(1) Identificar tres componentes de la comunicación.
(2) Reconocer dos puntos en los que puede fallar la comunicación.
(3) Comprender las expectativas de las distintas formas de comunicación oral.
(4) Reconocer las características únicas de la comunicación escrita.
(5) Evitar los obstáculos para el éxito de la comunicación.
Si fuéramos computadoras, la comunicación sería fácil. Podríamos enchufar un cable en la mente de una persona y otro en la mente de la otra, apretar un botón y la comunicación se transferiría rápidamente y sin errores. Sin embargo, Dios no ha elegido que el hombre se comunique de esa manera. Dios tiene un plan mucho mejor. De hecho, Dios ha diseñado la comunicación para que sea una de las experiencias más agradables de la vida.
¿Te has dado cuenta de que Dios ha hecho agradables las actividades necesarias para la vida? Es necesario que comamos para tener fuerzas, así que Dios ha hecho que comer sea agradable. Es necesario que descansemos para renovar nuestras fuerzas, así que Dios ha hecho que el descanso sea agradable. Del mismo modo, Dios ha hecho que la comunicación sea agradable. Es un gozo y un placer comunicarse y establecer relaciones con otras personas.
La comunicación consta de tres componentes: el comunicador, el receptor y el mensaje. La persona que comunica da un mensaje para que lo reciba una segunda persona.
Dos razones por las que un mensaje puede no comunicarse con éxito
Un comunicador puede no comunicar con claridad
No existe el comunicador perfecto. Todos tenemos pensamientos difíciles de expresar. Incluso a veces es difícil expresarnos a Dios. Por eso el Espíritu Santo nos ayuda con nuestras oraciones, expresando cosas que no sabemos expresar (Romanos 8:26). Por muy hábiles que sean las personas como comunicadores, nunca son capaces de expresar todo lo que tienen en su mente. A veces la comunicación falla cuando un orador está tratando de elegir sus palabras o cuando un escritor está tratando de escribir un documento. Tenemos problemas de comunicación siempre que el comunicador y el receptor utilizan las palabras de forma diferente. La comunicación puede fallar por culpa del escritor o del orador.
Es posible que el receptor no entienda el mensaje
La mayoría de las veces, un receptor no puede concentrarse lo suficiente como para entender todo lo que dice otra persona, ya sea en una comunicación oral o escrita. Aunque uno entienda todas las palabras, es difícil comprender la comunicación completa porque las pequeñas distinciones entre las palabras cambian de una persona a otra. La comunicación puede fallar por culpa del oyente o del lector.
Aunque un profesor sea un buen comunicador y un alumno un buen receptor, parte del mensaje original se perderá entre el profesor y el alumno. Nuestra tarea es reducir los malentendidos y mejorar la comunicación.
La comunicación es una de las cosas más importantes que hacemos cada día. Dios nos ha hecho criaturas que están constantemente creando y recibiendo comunicación.
Los buenos comunicadores aprenden constantemente para mejorar su capacidad de comunicación. Si no seguimos aprendiendo y creciendo, no seremos comunicadores eficaces e interesantes.
¿Cuáles son las distintas formas de comunicación?
Comunicación oral
Comunicación uno a uno
Hablar una persona con otra es la forma de comunicación más íntima y, por lo general, la que da mejores resultados. En este tipo de comunicación, es fácil determinar si la otra persona te entiende. Tienes una retroalimentación instantánea que te permite medir el éxito de la comunicación. Puedes utilizar varias explicaciones para transmitir con éxito información de ti a otra persona.
Es la forma de comunicación más relajada y natural.
Grupos pequeños
Es el tipo de comunicación que experimentamos en la familia, el trabajo y las reuniones sociales informales. La comunicación en grupos pequeños puede incluir desde conversaciones familiares hasta entornos más formales, como una clase de escuela dominical. Para muchas personas, dirigirse a una multitud genera ansiedad e incomodidad. Sin embargo, esas mismas personas suelen hablar en reuniones familiares, reuniones informales de amigos y otros grupos pequeños sin mucho estrés.
Hablar en público
Al hablar en público, el orador se dirige a un grupo numeroso de personas. Este tipo de comunicación es casi siempre formal, aunque pueda haber un ambiente informal. Hablar ante grandes multitudes es la forma más eficaz de comunicar la máxima cantidad de información en el menor tiempo posible. Los servicios religiosos, los mítines políticos y otras grandes reuniones utilizan este tipo de oratoria. Cuando se habla en estos entornos, es difícil para un orador determinar si las personas del público están entendiendo el mensaje. Es más probable que se produzcan errores de comunicación. La mayoría de la gente cree que hablar en público es la forma más difícil de comunicación oral.
Comunicación informal
La mayoría de nosotros nos comunicamos de manera informal todos los días. La mayor parte de la comunicación informal no requiere preparación; uno simplemente responde a las situaciones de forma natural. Incluso en situaciones informales, algunas personas están más dotadas que otras para expresarse.
Comunicación formal
La comunicación formal suele ser para ocasiones planificadas de antemano. La comunicación formal requiere que el orador prepare su presentación con antelación. La comunicación formal suele generar ansiedad y miedo en el presentador, sobre todo si no está acostumbrado a hablar en público. Los sermones, las conferencias y otras presentaciones similares son presentaciones formales.
La comunicación formal puede tener lugar en pequeños grupos o en situaciones individuales. Si te invitan a reunirte con el gobernador, es probable que se trate de una situación formal. Debes prepararte para esa reunión con la misma seriedad que si te dirigieras a una gran multitud.
Comunicación escrita
La comunicación escrita tiene muchas de las mismas características que la comunicación oral, pero algunas de ellas son exclusivas de la comunicación escrita:
1. La comunicación escrita suele ser más breve que la oral. La comunicación escrita suele tener una limitación de longitud que no es necesaria en la comunicación hablada. Por eso una carta escrita suele ser más corta que una conversación telefónica.
2. La comunicación escrita suele ser más precisa que la oral. El hecho de que una persona tenga que dedicar tiempo a escribir su comunicación suele significar que ésta es más precisa. Dado que la comunicación escrita será examinada más de cerca, el escritor suele ser más cuidadoso para ser completamente preciso.
3. La comunicación escrita tiende a ser más formal que la oral. Como el receptor no está delante de quien escribe, se tiende a utilizar un medio de comunicación más formal que si la persona estuviera en las inmediaciones.
4. La comunicación escrita suele tener más impacto que la comunicación oral. La comunicación hablada puede no tener tanta autoridad como la escrita. En situaciones legales, la comunicación no es oficial hasta que no está escrita.
5 La comunicación escrita dura más que la oral. Si alguien habla en voz alta, es fácil olvidar lo que se ha dicho. Sin embargo, si alguien ha escrito algo, ese mensaje puede seguir comunicando mientras exista el trozo de papel.
En algunas situaciones, la comunicación escrita es más eficaz que la oral. Para ser un buen comunicador, una persona necesita desarrollar habilidades tanto escritas como orales.
Utilizar diversas formas de comunicación
Además de hablar y escribir, podemos comunicarnos con el teatro, las imágenes, la música, el movimiento corporal, el tacto y las acciones. La mayoría de los educadores coinciden en que la enseñanza más eficaz utiliza múltiples formas de comunicación. Si una persona escucha un mensaje y luego lo ve reforzado con una imagen o una lección objetiva, aprenderá mucho más. Algunos investigadores afirman que:
Recordamos el 10% de lo que leemos.
Recordamos el 20% de lo que oímos.
Recordamos el 30% de lo que vemos.
Recordamos el 50% de lo que vemos y oímos.
Recordamos el 90% de lo que hacemos.
Esto ilustra la idea de que las múltiples formas de comunicación aumentan el aprendizaje. Cuando complementamos una forma de comunicación con otra, aumentamos nuestra eficacia.
► Evalúa tu capacidad de comunicación. ¿Qué tipo de comunicación es tu punto fuerte: escrita u oral, en grupos pequeños o grandes, formal o informal? ¿En cuál de ellas eres débil?
Factores que influyen en la comunicación
Hay muchas cosas que influyen en el éxito de nuestras comunicaciones.
El mensaje
La naturaleza de nuestro mensaje tendrá un gran impacto en la comunicación. Por ejemplo, hay una gran diferencia entre un mensaje funerario y una felicitación de cumpleaños. Hay una gran diferencia entre una presentación sobre el VIH/SIDA en Nigeria y una presentación para una ceremonia de graduación universitaria. Hay diferencias entre un sermón, una presentación académica formal y un discurso en un mitin político.
La longitud del mensaje también influirá en él. Por extraño que pueda parecer, cuanto más corto sea el mensaje, más habrá que trabajarlo para asegurarse de que transmite los puntos importantes dentro de los límites de tiempo. Si uno tiene que hacer una presentación importante en pocos minutos, puede requerir mucha preparación.
Un hombre preguntó una vez al presidente de EE.UU., Dwight Eisenhower, cuánto tardaría en preparar un discurso. Eisenhower respondió: "Si quiere un discurso de 15 minutos, deme dos semanas. Si quiere un discurso de 30 minutos, deme una semana. Si quiere un discurso de una hora, deme dos o tres días. Si quieren un discurso de dos horas, estoy listo ahora mismo". Lo que quería decir era que si sólo se dispone de un tiempo limitado, hay que esforzarse mucho para hacerlo bien.
Preparación
La mayoría de los oradores necesitan dedicar mucho tiempo a preparar una presentación. Suele haber una relación directa entre el impacto de una presentación y la preparación que se le ha dedicado.
Una de las principales razones por las que muchos sermones tienen un impacto limitado es la falta de preparación. Muchas personas dependen de su habilidad natural para llevar a cabo un sermón. Debemos tomarnos en serio cada discurso. Algunas personas escriben cada palabra que van a decir en público. Lleva más tiempo hacer este tipo de preparación, pero la recompensa está en la eficacia de la presentación.
Entorno
El entorno de una presentación afecta a la forma en que uno se prepara y presenta el mensaje. Si uno va a hablar en una cruzada evangelística al aire libre en un pueblo, se preparará de forma muy distinta que para una conferencia de pastores en la sala de presentaciones de un hotel. Al aceptar una invitación para hablar, es esencial aprender todo lo posible sobre el entorno físico.
Las circunstancias
Hay que conocer las circunstancias que dieron lugar a la invitación. Por ejemplo, al autor de este curso le pidieron que hablara sobre la "Filosofía de la educación cristiana" para el personal de una escuela. Se enteró de que el consejo escolar se estaba replanteando su filosofía. Las circunstancias habían cambiado en los últimos 60 años y había llegado el momento de que la escuela se asegurara de que comprendía su misión. Conocer estos antecedentes le ayudó a preparar sus presentaciones.
El público
Varios factores relacionados con el público influyen en la comunicación:
La edad. La capacidad de atención de los niños no es tan larga como la de un adulto. Es posible que tenga que acortar su discurso o utilizar técnicas especiales para mantener la atención de los niños.
El género. Las mujeres tienen intereses diferentes a los de los hombres. Por lo tanto, te prepararás de manera diferente para un público masculino o femenino. Un público mixto te obliga a prepararte de manera aún más diferente.
Intereses. Si se dirige a un grupo de abogados, se preparará y hablará de forma diferente que si se dirigiera a un grupo de deportistas. Siempre hay que tener en cuenta los intereses específicos de la audiencia.
Educación. Si estás presentando un trabajo académico a un grupo de profesores universitarios, enfocarás la presentación de forma diferente a si estuvieras dando una lección bíblica a una clase de niños de 12 años.
Salud y fuerza. La esposa de un pastor habla cada semana a personas mayores. Estas personas son mayores y débiles y no tienen la capacidad de atención de los jóvenes sanos. Ella prepara y transmite su mensaje de manera diferente que si se dirigiera a un público joven.
Duración. El tiempo disponible para la presentación determinará la preparación de la comunicación. Un vendedor al que se le dan 10 minutos para exponer su caso hablará de forma diferente que si se le da un minuto.
Dado que estos factores influyen en la preparación y el discurso, hay que intentar obtener toda la información posible sobre el público al aceptar un compromiso.
Obstáculos a la comunicación
Miedo a hablar en público
El mayor temor de muchas personas es el miedo a hablar en público. Hay soldados que no tienen miedo a arriesgar su vida en la batalla, pero que se aterrorizan cuando se les pide que digan unas palabras delante de 15 o 20 personas.
La mejor cura para el miedo a hablar en público es la experiencia. Cuanto más hable uno en público, más probable es que se sienta cómodo hablando en público. Cuando felicitaron a un conocido orador por su habilidad para hablar en público, sonrió y dijo: "Practico mucho". La experiencia es necesaria para sentirse cómodo como orador público.
Falta de preparación adecuada
Ya hemos hablado de la importancia de la preparación. La falta de preparación adecuada es una de las principales causas de fracaso al hablar en público. ¿Qué problemas suelen tener los oradores con la preparación?
Mala introducción. Si una persona no empieza bien, no es probable que la presentación salga bien.
Conclusión pobre. Una buena conclusión es tan importante como una buena introducción. Es lo último que oirá el público; recordarán la conclusión.
Ilustraciones deficientes. Una de las partes más importantes de cualquier presentación pública es el uso de ilustraciones que ayuden al público a entender el mensaje.
Mala organización. La buena comunicación se desarrolla de forma organizada. Un orador desorganizado puede decir muchas cosas buenas, pero es posible que el público no entienda su mensaje principal.
Todas ellas son cuestiones relacionadas con la preparación. Es posible que no podamos evitar el nerviosismo cuando subimos al estrado. Quizá no podamos controlar el entorno en el que hablamos. Sin embargo, podemos hacer algo para tener una buena introducción y una buena conclusión. Podemos controlar las ilustraciones de nuestras presentaciones y podemos controlar la organización de las mismas. Estas cosas son una parte importante de la preparación.
No hay nada mejor que una buena preparación. No es profesional no prepararse bien para una presentación en público.
Falta de sensibilidad hacia el público
Hablar en público es algo más que comunicarse en una sola dirección, del orador al oyente. Un buen orador siempre es consciente de la respuesta de su público. La mejor manera de hacerlo es establecer un buen contacto visual con el público. Un buen orador público puede ver en los ojos de su audiencia si está comunicando con éxito o no. Cuando un orador se da cuenta de que está perdiendo la atención de su público, debe hacer lo necesario para recuperar su atención. He aquí algunas cosas que el orador puede hacer:
Deja de hablar y espera. Un periodo de silencio captará la atención del público.
Cuente una historia. Una historia ayuda a captar la atención. A veces es necesario contar una historia antes de lo previsto.
Dé un dato o estadística sorprendente.
Utiliza el humor.
Aporte una aplicación práctica de su tema.
Utiliza un objeto o escribe en una pizarra.
Interactúa con alguien del público.
Si el público tiene sueño, pídele que se levante y se estire.
Si el público tiene sueño, pídeles que canten un coro o una canción.
El orador debe estar siempre atento a las distracciones. Si una persona entra en el aula o si hay alboroto fuera de ella, es mejor dejar de hablar hasta que desaparezca la distracción. Cuando el 50% del público está mirando a la persona que ha entrado tarde, hay que parar y esperar.
Cuando hay una distracción en el aula, a veces ayuda hacer una pequeña broma. Puedes decir: "Voy a esperar un minuto a que veas a la persona que ha entrado porque es más interesante que yo. Soy profesor y los profesores saben que no hay razón para seguir hablando cuando hay distracciones. En cuanto estén satisfechos de ver a su hermano, continuaré". Lo normal es que la gente se ría y vuelva a centrar su atención en ti.
Mantener la atención de los oyentes
Duane Litfin enumera 10 cosas que ayudarán a mantener la atención de nuestro público.[1]
(1) Novedad. Nos llaman la atención las cosas que son diferentes de lo que esperamos.
Cuando un experto en la Ley de Moisés preguntó a Jesús: "Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?". Jesús respondió con una historia que tenía un final sorprendente. La historia del Buen Samaritano tenía a un samaritano despreciado como héroe de la historia (Lucas 10:25-37). Esta historia mantuvo la atención de los oyentes de Jesús.
(2) Movimiento o actividad. Cuando todo lo demás está quieto, el movimiento captará nuestra atención; del mismo modo, cuando todo lo demás está en movimiento, a menudo destacará algo inmóvil. Es el contraste lo que capta nuestra atención.
Para mostrar su disgusto por la injusticia de los líderes religiosos en el Templo,
Jesús entró en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo. También volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas (Mateo 21:12).
¿Crees que Jesús captó la atención de la gente en el Templo?
(3) Cercanía. Los acontecimientos actuales o las cosas que suceden cerca de nosotros captarán nuestra atención.
Mientras Jesús enseñaba,
había allí algunos que contaron a Jesús acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con la de sus sacrificios.
Jesús respondió enseñando una lección basada en este acontecimiento actual y en otra tragedia reciente que había ocurrido en Siloé (Lucas 13:1-5). Sabía que los acontecimientos recientes captan la atención de los oyentes.
(4) Concisión. Algo concreto que podemos ver suele atraer mejor nuestra atención que algo abstracto, general u ordinario. Por eso son importantes las ilustraciones. Cuando Jesús enseñaba, señalaba cosas concretas para ilustrar sus enseñanzas.
"Es como un grano de mostaza" (Marcos 4:31).
"Traigan un denario" (Lucas 20:24).
"Miren la higuera" (Lucas 21:29).
(5) Familiaridad. En un entorno desconocido, lo que nos resulta familiar suele llamarnos la atención.
Para dar una lección sobre nuestra respuesta a la Palabra de Dios, Jesús señaló una escena familiar en su mundo: un agricultor sembrando semillas en un campo. "El sembrador salió a sembrar" (Mateo 13:3).
(6) Conflicto. En condiciones de armonía y paz, la oposición entre dos o más cosas tiende a captar nuestra atención.
En repetidas ocasiones, Jesús hizo hincapié en las diferencias (el conflicto) entre sus enseñanzas y las de los fariseos y otros líderes religiosos. Esto atrajo la atención de las multitudes. "Al oír esto, las multitudes se admiraban de Su enseñanza" (Mateo 22:33).
(7) Suspense. Cuando tenemos la imagen completa excepto algunas piezas clave, nos sentimos atraídos por las piezas que faltan para ver cómo encaja el conjunto.
Cuando los líderes religiosos criticaron a Jesús por comer con pecadores, empezó a contar una historia. Habló de un hijo fugitivo que decidió volver a casa (Lucas 15:11-32). La gente que escuchaba esperaba saber: ¿Qué le pasará a este hijo? ¿Le rechazará su padre? ¿Le echará la comunidad porque les ha avergonzado? ¿Qué le ocurrirá a este hijo rebelde? Jesús sabía cómo crear suspenso.
(8) Intensidad. Cuando algo destaca como más intenso que las cosas que lo rodean, normalmente le prestaremos atención.
En repetidas ocasiones, la gente que oía enseñar a Jesús reconocía el poder y la autoridad de su enseñanza. La intensidad de su enseñanza asombraba a sus oyentes. " Y se admiraban de Su enseñanza; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas" (Marcos 1:22).
(9) Humor. En el corazón de casi todo humor hay algo que no está donde o lo que se supone que debería estar. El humor casi siempre reclamará nuestra atención.
Los oyentes de Jesús debieron de reírse cuando dijo: ¿Por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?" (Mateo 7:3).
(10) Relevancia para la vida cotidiana. Las cosas relacionadas con nuestras necesidades básicas y experiencias y emociones cotidianas tienden a interesarnos.
Cuando Jesús predicaba a la gente ordinaria con poco dinero o ahorros, hablaba de las cosas que necesitaban en la vida diaria.
Por eso les digo, no se preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán... Y por la ropa, ¿por qué se preocupan?... Por tanto, no se preocupen, diciendo: "¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?"... busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas (Mateo 6:25, 28, 31, 33).
Jesús habló de las necesidades básicas de la vida.
Falta de desarrollo de un tema central
No desarrollar claramente un tema central es uno de los dos problemas más importantes de muchos sermones y otros discursos públicos. Escuche una conversación de domingo por la tarde:
Thomas: "¿Disfrutaste de la iglesia esta mañana?"
Sarah: "Sí, estuvo bien".
Thomas: "¿Fue bueno el sermón?"
Sarah: "¡Muy bueno!"
Thomas: "¿De qué se trató el sermón?"
Sarah: "Uh, habló sobre el pecado y sobre el cielo y sobre un coche averiado que vio ayer. Dijo muchas cosas buenas".
El pastor dijo muchas cosas buenas, pero no hubo un mensaje unificado en el sermón. Esto perjudica la capacidad del pastor para comunicar un mensaje poderoso. Cuando sus oyentes se van a casa, no recuerdan un tema central del sermón. Cuando una persona se va de un sermón u otro discurso público, debería ser capaz de resumir lo que el orador habló en pocas palabras. Si la persona media del público no puede hacerlo, entonces el orador no ha tenido realmente éxito.
Una vez que una persona ha desarrollado el tema de su presentación, necesita elaborar un bosquejo e ilustraciones y aplicaciones que centren la atención en el tema central. El tema de un predicador o los objetivos de un profesor proporcionan una meta para todo el sermón o la lección.
Es importante pasar de lo conocido a lo desconocido. Los oradores deben empezar hablando de cosas con las que el público se sienta cómodo antes de pasar a lo desconocido. Los buenos discursos empiezan con algo con lo que el público está familiarizado y luego pasan al material nuevo. De este modo, el público avanza hacia el tema principal del discurso.
Falta de ilustración
Una segunda razón de los sermones pobres es no ilustrar bien. No todo el mundo es un maestro de la narración. Sin embargo, si no puede encontrar y presentar historias e ilustraciones interesantes, no será un orador eficaz.
Un orador público debe buscar constantemente buenas ilustraciones y encontrar la manera de organizarlas y almacenarlas para su uso futuro. Encontrar y adaptar ilustraciones requerirá más esfuerzo que casi cualquier otra cosa. En la Lección 4 aprenderemos a desarrollar buenas ilustraciones para sermones.
[1]Adaptado de Duane Litfin, Public Speaking, 2nd Edition (Grand Rapids: Baker Book House, 1996), 47. Véase también la página 239.
Conclusión
La comunicación es a la vez un arte y una ciencia. Es una ciencia en el sentido de que puede analizarse y sigue ciertas leyes predecibles. Es un arte en el sentido de que puede desarrollarse de tal manera que apele a la parte estética de la naturaleza humana.
La comunicación es a la vez un don y un logro. La mayoría de los buenos oradores tienen cierta habilidad natural. Sin embargo, esa habilidad natural puede desarrollarse y mejorarse. Dios nos dio el don de la comunicación; debemos utilizar y desarrollar este don lo mejor que podamos.
Lección 2 Tareas
(1) Al comienzo de la próxima lección, realizarás una prueba basada en esta lección. Estudia atentamente las preguntas de la prueba para prepararte.
(2) Entrevista a otro miembro de tu clase sobre su infancia. Hazle preguntas que te den información para un discurso interesante. A continuación, pronuncia un discurso de tres minutos ante la clase en el que presentes a este compañero.
(3) Esta lección habla de 10 cosas que ayudan a mantener la atención de nuestra audiencia. Busque un sermón escrito o grabado para estudiarlo. Lea o escuche el sermón y vea cuántas de estas cosas forman parte del sermón. Cada miembro de la clase debe evaluar un sermón diferente. En la próxima reunión de la clase, comparen las formas en que los sermones mantienen la atención de la audiencia.
Prueba de la lección 2
(1) ¿Cuáles son los tres componentes de la comunicación?
(2) Nombra dos razones por las que un mensaje puede no comunicarse con éxito.
(3) ¿Cuál es la forma de comunicación más íntima y, por lo general, más exitosa?
(4) ¿Cuál es la forma más difícil de comunicación oral para la mayoría de las personas?
(5) Enumere tres de las cinco formas en que la comunicación escrita es diferente de la comunicación oral.
(6) Enumere tres de los cinco factores que influyen en el éxito de nuestra comunicación.
(7) Enumere tres de los cinco obstáculos a la comunicación.
(8) Enumere tres de las diez cosas recomendadas para mantener la atención de un público.
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