien o poder superior en sus vidas. Esa creencia les da fuerza y propósito.
La capacidad de afrontar el estrés y las crisis. Los miembros de familias sólidas ven el estrés y las crisis como oportunidades para crecer.
[1]Dr. Nick y Nancy Stinnett, y Joe y Alice Beam, Fantastic Families: 6 Proven Steps to Building a Strong Family, (Brentwood, TN: Howard Books, 2008).
Aplicación personal
Hemos analizado muchas cosas a lo largo de estas dos lecciones. Comenzamos hablando del amor genuino, luego identificamos los cinco lenguajes en los que se suele comunicar el amor. Aprendimos sobre los depósitos de combustible emocional y la necesidad que tienen nuestros familiares de sentir nuestro amor por ellos en su lenguaje de amor principal. Hablamos de cómo las diferencias de personalidad en la familia pueden ayudarnos a crecer en amor.
Después exploramos en profundidad cada uno de los cinco lenguajes del amor, con ejemplos de cada uno, y el daño que se produce cuando se descuida o se abusa de ellos. Aprendimos cómo los niños se benefician de tener los depósitos de combustible emocional llenos, y cómo pueden verse perjudicados cuando estos están vacíos. Profundizamos en la forma de expresar nuestro amor a los niños. Y, a continuación, observamos cómo la práctica de los cinco lenguajes del amor está vinculada a las seis cualidades comunes de las familias sanas.
Para terminar estas lecciones, hablaremos de tu responsabilidad como individuo: qué puedes y qué debes hacer con lo que has aprendido.
(1) Eres responsable de amar a tu familia.
Debes estar dispuesto a cambiar en lo que sea necesario sin esperar a que los miembros de tu familia te amen. El amor verdadero no espera a que la otra persona muestre su afecto. Se expresa incluso cuando el otro menos lo merece, pues el amor no se basa en la valía de quien lo recibe.
(2) Eres responsable de esforzarte al máximo para expresar amor a los miembros de tu familia en las formas que resulten más significativas para ellos.
Quizás tengas que esforzarte más para demostrar tu amor en uno o varios de los lenguajes que no te resultan fáciles. Al inicio, algunas de las expresiones de amor pueden parecerte poco naturales, incómodas o tontas.
Aprende a reconocer las oportunidades para mostrar amor a tus familiares. Mantente atento a lo que ellos puedan necesitar en un momento dado. A continuación, algunos ejemplos para cada lenguaje del amor:
Palabras de afirmación: Piensa: «Quizás ______ se siente inseguro (a) sobre lo que acaba de decir. Pero tenía razón en lo que dijo. Necesito decirle algo afirmativo».
Tiempo de calidad: Pregunta: «¿Quieres que hablemos de ello?». A continuación, deja lo que estés haciendo, préstale toda tu atención y demuestra con tu lenguaje corporal que en verdad estás escuchando.
Regalos: Cuando le des el regalo dile: «Vi esto y me hizo pensar en ti».
Actos de servicio: Levántate y pregunta: «¿Puedo traerte eso?» o «¿Puedo ayudarte con aquello?».
Toque físico: Acércate y dile: «Parece que te vendría bien un abrazo», mientras los rodeas con tus brazos.
(3) Eres responsable de tus emociones.
Dios te diseñó para que necesitaras tener relaciones sanas con los demás. Pero, aunque eso sea o no posible, Dios mismo es tu fuente y satisfacción principal. Tu familia no tiene la responsabilidad definitiva de tu bienestar emocional. Dios te ama de manera perfecta, sin importar que nadie más pueda hacerlo. Él puede suplir cualquier carencia que tengas, siempre y cuando permanezcas en su amor (Juan 15:9-11).
Quizás tu familia no te exprese su amor en tu lenguaje de amor principal. Tal vez no sean conscientes de cuál es ese lenguaje y de tus necesidades emocionales. Puede que no tengan motivación para expresarte su amor de la forma más significativa para ti. Tal vez puedas explicarles de qué manera te sientes más amado, pero no puedes obligarles a que elijan manifestar su amor en el lenguaje que más te gusta.
Puede que tu familia te exprese amor de otras maneras. A medida que conozcas los lenguajes del amor, empezarás a darte cuenta de las formas en que los tuyos te demuestran su amor. Aunque no puedas cambiarlas, puedes aceptar sus manifestaciones de amor y demostrarles que las aprecias.
Oración
Padre celestial:
Gracias por darme a mi familia. Ayúdame a apreciarlos como es debido y a cultivar una buena relación con cada uno de ellos.
Te agradezco la oportunidad de reflexionar sobre las formas en que puedo demostrar mi amor por mi familia. Ayúdame a aprender a ser como Jesús: a dar de mi tiempo, energía emocional y física, y recursos para bendecirlos y animarlos. Ayúdame a tener un corazón humilde, para que pueda dar prioridad a las necesidades de los demás antes que a las mías. Permíteme ser consciente de las oportunidades que tengo de expresar amor a cada miembro de mi familia.
Tú me has enseñado lo que es el verdadero amor. Tú esperas que yo asuma con mi familia el mismo compromiso de amor que tú asumiste conmigo. Elijo amar a mi cónyuge y a mis hijos con un amor incondicional y sacrificial. Concédeme gracia y misericordia por las tantas veces que he fallado. Permíteme amarlos como debo.
Amén
Tareas de la lección
(1) Piensa en los lenguajes de amor principales que pueden tener tu cónyuge y tus hijos. Escribe los nombres de tus familiares, y luego menciona uno o dos lenguajes de amor para cada uno de ellos.
(2) ¿Qué manifestaciones de amor requerirán un esfuerzo adicional de tu parte? Señálalas. Escribe algunas ideas sobre cómo comenzarás a expresar de manera intencional tu amor por tu familia en esas formas.
(3) Analiza tu cultura, en especial tu entorno social. Enumera los cinco lenguajes del amor. ¿Cómo se demuestra cada uno de ellos en tu cultura? ¿Se suele pasar por alto alguno de los cinco? ¿De qué formas concretas podría la gente de tu entorno social demostrar amor de manera más adecuada a lo que se acostumbra en tu cultura? Escribe varios párrafos respondiendo a estas preguntas.
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