Cada noche, Marta dedicaba a sus dos hijos un tiempo para orar y leer la Biblia. Leía algunos versículos de las Escrituras, haciendo una pausa al final de cada uno para hablar de las aplicaciones que tenían para la vida. Cuando sus hijos llegaron a la adolescencia, Marta los turnaba para que leyeran y explicaran los pasajes bíblicos ellos mismos. Sabían explicar bien las Escrituras porque habían aprendido del ejemplo de su madre. Eran capaces de expresar con sus propias palabras los principios de vida que habían aprendido de ella.
El período de la adolescencia
Cada sociedad le da un nombre a la etapa de la vida que transcurre entre la infancia y la edad adulta. Es el período en el que los jóvenes empiezan a tener intereses adultos, como la sexualidad, aunque todavía no son capaces de asumir responsabilidades adultas. En algunos países, una persona es legalmente adulta a los 18 años. En esos lugares, los menores de 18 años no pueden casarse, servir en el ejército o firmar contratos legales sin el permiso de sus padres.
La edad de la adolescencia varía de una sociedad a otra. En algunas sociedades, una persona puede estar lista para vivir como adulto antes de los 18 años, cuando ha aprendido a hacer el trabajo que hacen estos. En otras, el individuo puede seguir dependiendo de sus padres durante varios años después de los 18, mientras termina sus estudios.
► ¿Cuál es el término que se utiliza en tu sociedad para describir a los jóvenes en la etapa entre la infancia y la edad adulta?
► ¿Qué es un adulto?
La siguiente es una definición de adulto que se utiliza tanto para las personas como para los animales: una criatura que ha alcanzado la madurez física. Sin embargo, la edad adulta en los seres humanos va más allá de la madurez física. Un joven puede tener el tamaño y la fuerza de un adulto y, sin embargo, no estar preparado para asumir las responsabilidades de un adulto.
► ¿Qué características tienen los adultos además de la madurez física?
Por lo general, un adulto es alguien capaz de autodirigirse y asumir la responsabilidad por sus decisiones. Esta definición no es del todo precisa, ya que los niveles de responsabilidad personal varían en gran medida. Toda persona que no se encuentra en aislamiento total recibe la influencia de otras; ni siquiera los adultos son totalmente libres en todas sus decisiones. No obstante, la edad adulta se caracteriza por tomar decisiones propias y ser responsable de ellas. Al finalizar la adolescencia, la persona debería poder tomar decisiones por sí misma. El objetivo de los padres es preparar a los adolescentes para asumir esa responsabilidad.
Jesús contó la historia de un hijo que reclamó la herencia a su padre cuando este aún vivía (Lucas 15:11-32). El hijo tomó el dinero y lo malgastó de forma insensata. He aquí un ejemplo de una persona que terminó la etapa de la adolescencia y se convirtió en adulto, pero que no estaba lista para tomar decisiones sabias. Existen muchos adultos jóvenes que experimentan las calamidades de haber tomado decisiones equivocadas por no haberse desarrollado bien antes de recibir la libertad y la responsabilidad de la edad adulta.
La Palabra de Dios contiene mucha sabiduría para la adolescencia, que constituye un período importante del desarrollo humano.
Desarrollo físico y mental
► Pide a un estudiante que lea Lucas 2:40, 52 al grupo.
Jesús llegó a la adolescencia y se desarrolló mental y físicamente. Entre estos dos versículos se encuentra el relato de cuando Jesús visitó el templo para hablar con los maestros. No solo crecía a nivel físico, sino que además se sentía capaz de ser más independiente. También estaba dispuesto a compartir sus ideas con otros, fuera de su familia y amigos.
María y José se asombraron de que Jesús hablara con los maestros, pero luego María le dijo que ella y su esposo llevaban tres días preocupados (Lucas 2:46‑48). Jesús le respondió que no debían preocuparse, porque él estaba comenzando la obra de su Padre (Lucas 2:49). Él sintió como adolescente el deseo natural de empezar a seguir la pasión de su vida. Sin embargo, regresó a casa y se sometió a la autoridad de sus padres durante los años que le quedaban de adolescencia (Lucas 2:51).
Durante la adolescencia temprana, el cuerpo del niño cambia para parecerse más al de un adulto: gana estatura con rapidez; le empieza a crecer pelo en varias zonas del cuerpo; la voz se vuelve más grave. El padre o la madre deben asegurarse de que su hijo entienda que estos cambios son normales. Dios planificó el desarrollo físico y mental normal de los seres humanos.
Mantener una buena relación con tu hijo le permitirá entablar conversaciones sinceras contigo durante esta etapa de la vida. Un niño que no se siente cómodo hablando de estas cosas con sus padres puede albergar temores secretos y buscar información entre sus amigos o en internet.
Desarrollo emocional
La adolescencia no es una mera continuación de la vida del niño como lo era antes. Los padres se equivocan si piensan que pueden seguir dirigiendo y enseñando a un adolescente de la misma manera que lo harían con un niño pequeño. La mente y los intereses del adolescente están experimentando cambios. Ahora anhela la libertad, el éxito y el respeto de los adultos. Los adolescentes se sienten frustrados si se los trata como a niños pequeños.
A lo largo de las Escrituras encontramos ejemplos de jóvenes que tomaron decisiones sabias, como hizo Jesús, o decisiones malas, como en la historia que contó Jesús (Lucas 15:11-32). Los adultos deben comprender la forma en que su hijo o hija se desarrolla a nivel emocional. La meta de los padres es ayudar al joven a desarrollar autocontrol en todas las áreas, entre ellas, las emociones, para que el padre o la madre ya no necesiten controlarlo.
▶ Lee Efesios 6:1-4. ¿Qué instrucciones específicas se nos dan en este pasaje?
Los niños deben obedecer a ambos progenitores, lo que implica que el padre y la madre deben cooperar. A su vez, el texto establece un fuerte vínculo entre la obediencia a los padres y la obligación de obedecer a Dios. Los padres que no enseñan a sus hijos a obedecer no los están preparando para obedecer al Señor. Si los padres permiten que sus hijos se rebelen contra ellos, los están preparando para que también lo hagan contra Dios.
Este pasaje orienta de manera particular a los padres. Estos deben disciplinar a sus hijos de forma que no los desanime o los desaliente a hacer lo que es correcto. El castigo y la corrección son necesarios, y si bien no hacen que el niño se sienta feliz de inmediato, el padre debe demostrar coherencia y amor. Es decir, debe entender algo sobre el desarrollo emocional del niño.
Además de corregir, el padre debe darles alimento espiritual y enseñanzas del Señor. Nuestros hijos no logran desarrollarse si solo atacamos sus faltas. Debemos procurar comprenderlos y animarlos. Para ello, nos valemos de la verdad de Dios y no solo de nuestras propias exigencias. Así demostramos que también nosotros vivimos en obediencia al Señor.
La formación del adolescente resulta mucho más sencilla cuando el niño ha aprendido a honrar y a obedecer durante su infancia. La relación que los padres establecieron cuando sus hijos eran pequeños les ayudará durante los cambios físicos, emocionales y espirituales que experimenten en la adolescencia. Si bien es cierto que no hay instrucciones para hacer que la crianza de los hijos sea fácil, establecer una buena relación desde el principio hace que la comunicación sea posible a lo largo de la adolescencia.
Los padres quieren que sus hijos los escuchen, pero con frecuencia el padre o la madre deben hacerlo primero. Por favor, por tu bien y por el suyo, deja el teléfono, el libro, el trabajo o cualquier otra cosa que estés haciendo y préstales atención cuando necesiten hablar. Escúchalos como si nada más importara. Hazlo sin corregir sus errores hasta que entiendas realmente lo que quieren decir. Necesitan sentir que realmente los valoras a ellos y sus puntos de vista, además de que los respetas como individuos. Aunque no les agraden tus consejos, los respetarán mucho más si saben que los has escuchado de verdad.
Puede resultar difícil escuchar a un joven que expresa frustración, enfado o rechazo. Recuerda que el joven no comprende plenamente sus propios sentimientos. A veces el adolescente dice lo que dice porque sus emociones se han visto afectadas por sus circunstancias, relaciones y cuerpo. Todas estas cosas pueden afectar las emociones de un joven: el estrés de la escuela, la presión por ser aceptado por sus amigos, la preocupación por los cambios físicos, el resentimiento por no sentirse valorado o respetado, lo que hacen las hormonas y el cansancio por tener malos hábitos de sueño.
Desarrollo espiritual
▶ Lee Eclesiastés 11:9-12:1, 13. ¿Cómo explicarías los mandatos de estos versículos a una persona joven?
El mundo puede justificar que los jóvenes se comporten de manera negligente e inmoral, pero estos versículos les recuerdan que ellos son responsables ante Dios por sus acciones, pues él es su juez.
Enseñar la Palabra de Dios a lo largo de las distintas actividades cotidianas sigue siendo muy importante en esta etapa de la vida (Deuteronomio 6:6-7). No obstante, resulta más complicado, debido a que los adolescentes se encuentran ocupados con muchas actividades fuera del grupo familiar. Tienen sus propios intereses, actividades educativas, deportivas y grupos de amigos. Sus padres no pueden estar con ellos todo el tiempo, pero Dios sí, de modo que ellos deben permanecer fieles en oración por sus hijos. Tanto el padre como la madre deben buscar la sabiduría de Dios para dedicar tiempo a conversar con ellos. Es muy importante que los progenitores se mantengan involucrados y al tanto de los diversos aspectos de la vida de sus adolescentes.
▶ Lean juntos 1 Tesalonicenses 2:11-12. ¿Qué responsabilidad ha dado Dios a los padres en la relación que estos tienen con sus hijos en etapa de crecimiento?
Padres, no den por sentado que todo va bien solo porque los problemas no se manifiestan. Esperen que su hijo o hija enfrente tentaciones y experimente debilidades, ¡porque lo harán! Hagan que les rindan cuentas de sus finanzas, de cómo emplean su tiempo, de las decisiones que toman en la vida y de su pureza sexual. Pidan sabiduría y consejo a otras personas. Escuchen las inquietudes de los maestros y de los demás. Aunque no estén de acuerdo con lo que otros opinan de sus hijos, deben escuchar e intentar comprender sus necesidades.
Oren por sus adolescentes y díganles que están orando por ellos. Dejen que los oigan mientras lo hacen. Compártanles acerca de las cosas específicas por las que oran. Por ejemplo, podrían decir: «Oro para que tengas hambre y sed de justicia (Mateo 5:6); y para que tengas sed de Dios como el ciervo anhela el agua (Salmos 42:1). Le pido a Dios que te llene de su Espíritu (Efesios 5:18) para que lo ames con todo tu corazón, alma y mente, y a tu prójimo [o hermano] como a ti mismo (Mateo 22:37-39)».
▶ ¿Cuáles son otros pasajes de las Escrituras que puedes orar por tu adolescente?
Por último, en este camino espiritual junto a tus adolescentes, emplea la Palabra de Dios con ellos:
Da el ejemplo: Con regularidad, dedica tiempo a estudiar la Biblia. Conversa con tu hijo o hija sobre lo que Dios te está enseñando y cómo estás aplicando la Palabra de Dios en tu vida. Aunque no tengan una respuesta muy entusiasta o no sigan la conversación, ¡te estarán escuchando y serán impactados por la Palabra!
Memoricen pasajes de la Biblia en familia y recítenlos durante la comida o al final del día.
Lean y conversen juntos sobre el libro de Proverbios, versículo a versículo. Proverbios constituye un libro maravilloso para pasar pequeños momentos devocionales, y en él se encuentra sabiduría práctica para la vida cotidiana. Da pie a muchas conversaciones y tiene un gran impacto.
Las instrucciones, los principios y los ejemplos a lo largo de las Escrituras se aplican a todas las etapas de la vida, así que estudia toda la Palabra de Dios con tus hijos e hijas.
Desarrollo social
Lucas 2:52, el versículo que describe cómo se desarrolló Jesús en su adolescencia, nos dice que también creció en sus relaciones con los demás. Dios se interesa mucho por nuestras relaciones. Nos diseñó para interactuar y convivir con otros seres humanos.
Además de los miembros de nuestra familia, recibimos la influencia de nuestros compañeros de clase, vecinos, grupos religiosos, empleadores, maestros y otros líderes, así como de los medios de comunicación. Nuestros semejantes suelen ser los más influyentes, para bien o para mal. Los padres cristianos deben controlar las interacciones sociales de sus hijos y jóvenes.
Analiza con cuidado y en oración cuánto puede controlar tu hijo adolescente a medida que se acerca a la edad adulta. Utiliza contraseñas y aplicaciones específicas en los ordenadores y dispositivos móviles de la familia para evitar que accedan a contenidos maliciosos. Establece límites de tiempo para el uso de los dispositivos. Controla los sitios web, películas, programas de televisión y redes sociales. Del mismo modo que no permitirías a tu hijo adolescente pasar tiempo con ciertas personas del vecindario, no permitas que siga a personas equivocadas o se conecte con ellas en su dispositivo electrónico.
▶ No basta con proteger a tus adolescentes. En la adolescencia, también estás formando a tu hijo o hija para que asuma la responsabilidad de tomar decisiones sabias que honren a Dios y protejan su alma. ¿De qué maneras puedes enseñar a tu adolescente a ser responsable y a rendir cuentas en su uso de la tecnología y en su mundo social?
Los jóvenes forman grupos de amigos que pasan mucho tiempo juntos. Comparten intereses, como el disfrute del mismo tipo de entretenimiento. Empiezan a compartir las mismas actitudes hacia la iglesia, sus padres, la escuela y otras instituciones. Los padres suelen sorprenderse de los cambios en las actitudes de sus hijos adolescentes. A veces, los jóvenes hacen comentarios y críticas inesperados y emplean el vocabulario que han aprendido de sus amigos. El grupo de amigos se convierte en una familia alternativa que da aceptación a sus miembros. El joven se siente muy atraído hacia una familia alternativa si la suya no le transmite un sentido de valor, identidad y aceptación.
A los padres les cuesta mucho sacar a su hijo adolescente de un grupo de amigos o limitar su influencia. Si el padre critica al grupo o a los individuos, el hijo quiere defenderlos y siente que el padre no lo comprende. El padre o la madre pueden ayudar al adolescente mostrándole cariño, interés y amor. Si el progenitor satisface las necesidades emocionales del joven, este no dependerá de un grupo de amigos como familia alternativa.
▶ ¿Cómo pueden los padres de distintas familias trabajar juntos para ayudar a sus adolescentes?
▶ ¿Cómo puede tu iglesia brindar apoyo a los padres de adolescentes para que ayuden a sus hijos a llevar una vida sana y sociable que honre a Dios?
Las dificultades de la transición a la edad adulta
Un niño no se convierte en adulto en un momento dado, sino que pasa por un período de transición que dura varios años.
De todos los libros de la Biblia, Proverbios se escribió especialmente para los jóvenes. En él, el rey Salomón se dirige a su hijo, que está aprendiendo sobre la vida y desarrollando una cosmovisión. Salomón le enseña todos los aspectos de la vida, las recompensas de elegir los caminos de Dios y los peligros de rechazarlos.
Las creencias que se forman durante la infancia y la adolescencia, y las decisiones que se toman durante esa etapa son muy importantes para la vida de cualquier persona. A medida que examinamos algunos de los desafíos de la transición a la edad adulta, reflexionaremos sobre cómo la Palabra de Dios puede ayudarnos a recorrer los años de la adolescencia con nuestros jóvenes.
Desafío 1: El adolescente evalúa todo lo que le han enseñado y decide en qué creerá.
El adolescente quiere que sus creencias tengan claridad en su mente, por lo que evalúa y cuestiona lo que le han enseñado. Es posible que no acepte todo lo que le han enseñado sus padres, y los padres temen esa posibilidad. Si se sienten incapaces de ayudarle a entender las cuestiones que se plantea, quizás empiecen a tratarlo de nuevo como a un niño y a exigirle que acepte sus creencias sin cuestionarlas. Esto hace que el adolescente sienta que no lo dejan pensar por sí mismo.
Los padres deben explicar con paciencia las razones de sus creencias y permitir que el adolescente converse con otras personas que le puedan explicar.
▶ Lean juntos Proverbios 23:22-23.
Dios dice en estos versículos que el joven debe elegir escuchar la sabiduría de sus padres. No es posible que el padre o la madre tomen esta decisión por el adolescente, aunque sí pueden promover una buena relación. Si los padres mantienen una comunicación abierta y respetuosa con su hijo o hija, esto animará a los adolescentes a tomar dicha decisión.
Desafío 2: El adolescente empieza a asumir la responsabilidad de tomar decisiones.
El adolescente empieza a comprender cómo se toman las decisiones y se siente capaz de decidir por sí mismo, pero sus padres y otras personas limitan sus opciones. Tiene la tentación de rebelarse contra la autoridad de sus padres porque cree que no se dan cuenta de su capacidad. Si se rebela, la respuesta natural de sus progenitores será limitarlo aún más.
Los padres deben sentar unas buenas bases en esta etapa de la vida de sus hijos desde que son mucho más pequeños. Pueden mostrarles que lo que les exigen es por su propio bien, del mismo modo que la disciplina del Señor es por nuestro bien (Hebreos 12:9-10). Los progenitores pueden demostrar que no se limitan a establecer normas que les resulten convenientes a ellos como padres.
En segundo lugar, los padres pueden ir responsabilizando poco a poco a sus hijos a lo largo de su infancia y adolescencia sobre decisiones cada vez más importantes. Así los jóvenes practicarán la responsabilidad, demostrarán que son dignos de confianza y se prepararán para la edad adulta.
Si bien la adolescencia es una etapa de preparación para la edad adulta, en la que el joven será plenamente responsable ante Dios de sus decisiones, los padres siguen siendo responsables ante Dios de poner límites a sus adolescentes (1 Timoteo 3:4), y deben preparar a sus hijos para esta nueva etapa. Proverbios fue escrito por un padre que suplicaba a su hijo que tomara decisiones sabias. Salomón sabía que, como padre, no podía elegir por su hijo, pero sí podía hacer que las decisiones correctas parecieran más atractivas.
Desafío 3: El adolescente no posee la madurez de un adulto.
Es probable que los adolescentes no comprendan los peligros y riesgos que inquietan a sus padres. Por lo general, piensan que pueden lograr sus objetivos y evitar los peligros. A menudo se sienten frustrados porque sus progenitores no confían en sus capacidades y discernimiento.
Proverbios nos muestra que es importante que los padres no se limiten a decir a sus hijos adolescentes lo que está bien y lo que está mal, o a ponerles límites, sino que hablen con ellos sobre las consecuencias de cada decisión. Escuchar esta enseñanza ayudará al joven a aprender a pensar de forma madura.
▶ Lean juntos 1 Pedro 5:5.
Lo más inteligente que puede hacer un joven es someterse a la autoridad de unos padres piadosos y escuchar sus sabios consejos. Como nos muestra 1 Pedro 5:5, el joven que hace esto tiene el favor especial de Dios.
Desafío 4: El adolescente tiene los deseos de un adulto, pero no goza de los privilegios que este tiene.
Los adultos pueden disfrutar de muchos privilegios, como el matrimonio, la propiedad, los puestos de liderazgo y la libertad de tomar decisiones. Los adolescentes sienten frustración debido a que, a pesar de tener los deseos naturales por estos privilegios, aún no pueden tenerlos. Sus deseos les causan fuertes tentaciones. 2 Timoteo 2:22 ayuda a los jóvenes a saber qué hacer ante este dilema.
▶ Lean juntos 2 Timoteo 2:22.
Dios ofrece gracia a los jóvenes que están dispuestos a obedecerle. Él los ayudará a someterse a las autoridades y a negarse a satisfacer los deseos que estén fuera de su tiempo o voluntad. Ayudará a los adolescentes cristianos a convertir estos deseos en una motivación para prepararse para la vida adulta, mediante el desarrollo de la comprensión, el carácter y las habilidades necesarias para la vida.
Desafío 5: El adolescente observa inconsistencias en los demás y se ofende por ello.
En numerosas oportunidades, los adolescentes se han sentido decepcionados por personas que deberían haber sido mejores ejemplos y líderes espirituales. Cuando esto sucede, se ven tentados a desconfiar de todo el mundo. Por esta razón, es esencial que, como líderes eclesiales y como padres, vivamos vidas coherentes y piadosas. Las inconsistencias en la vida podrían tener como consecuencia que los jóvenes pasen la eternidad en el infierno. Aunque Jesús estaba hablando de niños y no de adolescentes, Mateo 18:6 es sin duda aplicable en este caso.
▶ Lean juntos Mateo 18:6.
El joven cristiano puede servir de ejemplo de piedad, incluso si no lo ha visto en otros. Samuel es un ejemplo de esto en el Antiguo Testamento. Se crio en una familia de sacerdotes que era impía y corrupta en muchas formas, pero desde muy joven, decidió vivir para Dios (1 Samuel 1:20; 1 Samuel 2:11-18, 22-26). Ya desde su niñez y adolescencia, vivió una vida santa (1 Samuel 3:19, 21).
▶ Lean juntos 1 Timoteo 4:12.
Desafío 6: El adolescente encara con entusiasmo muchas decisiones y oportunidades.
Los adolescentes ven un mundo lleno de oportunidades. Puede que les cueste encontrar un rumbo para sus vidas porque reciben consejos contradictorios de muchas personas.
Consideran que debería haber alguien que les dé lo que necesitan para ir tras una oportunidad. Resulta esencial que los adolescentes practiquen la fidelidad en las cosas pequeñas y confíen en que Dios les dará más oportunidades en el momento en que él lo considere oportuno.
▶ Lean juntos Lucas 16:10.
También es necesario que los adolescentes elijan escuchar consejos piadosos.
▶ Lean juntos Proverbios 11:14.
Los jóvenes descubrirán que hay bendición y libertad en seguir los caminos de la sabiduría de Dios.
Para el debate grupal
► ¿Qué ideas de esta lección te han sido de mayor utilidad? ¿De qué manera influirán en ti, en tu familia, en tu comunidad o en tu iglesia?
► Si eres padre o madre de un hijo o hija adolescente, ¿qué consejos puedes dar sobre cómo cultivar una relación abierta y respetuosa con un hijo en esta etapa de la vida? Sé sincero sobre tus errores.
► ¿Qué cosas concretas puedes hacer para que tus hijos adolescentes aprendan a pensar con sabiduría y a tomar buenas decisiones?
► Como padre, ¿cómo sabes cuándo debes ampliar los privilegios y las responsabilidades de tus hijos?
► Resume las principales responsabilidades del padre y del hijo durante la adolescencia.
► ¿Cuáles son los ámbitos de la vida en los que el padre debe motivar, amonestar y guiar a sus hijos a medida que crecen?
Oración
Padre celestial:
Gracias por habernos confiado la responsabilidad de criar a nuestros hijos hasta que alcancen la edad adulta. Es un asunto muy complejo en muchos sentidos, por lo que necesitamos tu entendimiento.
En tu Palabra, hemos visto la responsabilidad que tenemos de enseñar a nuestros hijos sabiduría, dominio propio y obediencia a ti. Te pedimos perdón por las veces que no nos hemos enfocado en estas prioridades en nuestras relaciones con nuestros adolescentes.
Danos sabiduría específica para atender las necesidades de nuestros hijos a medida que leemos y obedecemos tu Palabra. Es nuestro mayor deseo que te sigan fielmente todos los días de su vida.
Amén
Tareas de la lección
(1) Encuentra como mínimo tres versículos o pasajes de las Escrituras que puedas utilizar para orar por los adolescentes de tu familia o que se encuentren bajo tu influencia. Busca pasajes bíblicos que se refieran a:
Sus necesidades espirituales
El desarrollo de su carácter
Cosas y personas que influyen sobre ellos
Formas en las que necesitan crecer y desarrollarse
Escríbelos donde puedas verlos a menudo y comienza a utilizarlos para orar por tus hijos adolescentes todos los días.
(2) Elige dos de las preguntas del debate grupal al final de la lección. Redacta por lo menos un párrafo para responder a cada una de ellas.
(3) Elige un pasaje de las Escrituras que quieras leer:
Proverbios 4−5
Proverbios 6
Proverbios 23
Proverbios 24
A medida que lees, reflexiona en las siguientes preguntas. A partir de este pasaje...
¿Qué prioridades deben tener los padres de un adolescente?
¿Qué prioridades debe tener un adolescente?
¿Qué actitudes deben tener los padres de un adolescente?
¿Qué actitudes debe tener un adolescente?
¿Qué deben hacer los padres de un adolescente?
¿Qué debe hacer un adolescente?
¿De qué aspectos de la vida deben hablar los padres y el adolescente?
Haz una lista de enunciados que resuman el mensaje que el pasaje transmite a los padres de adolescentes. Escribe una segunda lista que resuma el mensaje que el pasaje da al hijo adolescente.
SGC exists to equip rising Christian leaders around the world by providing free, high-quality theological resources. We gladly grant permission for you to print and distribute our courses under these simple guidelines:
No Changes – Course content must not be altered in any way.
No Profit Sales – Printed copies may not be sold for profit.
Free Use for Ministry – Churches, schools, and other training ministries may freely print and distribute copies—even if they charge tuition.
No Unauthorized Translations – Please contact us before translating any course into another language.
All materials remain the copyrighted property of Shepherds Global Classroom. We simply ask that you honor the integrity of the content and mission.