Stephen y Sarah trataban de discernir si el matrimonio era la voluntad de Dios para ellos. Sarah sabía que, si se casaba con Stephen, quien era misionero, su vida cambiaría en muchos sentidos. Se mudaría a un nuevo país, aprendería un nuevo idioma y se adaptaría a una nueva cultura. Sabía que dejaría todo lo que le era familiar y cómodo. Habría frustraciones y sacrificios. El matrimonio no sería solo un compromiso de amor con su marido, sino también un acto de fe y de amor a Jesús.
Con el tiempo, Stephen y Sarah se dieron cuenta de que no eran compatibles y de que no debían casarse. Decepcionada, Sarah oró por su decepción y le pidió a Dios que la ayudara a ser fructífera para él durante ese período de su vida. Al orar, se dio cuenta de que esa entrega a la voluntad de Dios era un acto de fe y de amor a Jesús, al igual que lo habría sido el matrimonio.
Soltería
En este curso exploraremos el diseño de Dios para el matrimonio y de las Escrituras aprenderemos el propósito divino que tiene. Discutiremos lo que Dios ha dispuesto para el matrimonio y las maneras prácticas de fortalecerlo. Veremos la bondad del plan de Dios para esta unión.
El matrimonio es la voluntad de Dios para la mayoría de las personas. No obstante, hay muchos que viven varios años como solteros antes de casarse. En ocasiones, este tiempo de soltería es prolongado. Algunos experimentan otro período de soltería después de la muerte de su cónyuge o después de un divorcio. Otros nunca se casan.
Algunos pueden permanecer solteros por uno o varios de estos motivos:
Prefieren las ventajas de la soltería antes que las del matrimonio.
Temen casarse porque no han visto buenas relaciones matrimoniales.
Se encuentran enfocados en metas como los estudios o el desarrollo de su carrera profesional.
No sienten la necesidad emocional o física de casarse.
No han tenido la oportunidad de contraer matrimonio.
Debido a que las elecciones de la persona soltera afectan grandemente su relación con Dios y con otros, esta lección se centrará en la vida del creyente soltero.
Lo que dijeron Jesús y Pablo sobre la soltería
Los fariseos hicieron una pregunta a Jesús sobre el divorcio. Tras oír la respuesta de Jesús, sus discípulos concluyeron que es mejor no casarse (Mateo 19:10). Cristo, que fue soltero y célibe durante toda su vida en la tierra, respondió que la mayoría necesita casarse y solo unos pocos poseen la capacidad de afrontar la soltería durante mucho tiempo (Mateo 19:11-12).
El apóstol Pablo—que nunca se había casado o era viudo—dio un consejo similar a los creyentes solteros de Corinto. A causa de la tentación a la inmoralidad sexual, la mayoría de la gente debería casarse (1 Corintios 7:2, 8‑9). Pablo sabía que Dios creó la intimidad sexual en el matrimonio como un don agradable (1 Corintios 7:7, 1 Timoteo 4:1-5, Hebreos 13:4). Asimismo, afirmó que las relaciones sexuales no deberían darse fuera del matrimonio (1 Tesalonicenses 4:3-4).
El apóstol mencionó una ventaja de la vida de soltero. Los creyentes solteros pueden concentrar su tiempo, energía y esfuerzo en agradar al Señor y servir en el ministerio
(1 Corintios 7:32-35).
Pablo permaneció soltero (1 Corintios 9:5). Eligió permanecer así para poder
centrarse en la labor misionera que Dios tenía para él. Consideraba la soltería un don (1 Corintios 7:7-8). Además, como soportó mucho sufrimiento en su ministerio (2 Corintios 11:23-28), le resultaba más fácil sobrellevarlo porque no tenía la responsabilidad de una esposa o hijos (1 Timoteo 5:8).
Pese a que Pablo descubrió que la soltería era una ventaja para su ministerio, también existen maneras en las que el matrimonio supone una ventaja para el ejercicio ministerial.
► ¿De qué manera consideras la soltería como una ventaja para el ministerio? ¿De qué manera consideras el matrimonio como una ventaja para el ministerio?
Pablo dijo que las personas debían tener en cuenta varias cosas a la hora de decidir si casarse o no:
Su capacidad o incapacidad personal para vivir en celibato (1 Corintios 7:9, 36‑37)
Circunstancias difíciles en el presente, como la persecución (1 Corintios 7:26)
Las responsabilidades del matrimonio (1 Corintios 7:27-28, 32-35)
Prioridades correctas
Ni estar soltero ni casado es mejor o más espiritual que lo otro. Cada uno conlleva tentaciones, dificultades, bendiciones y oportunidades únicas. Ambos son convenientes en momentos distintos y para personas distintas.
En última instancia, la realización personal y la plenitud deben provenir de la relación con Dios, tanto si se está casado como si no (Salmos 73:25, Salmos 107:8-9). Además, todos los creyentes —casados o solteros— deben mantener su enfoque en la eternidad porque la vida es corta, pero la eternidad es segura (1 Corintios 7:31).
► Pide a un estudiante que lea Mateo 6:26-33 al grupo.
En este pasaje, Jesús explica que los valores y las prioridades de este mundo son muy distintos de los de los creyentes. La meta más importante del creyente es formar parte del reino de Dios. La prioridad del cristiano es vivir una vida de justicia por la gracia de Dios. En Mateo 6:33, el Señor promete suplir las necesidades físicas y materiales de sus hijos cuando obedecen las palabras de Jesús.
¿Cuándo debe casarse un cristiano? Cuando el matrimonio lo ayude a servir mejor al reino de Dios. Cuando a través de él pueda vivir una vida de justicia más fructífera y victoriosa.
¿Cuándo debe permanecer soltero un cristiano? Cuando la búsqueda del matrimonio o el matrimonio mismo lo distraerían de su papel en el reino de Dios. Cuando puede ser más fructífero en lo espiritual como soltero. Cuando puede obtener la victoria espiritual y mantener la pureza moral sin tener la intimidad sexual que proporciona el matrimonio.
► Si estás soltero, detente un momento para hacer una reflexión personal y sincera.
¿Vives en obediencia a la Palabra de Dios?
¿Qué te ha encomendado Dios que hagas para su reino en este momento?
¿Qué crees que Dios te ha llamado a hacer con tu vida a largo plazo?
¿Crees que el matrimonio haría que te fuera mejor o peor en tu relación con Dios y en tu labor para él en este mundo?
Aceptar las prioridades divinas ayuda a los creyentes solteros a decidir si desean o no casarse. También nos ayuda a entender lo que debemos buscar en un posible cónyuge. Todo creyente que desee casarse debe buscar a alguien que ponga a Dios en primer lugar, que viva obediente a la Palabra de Dios y que busque extender su reino.
► Pide a los estudiantes que lean Efesios 4:17-24 y 1 Juan 2:15-17 al grupo.
En el mundo, la gente vive para sí misma. Eligen hacer las cosas que sus cuerpos y mentes desean (Efesios 2:3), e incluso están dispuestos a desobedecer la Palabra de Dios. Los pecadores suelen hacer lo que les agrada, lo que es más conveniente o lo que hace que los demás les presten atención. Su prioridad es complacerse a sí mismos. Pueden iniciar una relación romántica con alguien solo porque se sienten físicamente atraídos por esa persona. Pueden estar en una relación con alguien solo porque sienten algo excitante cuando están juntos.
Las personas egoístas quizás no quieran asumir un compromiso de entrega en una relación matrimonial. Tal vez estén dispuestos a tener relaciones sexuales sin casarse, a pesar de que Dios dice que eso está mal (1 Corintios 6:9-11).
La gente egoísta que contrae matrimonio puede renunciar a su cónyuge cuando la relación se torna difícil. Es posible que se divorcien de su pareja y comiencen una nueva relación con otra persona. Dios tiene algo mucho mejor para quienes obedecen las instrucciones de su Palabra (Salmos 19:8, 11, Deuteronomio 6:24).
Jesús nos llama a agradar a Dios en todo (Mateo 16:24, 2 Corintios 5:9, Colosenses 1:10). Puesto que somos seguidores de Cristo, la prioridad de nuestras vidas debe ser el reino de Dios y su justicia. Es más, la prioridad en nuestra búsqueda del matrimonio debe ser también la misma. Debemos honrar a Dios en nuestras motivaciones para casarnos y en la forma en que buscamos el matrimonio. Debemos escuchar los valores de Cristo y obedecer lo que dice que es correcto y bueno. Después, debemos honrar a Dios obedeciendo lo que espera de nosotros como esposos y esposas.
Hay un tiempo para todo
El inicio de la edad adulta es el mejor momento para que la mayoría busque casarse (Proverbios 5:18, Malaquías 2:15, Tito 2:4). Al llegar a esta edad, uno ya debería estar formado y preparado para la vida. Un hombre o una mujer debe ser maduro, capaz de asumir responsabilidades y tomar decisiones sabias (1 Timoteo 4:12). Idealmente, los adultos jóvenes se encuentran preparados para las responsabilidades del matrimonio y la crianza de los hijos. Sus cuerpos también están listos para tener hijos y, en la mayoría de los casos, sienten fuertes deseos sexuales y la necesidad de intimidad marital.
Hoy en día, en muchas culturas es habitual que los adultos jóvenes pospongan el matrimonio hasta después de haber completado sus estudios superiores o haberse establecido en sus carreras. Otros no quieren casarse porque quieren vivir sin responsabilidades.
Muchos de ellos viven vidas de inmoralidad sexual antes de casarse, ya que ceden ante sus fuertes deseos sexuales. En el plano emocional, desean intimidad. Sin embargo, no quieren casarse y formar una familia debido a sus metas en la vida o a su falta de voluntad para asumir responsabilidades.
Los adultos jóvenes cristianos que postergan el matrimonio deben examinar con atención sus prioridades. Deben asegurarse de llevar una vida piadosa y pura, y de seguir la voluntad de Dios. Algunos necesitan tomar en cuenta la importancia que el Señor da al matrimonio y a criar hijos piadosos.
Parejas que viven juntas sin estar casadas
A veces, el hombre y la mujer viven juntos manteniendo una relación íntima, pero postergan el matrimonio. Puede que estén comprometidos el uno con el otro, pero no han hecho un pacto matrimonial. Las razones son diversas:
A veces, las exigencias culturales de celebrar bodas elegantes y costosas impiden a las parejas pobres tener un matrimonio digno.
A veces las parejas no se comprometen por miedo a que su matrimonio fracase. Puede que piensen que la separación será menos dolorosa si no están casados. Creen que su relación se fortalecerá mientras vivan juntos.
Dios ha reservado la intimidad sexual para el matrimonio (Hebreos 13:4). Las parejas que viven juntas sin estar casadas son culpables de desobedecer su Palabra. La intimidad nunca llegará a ser lo que debería ser debido a la falta de compromiso permanente y exclusivo del uno con el otro y a la falta de confianza mutua.
Los creyentes no deben seguir el ejemplo de los no creyentes, sino obedecer la Palabra de Dios. La iglesia debe defender las normas morales de Dios y ayudar a las parejas a seguir el plan bíblico para el matrimonio. Por ejemplo, cuando una pareja no puede pagar una boda costosa, la familia de la iglesia debe ayudarlos para que tengan una boda sencilla. Esto ayudaría a las parejas a casarse y así obedecer el estándar moral de Dios. También los ayudaría a no comenzar su matrimonio con deudas económicas. Los cristianos deben recordar que el matrimonio es mucho más importante que la ceremonia en sí; no obstante, se debe asumir un compromiso matrimonial definitivo.
► Pide a los estudiantes que lean Romanos 12:2 y Filipenses 2:15-16 al grupo. Discutan cómo el compromiso de los creyentes con la moralidad puede cambiar la cultura que los rodea.
Soltería saludable
Una cuestión de rendición
[1]Todo hijo de Dios debe rendir sus deseos a Jesús el Señor. A lo largo de su vida, cada creyente será probado en cuanto a su devoción a Jesús como su Señor. Algo difícil ocurrirá (…) o algo bueno que deseamos no pasará (…) y Jesús nos preguntará a cada uno de nosotros, sus seguidores: «¿Soy yo tu Señor? ¿Confiarás en mi bondad? ¿Creerás que tengo el plan perfecto? ¿Me obedecerás? ¿Te rendirás a mí? ¿Te someterás a lo que estoy haciendo? ¿Me glorificarás en esto?».
Algunos solteros se sienten felices de permanecer así. Pero los que desean casarse y no han tenido una buena oportunidad de hacerlo deben aceptar con humildad la decisión de Dios de no concedérselo.
Los hombres y mujeres cristianos (…) comprenden que, si Dios desea que se casen, se los manifestará a su tiempo y a su manera. Sin embargo, él siempre debe ser lo primero, y siempre se debe [confiar plenamente] en él.[2]
Dios es digno de confianza y bueno. Hay una obra que él quiere hacer en el corazón y la vida del creyente soltero. Él siempre permitirá lo que a la larga es mejor para sus hijos y, sobre todo, lo que traerá más gloria a Jesús. Él obra en cada cosa para hacer que nuestro carácter se asemeje al de Cristo (Romanos 8:28-29) y para que podamos adorar a Jesús como se merece por toda la eternidad (1 Pedro 1:6-7).
Dios es plenamente capaz de proveer una esposa piadosa para uno de sus hijos. Él puede ayudar a un cristiano a encontrar una esposa piadosa, cuando este busca una mujer virtuosa que honre a Dios con su vida (Proverbios 18:22, Proverbios 19:14, Proverbios 31:10).
La mujer soltera que vive para Cristo puede confiar en que Dios atenderá sus necesidades de la mejor manera, sea que Dios guíe o no a un hombre a casarse con ella. Puede vivir una vida plena y espiritualmente fructífera gracias a la provisión y fidelidad del Padre.
Si la soltería es lo que Dios ha elegido para ella, encontrará en el Señor un amante, proveedor, protector y líder perfecto. Jesús puede ser el esposo de su corazón (Isaías 54:5), y ella puede amarlo, honrarlo, entregarse a él y obedecerlo, en lugar de un esposo terrenal.
Si Dios elige para ella el matrimonio, su tiempo de soltería le habrá enseñado a confiar en Dios (el único amante, proveedor, protector y líder perfecto), a la vez que aprende a amar, honrar y entregarse a un esposo humano e imperfecto.
Plenitud en Cristo
[3]Todos los creyentes deben encontrar la plenitud en Cristo, no en un compañero humano. Incluso si alguien prefiere estar casado, la soltería prolongada le da la oportunidad de estar seguro de que se siente plenamente satisfecho en Jesús. La soltería nos permite comprobar que Cristo es suficiente (Filipenses 4:11-13).
El hecho de que Dios creó el matrimonio, y que debemos considerarlo una institución sagrada, resulta claro en toda la Escritura (…). No era bueno que Adán estuviera solo, pero ¿era porque Dios mismo no era suficiente para satisfacer sus necesidades? Por supuesto que no. Como lo explica la Biblia, Dios creó a Eva porque Adán necesitaba una ayuda, una compañera que le permitiera realizar la labor que Dios le había encomendado en la tierra. Sí, Adán y Eva fueron bendecidos y se beneficiaron de la compañía que ambos se ofrecían, pero su matrimonio nunca sustituyó a Dios. Él seguía siendo Dios, y debía seguir siendo su primer y principal objeto de amor y adoración.[4]
Una persona puede aprender a experimentar más el amor de Dios cuando no tiene una pareja o familia que le proporcione afecto físico y emocional. Versículos como Salmos 73:25-26 nos animan en tiempos de prueba emocional y tentación física:
¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Fuera de ti, nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre.
Como escribe Leslie Ludy:
David, el salmista, tuvo muchas mujeres que lo acompañaron durante su vida. No obstante, es la relación íntima que tuvo con Dios la que le proporciona la satisfacción plena que describen estos versículos.[5]
El creyente soltero descubrirá que Jesús es suficiente; su relación con Dios lo satisface.
Oportunidades para el servicio
[6]Cuando los creyentes solteros encuentran su satisfacción en Cristo, él convierte su soltería en una oportunidad para servir a los demás. En lugar de centrarse en sus propias necesidades y sentirse descontentos, pueden aprender a percibir las necesidades de los otros y a satisfacerlas. Ayudar a los demás es una de las mejores maneras de llevar una vida fructífera y plena. El carácter que se desarrolla en esta etapa los ayudará a seguir dando buenos frutos a lo largo de su vida.
► Pide a los estudiantes que lean Filipenses 2:3-4 y Tito 3:8, 14 al grupo.
Como se ha dicho antes, las diferentes circunstancias en la vida ofrecen oportunidades únicas. En cada etapa, hay cosas que una persona puede hacer, y otras que no. Una joven soltera hizo una lista de las cosas que puede hacer por el hecho de ser soltera. Otros solteros y solteras incluirán cosas diferentes en sus listas.
Como soy soltera, me resulta mucho más fácil:
Visitar a los ancianos y pasar tiempo con ellos.
Preparar y dar de comer a los que no tienen hogar.
Estudiar la Biblia a fondo y enseñarla a los niños.
Ministrar a mujeres y niñas en mi casa.
Pasar tiempo intercediendo en oración de manera ininterrumpida.
Aprender nuevas habilidades.
Escribir cartas y tarjetas de ánimo.
Ofrecerme como voluntaria para ayudar a otras personas con sus proyectos.
Ajustar fácilmente mi horario cuando surge una necesidad o acontecimiento especial.
Cada persona tiene oportunidades o responsabilidades específicas a causa de su condición en la vida. La lista que escribiría una madre de niños pequeños podría incluir ejemplos de las cosas que les enseña o la manera en que los educa. Dios le ha dado la oportunidad y la responsabilidad de servir de esta forma por ser madre. (Al final de esta lección podrás elaborar tu propia lista.)
Compañerismo
Es muy importante que los que no están casados establezcan relaciones sanas con los demás. Como se ha dicho en lecciones anteriores, Dios hizo a las personas para que se relacionaran con él y con otros.
Los solteros necesitan relacionarse con personas a las que puedan servir, ya sean niños, jóvenes o ancianos.
Los solteros necesitan mentores de más edad y madurez para que los aconsejen y rindan cuentas.
Los solteros necesitan amigos que se encuentren en una situación similar en la vida, para que puedan animarse mutuamente en el Señor y tener comunión.
Los solteros necesitan ser amigos de parejas que estén casadas y de familias. Este tipo de amistades aportan muchas bendiciones mutuas.
Mantener una diversidad de vínculos con otros ofrece a los solteros muchas oportunidades de servir. Las amistades brindan parte del apoyo emocional y espiritual que la persona soltera necesita, además de ayudarle a llenar su necesidad de formar una familia, sobre todo si no vive cerca de la suya.
Hay que advertir sobre dos cosas:
La persona que no está casada debe evitar establecer relaciones insensatas o inmorales debido a sus necesidades emocionales y físicas.
La persona soltera debe dar prioridad a su relación con Dios sobre cualquier relación humana.
Pensamientos
Todos los creyentes deben esforzarse por mantener pensamientos puros por la gracia de Dios (Proverbios 4:23). Salmos 19:14 es una oración en la que se le pide al Padre que nos ayude a vivir con cuidado para él a través de nuestras palabras y pensamientos. Esta oración nos recuerda que somos responsables ante Dios por aquello que pensamos y decimos.
Podemos elegir lo que ponemos en nuestra mente (Filipenses 4:8): lo que vemos, escuchamos o leemos. Si queremos honrar a Dios, debemos elegir alimentos mentales que sean puros y nos acerquen a él y nos ayuden a obedecerle (Romanos 12:2, Romanos 13:14).
Los seguidores de Cristo no deben entretenerse con los pecados de otros (Salmos 101:3, 1 Corintios 15:33). Disfrutar viendo el comportamiento inmoral equivale a participar en el pecado de los demás (Romanos 1:32). Mirar y escuchar hará que el creyente se vuelva insensible al pecado y pierda su enfoque en agradar al Señor (Proverbios 13:20). La Palabra de Dios hace hincapié en nuestra necesidad de honrar al Señor en todo tiempo (Proverbios 23:17) y de odiar el mal como él lo hace (Proverbios 8:13). Cuando tememos al Señor y nos apartamos del mal, somos bendecidos (Salmos 111:10).
Si hemos desobedecido la voluntad de Dios en cuanto a lo que debemos poner en nuestra mente y en lo que debemos meditar, debemos confesar nuestro pecado y dejar de hacer esas cosas. Incluso en aquellos casos en los que por accidente hayamos escuchado o visto algo malo, debemos reemplazar de manera intencional los pensamientos sobre esas cosas con pensamientos buenos y piadosos.
► Pide a los estudiantes que lean Salmos 19:14, Salmos 1:1-2, Filipenses 4:6-8 y Efesios 5:25-27 al grupo.
Los versículos de Filipenses nos dicen que Dios quiere proteger nuestros corazones y mentes, pero debemos cooperar con él meditando a propósito en las cosas correctas. Meditar en las Escrituras es muy importante para tener pensamientos sanos y puros. Efesios nos dice que la Palabra de Dios nos limpia, lo que sin duda incluye nuestras mentes y pensamientos.
► ¿Qué actividades te ayudan a tener pensamientos que honran a Dios? ¿Qué otros versículos te han ayudado en tus pensamientos?
Soltería y sexualidad
Si estás estudiando esta lección sin haber leído el resto del curso, repasa también la Lección 4, donde se habla sobre pureza sexual y asuntos morales.
[1]«El contentamiento es la satisfacción que nace de saber que Dios es soberano sobre mis circunstancias y me concede lo que es mejor para mí».
Phil Brown
[2]Adaptado de Leslie Ludy, Sacred Singleness (Eugene, OR: Harvest House Publishers, 2009), p. 24.
[3]Oración
«Soy tuyo(a), Señor.
Esa es mi identidad
mi llamado,
mi seguridad,
mi consuelo,
mi propósito,
mi alegría
y mi recompensa.
Te necesito a ti.
Tú eres suficiente.
Tú me llenas.
Tú eres mi fuente.
Tú me completas».
[4]Leslie Ludy, Sacred Singleness, (Eugene, OR: Harvest House Publishers, 2009), pp. 66-67.
[5]Leslie Ludy, Sacred Singleness, (Eugene, OR: Harvest House Publishers, 2009), p. 67. Leslie Ludy se refería a Salmos 16:11, a Salmos 73:25 y a Salmos 107:9.
[6]«Si eres soltero, recuerda que no se te pide malgastar
tu tiempo y libertad
en búsquedas egocéntricas,
sino servir a la iglesia y al mundo».
Adaptado de Paul Lamicela
Conclusión
La soltería ofrece a los creyentes oportunidades únicas para crecer en su relación con Cristo y aprender a servir a los demás. Los solteros deben hallar su plenitud en Cristo al tiempo que construyen relaciones sanas con otras personas. Deben aprovechar las oportunidades que les brinda su soltería para la gloria de Dios y el beneficio de su reino. Las prioridades divinas ayudan a los creyentes a tomar buenas decisiones respecto a un posible matrimonio.
Para el debate grupal
► Menciona y discute varias prioridades que deben guiar las decisiones respecto a los años de soltería, la elección de casarse y la búsqueda del matrimonio.
► ¿Cómo puede tu iglesia ministrar de manera más eficaz a los miembros solteros?
► ¿Cómo puede tu familia entablar una amistad con alguien soltero?
► Si eres soltero, ¿cómo puedes contribuir a la familia de tu iglesia? ¿Cómo puedes ser de bendición para los de distinta edad y para los que se encuentran en etapas de vida diferentes?
► ¿Qué ideas te resultaron nuevas en esta lección?
► ¿Qué más desearías que se hubiera tratado en ella?
► Discute cómo las ideas de esta lección se podrían aplicar a otras etapas de la vida.
Oración
Padre celestial:
Gracias por sernos fiel en cada etapa de nuestras vidas. Te agradecemos por el ejemplo de quienes viven en tu presencia y para tu gloria en sus años de soltería.
Ayúdanos a rendirnos plenamente a ti a lo largo de nuestras vidas, y que podamos encontrar la plenitud en nuestra relación contigo. Haz que aprovechemos las oportunidades que nos has dado en el presente.
Permítenos honrarte siempre en nuestras decisiones, pensamientos, relaciones con los demás y servicio. Haznos fructíferos para gloria tuya.
Amén
Tareas de la lección
(1) Piensa en algún momento en el que Jesús te haya pedido que te rindieras a sus planes. En al menos dos párrafos, describe la situación y tu respuesta. (Puede tratarse de algo actual o del pasado.) ¿Cómo se puso a prueba tu fe? ¿Cómo te guio el Señor? ¿Te rendiste a su plan? ¿Qué le dijiste? ¿Cómo fue tu obediencia en esta situación?
(2) ¿Qué posibilidades tienes debido a tu estado civil, sexo o circunstancias en la vida? Por el momento, no pienses en lo que no puedes hacer. En lugar de eso, dedica unos minutos a enumerar las cosas que puedes hacer por la posición en la que Dios te tiene ahora. Escribe: «Porque soy ________ tengo la posibilidad de…».
(3) Lee y medita en cada uno de los pasajes a continuación, a los que se hizo referencia en la última parte de esta lección. Pídele a Dios que te revele todo lo que debes cambiar para que tus pensamientos sean puros y agradables a él. Escribe una oración de confesión y compromiso de obediencia.
Salmos 1:1-2
Salmos 19:14
Salmos 101:3
Salmos 111:10
Proverbios 4:23
Proverbios 8:13
Proverbios 13:20
Proverbios 23:17
Romanos 1:32
Romanos 12:2
Romanos 13:14
1 Corintios 15:33
Filipenses 4:6-8
(4) Elige tres de los versículos de la actividad 3 y apréndelos de memoria. Al comienzo de la siguiente clase, escribe o recita los versículos de memoria.
SGC exists to equip rising Christian leaders around the world by providing free, high-quality theological resources. We gladly grant permission for you to print and distribute our courses under these simple guidelines:
No Changes – Course content must not be altered in any way.
No Profit Sales – Printed copies may not be sold for profit.
Free Use for Ministry – Churches, schools, and other training ministries may freely print and distribute copies—even if they charge tuition.
No Unauthorized Translations – Please contact us before translating any course into another language.
All materials remain the copyrighted property of Shepherds Global Classroom. We simply ask that you honor the integrity of the content and mission.