John Wesley vivió en Inglaterra de 1703 a 1791. Predicó el evangelio al aire libre a personas pobres que no eran bienvenidas en las iglesias. Vivió con cuidado, buscando honrar a Dios en cada detalle de la vida, incluyendo su uso del dinero. Enseñó que cuando los creyentes han ganado dinero, deben ahorrar todo lo que puedan y dar todo lo que puedan. Fue un fiel ejemplo de uso de hábitos financieros disciplinados. Redujo sus gastos anuales, para tener más para dar. Luego, cuando sus ingresos aumentaron, mantuvo los mismos gastos y regaló el excedente. Aunque ganó mucha riqueza a lo largo de su vida, a su muerte sólo tenía unas pocas monedas en su poder. Wesley sabía que Dios confía en las personas para que administren el dinero por él, y enseñó que los creyentes deben seguir los principios de Dios para manejar el dinero.
Introducción
El Nuevo Testamento menciona el dinero más que la mayoría de los otros temas, no porque el dinero sea tan importante para Dios, sino porque la gente tiene muchos problemas con el dinero.
Como creador, Dios es el dueño de todas las personas y de las riquezas que tienen. Como creyentes, pertenecemos a Dios de manera especial, porque nos ha redimido. Debemos considerarnos administradores de las posesiones que deben ser utilizadas para la gloria de Dios.
No es malo disfrutar de las cosas buenas. Dios se complace en bendecirnos si recibimos todo con agradecimiento y humildad.
Pero el dinero es un peligro espiritual para la mayoría de la gente.
Advertencias e indicaciones para los ricos
► ¿Qué significa ser rico?
Hay diferentes razones por las que una persona puede ser considerada rica.
Si tienes dinero para comprar algo más que tus necesidades básicas, eres más rico que al menos la mitad de las personas del mundo. Muchas personas trabajan cada día para conseguir los alimentos que van a comer ese día; si algo impide su trabajo, no tienen comida.
La gente suele considerar rica a una persona que tiene más riqueza que la mayoría de las personas de su sociedad. Su estilo de vida demuestra que gasta más dinero que la mayoría de la gente. La gente lo considera de una clase social más alta. Puede disfrutar de lujos que la mayoría de la gente no puede comprar. Tiene influencia entre las personas con autoridad. La gente está dispuesta a servirle gracias a sus recursos.
La Biblia tiene indicaciones y advertencias especiales para los ricos.
Una advertencia muy seria es la afirmación de Jesús de que es muy difícil que un rico llegue al cielo (Mateo 19:24).
Podemos entender el peligro de las riquezas a partir de un mensaje del apóstol Pablo para los ricos.
► Un alumno debe leer 1 Timoteo 6:17-19 al grupo.
Pablo advierte a los ricos que no se consideren de mayor clase que los demás. Los ricos tienen la tentación de considerarse mejores que los demás. Santiago advierte a la iglesia de que no cometa el mismo error, honrando a las personas por su riqueza o estatus social (Santiago 2:1-4).
La persona rica no debe sentirse segura por su riqueza, sino que debe depender de Dios. Es más difícil para una persona rica sentir la necesidad de la provisión de Dios cuando tiene reservas financieras. Existe la tentación de volverse espiritualmente descuidado por no sentir la necesidad de la ayuda de Dios (Deuteronomio 8:6-18).
Los ricos deben ser generosos y hacer cosas buenas con su dinero.
Una de las condenas de los ricos mundanos en Santiago 5:5 es que vivían en el placer mientras otros sufrían. Se puede lograr mucho bien con una donación sabia. El dinero no puede comprar la felicidad, pero puede aliviar mucha miseria. Es un error que una persona ignore el sufrimiento de los demás mientras vive en el lujo.
A través del profeta Amós, Dios expresa su corazón por la justicia humana (misericordia y compasión por los pobres y oprimidos) con estas palabras: " Pero corra el juicio como las aguas y la justicia como una corriente inagotable" (Amós 5:24). Dios pronunció un juicio sobre la prosperidad cuando ésta conducía a la facilidad, la autocomplacencia y la indiferencia ante la situación de los pobres (Amós 6:1, 3-6; Amós 8:4-7, 11-12).
Todo creyente debe dar con sacrificio para ayudar a los pobres y a los oprimidos, debe diezmar para apoyar a su iglesia local y debe dar para apoyar el trabajo misionero para la difusión del evangelio. Juan Wesley dijo que había tres razones por las que la iglesia de su época tenía tan poco impacto en el mundo:
1. La falta de una sana doctrina
2. Falta de disciplina que rinde cuentas.
3. Falta de sacrificio personal
El amor al dinero
► Un alumno debe leer 1 Timoteo 6:8-10 al grupo.
Las advertencias sobre el dinero no se dirigen sólo a los ricos. Muchos pobres sienten que nunca podrán ser felices porque son pobres. La Biblia nos dice que el amor al dinero causa toda clase de males. Esa advertencia se aplica a todos.
El amor al dinero nunca puede ser satisfecho. Una persona que ama el dinero no estará satisfecha con ninguna cantidad (Eclesiastés 5:10). La Biblia nos dice que debemos evitar el amor al dinero y contentarnos con nuestras necesidades básicas (Hebreos 13:5).
La persona que desea ansiosamente ser rica tiene muchas tentaciones de comprometer su carácter. A través del proceso de tratar de enriquecerse una persona puede dejar su fe y ganar muchas penas en lugar de la alegría que esperaba.
A veces los líderes religiosos atraen a sus seguidores prometiéndoles riqueza. Dicen que una persona con fe debería tener riqueza. Muchas personas de sociedades pobres se sienten atraídas por estas promesas porque sus vidas son difíciles. Estos líderes hablan y predican sobre el dinero constantemente y se sienten orgullosos de poder mostrar los mismos signos de éxito financiero que la gente del mundo.
La Biblia dice que la piedad con satisfacción es un gran valor (1 Timoteo 6:6). Una persona que persigue la riqueza por un medio religioso tiene los mismos peligros que cualquier persona del mundo que persigue la riqueza. Las iglesias que prometen riquezas atraen a personas que no se han convertido apelando a sus deseos personales. Sin embargo, estas iglesias están llenas de personas esperanzadas que nunca reciben lo prometido. Las únicas personas que se enriquecen con el evangelio de la riqueza son los predicadores que recogen las ofrendas de las personas que les creen.
► Un alumno debe leer Filipenses 4:10-13 al grupo.
Pablo estaba agradecido de que los creyentes filipenses hubieran enviado una ofrenda para su sostenimiento. Les dijo que había aprendido a estar contento en cualquier condición, incluso con el hambre. Esta declaración nos muestra que Pablo no siempre tenía abundancia de dinero. Dijo que con la ayuda de Dios podía hacerlo todo. El contexto de esa declaración muestra que él quería decir que en cualquier condición podía estar contento y ser fiel a Dios.
Honestidad
► Un alumno debe leer Proverbios 11:1 al grupo.
Este versículo se refiere a las balanzas que se utilizan para vender algo por peso, como fruta o verduras o carne. A veces la gente tiene balanzas que están diseñadas para dar un peso falso con el fin de tomar dinero extra. Este verso dice que Dios odia la deshonestidad.
Muchas personas hacen cosas deshonestas por dinero. La siguiente lección de este curso trata el tema de la honestidad.
Confiar en Dios
El apóstol Pablo escribió a los creyentes filipenses y les prometió que Dios proveería sus necesidades. Esta es una promesa maravillosa. Debemos mirar el pasaje donde ocurre para ver la situación que existía.
► Un alumno debe leer Filipenses 4:15-19 al grupo.
La iglesia envió apoyo financiero a Pablo. Él dijo que era un sacrificio a Dios. Prometió que Dios supliría sus necesidades. No prometió una gran multiplicación de su dinero.
Esta promesa no era para las personas que habían sido irresponsables o derrochadoras. Era para las personas que habían administrado su dinero de acuerdo con las prioridades espirituales.
► Un alumno debe leer Mateo 6:25-33 al grupo.
Jesús habló de cómo Dios alimenta a los pájaros y embellece las flores y prometió que cuidaría de nosotros. Nos dice que no debemos preocuparnos por nuestra supervivencia. Nos promete que si ponemos en primer lugar el reino de Dios, nuestras necesidades serán atendidas.
La gente suele preocuparse no por el presente, sino por el futuro. Dios no ha prometido proveer todo con mucha anticipación. Recuerda que en el Antiguo Testamento cuándo caía el maná, venía cada día (Éxodo 16). Del mismo modo, Jesús dijo que debemos orar por nuestro "pan de cada día" (Mateo 6:11). Dios quiere que confiemos en él cada día.
Santiago dijo que Dios ha hecho a los pobres "ricos en fe" (Santiago 2:5). Los pobres tienen una mejor oportunidad de depender de Dios que las personas que tienen seguridad financiera.
Confiar en Dios no significa que debamos ser irresponsables. Normalmente, Dios nos provee a través de nuestro trabajo (Efesios 4:28). Si una persona no está dispuesta a trabajar, no debe esperar que Dios le provea, y otras personas no deben estar obligadas a darle (2 Tesalonicenses 3:10).
No debemos esperar que la provisión de Dios nos haga ricos. Dios bendice a unas pocas personas con riquezas, pero las riquezas no son el plan de Dios para todos. Una persona que desea fuertemente la riqueza tendrá problemas espirituales.
Recursos funcionales
Los recursos funcionales son cosas que las personas tienen y que les ayudan a producir. Algunos ejemplos son la tierra, un conjunto de herramientas o una computadora. Una persona puede utilizar un recurso funcional para obtener beneficios, pero debe mantenerlo y no puede venderlo, o la producción se detendrá. Una referencia bíblica a un recurso funcional es Proverbios 14:4, "Donde no hay bueyes, el pesebre está limpio, pero mucho rendimiento se obtiene por la fuerza del buey”.
Una persona pobre puede no entender el concepto de recursos funcionales. Por ejemplo, puede suponer que su amigo tiene mucho dinero porque tiene un juego de herramientas caro, o una computadora, o un vehículo. Piensa que su amigo o pariente que tiene algo así debería poder darle dinero cuando lo necesite. Sin embargo, cualquiera de esas cosas puede ser un recurso funcional que no puede ser convertido en dinero sin que la persona pierda sus ingresos.
► ¿Cuáles son otros ejemplos de recursos funcionales en tu entorno?
Si una persona no entiende cómo los recursos funcionales trabajan para los demás, probablemente no sepa qué recursos funcionarían igualmente para ella. Puede que no sea capaz de decir exactamente qué es lo que más necesita o qué tipo de ayuda cambiaría su estado. Es posible que describa la ayuda en términos de un impulso inmediato y breve en sus esfuerzos diarios, en lugar de un verdadero cambio de vida.
Un aspecto de la pobreza es la falta de recursos funcionales. A menos que la persona en situación de pobreza pueda aprender la necesidad de adquirir, mantener y reservar recursos funcionales, no podrá salir de la dependencia.
En algunas culturas, es difícil que una persona ahorre dinero y desarrolle recursos funcionales, porque la gente que le rodea espera que lo comparta todo. No entienden por qué acumula dinero mientras otra persona lo necesita. Esperan que comparta lo que tiene aunque haya sido irresponsable.
Un seguidor de Cristo debe respetar las expectativas de su cultura, pero también aplicar los principios bíblicos. La Escritura nos dice que no estamos obligados a ayudar a una persona que no hace lo que puede (2 Tesalonicenses 3:10). Si una persona regala sus recursos funcionales para ayudar a una persona que es irresponsable, ambos seguirán siendo pobres.
La Escritura da a entender que el tipo de prosperidad que Dios da es que las personas tengan sus propios recursos funcionales. El profeta Miqueas dijo que en una sociedad bendecida, cada persona poseería con seguridad "su propia parra e higuera" (Miqueas 4:4). Eso se refiere a la propiedad privada y a los medios para producir algo. En algunos lugares, la agricultura puede no ser la mejor forma de producción, pero el principio es que las personas bendecidas deben tener lo que necesitan para producir recursos.
A menudo los pobres que se convierten en creyentes comienzan a prosperar más, no sólo por la bendición directa de Dios sino por su mejor estilo de vida. Dejan de malgastar el dinero en cosas como el alcohol, los juegos de azar y las formas incorrectas de entretenimiento. Se convierten en mejores trabajadores y obtienen una mejor reputación. Dios bendice su apoyo al ministerio. A menudo la segunda generación de la familia de un creyente está en una situación mucho mejor que la primera generación.
► ¿Cuáles son las formas en que las personas de tu entorno pueden trabajar y ahorrar para mejorar su situación financiera?
Juegos de azar
Apostar es arriesgar dinero en un intento de ganar dinero libremente. Cada persona que gana está tomando dinero de alguien que pierde, sin dar nada a cambio. Muchas personas se vuelven adictas al juego, malgastan su dinero y no cuidan de sus familias. Muchas personas han utilizado dinero que pertenecía a otra persona para apostar, con la esperanza de ganar y poder devolverlo. Hay muchas personas en la cárcel por robar para jugar. Muchas personas en situación de pobreza apuestan porque sienten que no tienen ninguna esperanza de cambiar su situación, salvo tener suerte y ganar dinero.
El juego es contrario a muchos principios cristianos:
1. El principio de ganar riqueza a través del trabajo (Efesios 4:28)
2. El principio de la satisfacción (1 Timoteo 6:6)
3. El principio de sembrar y cosechar (Gálatas 6:7)
Además, Dios quiere que ofrezcamos servicios o productos con fines de ganancia en lugar de tomar el dinero de otra persona por suerte. El juego es perjudicial porque es adictivo y aumenta la delincuencia.
Apostar es contrario a depender de Dios. Una persona debe preguntar: "¿Creo que Dios cuida de mí?". “¿Puedo orar para que Dios me provea?". "¿Creo que la forma en que Dios quiere proveer para mí es arriesgando el dinero para apostar, con la esperanza de quitarle el dinero a otra persona?". "¿Creo que Dios me recompensará por apostar haciendo que gane una gran cantidad?". Una persona que apuesta no está confiando en Dios en su situación financiera. Cuando realmente confiamos en Dios, obedecemos sus claras instrucciones para nosotros, sabiendo que él suplirá fielmente nuestras necesidades mientras obedecemos.
Deuda
Cuando una persona pide dinero prestado, supone que podrá devolverlo con el dinero que obtenga en el futuro. Por lo tanto, pedir prestado es gastar dinero del futuro aunque el futuro también traiga nuevas necesidades.
La Biblia dice que el prestatario es un siervo del prestamista (Proverbios 22:7). Un prestatario crea obligaciones que limitan su libertad.
Algunos tipos de préstamos son peores que otros. Cuando una persona pide prestado dinero para cubrir necesidades básicas como la comida, se encuentra en una situación peor. La comida se consumirá y la deuda permanecerá, y será más pobre que antes.
Cuando una persona pide prestado dinero para algo innecesario, como adornos personales, ropa innecesaria, entretenimiento o decoración del hogar, está gastando su dinero futuro. Está limitando su libertad futura; en el futuro no podrá elegir comprar cosas porque el dinero ya está gastado.
Algunas empresas prestan dinero a un tipo de interés elevado. La gente que les pide prestado pronto debe mucho más de lo que pidió prestado originalmente. Algunas tiendas venden cosas a crédito a un tipo de interés elevado. Las personas acaban pagando precios mucho más altos por las cosas que compran a crédito porque no están dispuestas a esperar a tener suficiente dinero para pagar el precio normal.
A veces, la gente pide dinero prestado para poder celebrar la costosa boda que espera su cultura. Comienzan su matrimonio con una gran deuda. La iglesia, como familia de fe, debería ayudar a sus miembros desarrollando nuevas tradiciones o encontrando formas de hacer que una boda sea hermosa sin que sea excesivamente cara.
► Un alumno debe leer Romanos 13:7-8 al grupo.
Estos versículos nos dicen que debemos dar lo que debemos a los demás. Debemos respeto y obediencia a las autoridades. Debemos impuestos al gobierno. La primera frase del versículo 8 resume lo dicho en el versículo 7. No debemos dejar de dar a nadie lo que se supone que debemos dar. Esto no significa que nunca debamos pedir prestado, porque si pagamos como hemos acordado con el prestamista, no estamos dejando de dar lo que se supone que debemos dar.
Está mal que una persona pida prestado sin intención de devolverlo, o que pida prestado y decida después no devolverlo (Salmo 37:21).
Las leyes del Antiguo Testamento están dirigidas en su mayoría a la nación de Israel como sociedad agrícola primitiva. La mayoría de las personas vivían de la agricultura y de la producción de lo que necesitaban en sus hogares. Las familias poseían la misma tierra durante muchas generaciones. Por lo tanto, era raro que alguien pidiera dinero prestado para comprar tierras o iniciar un negocio. Si una persona pedía dinero prestado, era porque estaba en una mala situación y necesitaba dinero para las necesidades básicas. Dios quería que Israel fuera una familia de fe que se preocupara por sus miembros. Dios les dijo que prestaran dinero a la gente necesitada sin cobrar intereses (Éxodo 22:25). Una de las características de un hombre justo descrita en el Salmo 15 es que no presta dinero con intereses. (Ezequiel 18:5-9 es similar al Salmo 15.)
No está mal que un inversor cobre intereses cuando presta dinero a alguien para ayudarle a crear una empresa (Mateo 25:27). El interés es la recompensa del inversor por hacer posible el negocio.
Las personas que hacen negocios con los pobres no deben pensar únicamente en cómo obtener beneficios (Proverbios 22:16a). Está mal vender productos de baja calidad o cobrar precios injustos, porque los pobres no tienen otras opciones. Está mal conceder préstamos o vender cosas a crédito con el fin de obtener grandes beneficios de las personas que piden prestado debido a situaciones difíciles. Un empresario debe buscar formas de mejorar la situación de sus clientes.
El profeta Ezequiel dijo que el pecado de Sodoma no era sólo la inmoralidad sexual, sino que el pueblo vivía en el lujo y no ayudaron al pobre ni al necesitado (Ezequiel 16:49). Dios nos llama no sólo a dar a los pobres, sino a ayudarles de forma estratégica para fortalecerlos.
Las leyes de Dios para el antiguo Israel nos muestran sus prioridades. Hoy en día las leyes de nuestra nación no son las mismas que las que Dios dio a Israel, pero las preocupaciones de Dios son las mismas y los principios son los mismos. La iglesia debe encontrar formas de fortalecer a los pobres, primero cuidando a la familia de la fe, y luego marcando la diferencia en la comunidad.
Presupuesto
Algunas personas gastan todo su dinero en cuanto lo consiguen. Suelen pasar necesidades antes de volver a tener dinero. No son capaces de asumir responsabilidades por los demás.
Un presupuesto es un plan para gestionar los gastos habituales. La mayoría de las personas tienen gastos que pueden esperar en determinados momentos, y deben reservar dinero para esas necesidades con antelación. Por ejemplo, una persona puede alquilar una casa. Puede pagar mensual o anualmente. Necesita ahorrar constantemente una parte de sus ingresos para poder pagar el alquiler cuando llegue el momento. Si el alquiler es anual, guardará parte del dinero durante el año, y aunque existe la tentación de gastarlo, deberá reservar ese dinero y considerarlo ya gastado.
El primer dinero reservado debe ser el diezmo (Proverbios 3:9-10). Usted debe comprometerse a dar el 10% de sus ingresos para apoyar el ministerio. No espere a ver si tiene dinero extra para el diezmo después de sus gastos. Dios bendecirá su fidelidad.[1]
Una vez cubiertas las necesidades básicas con los ingresos restantes, una persona debe reservar dinero para emergencias. Debe reservar algo de dinero para mejorar su situación, como por ejemplo ahorrar para comprar su propia casa. También debería intentar invertir algo de dinero para aumentar sus ingresos. Un ejemplo de pequeña inversión podría ser comprar herramientas que le permitan cobrar más por su trabajo.
Una persona que tiene un recurso funcional (algo que le ayuda a producir), como un vehículo o un edificio, debe presupuestar dinero para mantener el recurso. Si una persona obtiene beneficios con su coche, pero no reserva dinero, no podrá pagar las reparaciones importantes del coche ni comprar otro, y su beneficio acabará por desaparecer.
Una persona que no hace un presupuesto suele ser incapaz de ocuparse de sus responsabilidades. Puede depender de la ayuda de otros y ser incapaz de ayudar a los demás. Su situación nunca mejora porque no invierte de ninguna manera.
Jesús habló del buen samaritano que ayudó al hombre herido (Lucas 10:25-37). Observe que el samaritano tenía algo de dinero y un burro para llevar al hombre herido. ¿Qué pasaría si el samaritano ya hubiera vendido su burro y gastado todo su dinero? Aunque tuviera un buen deseo de ayudar, habría estado limitado en su capacidad de intervenir en la situación.
La elaboración de un presupuesto permite a una persona prepararse para sus necesidades, responsabilizarse de los que dependen de ella, invertir en su futuro, responder a las emergencias y apoyar el ministerio.
[1]En el curso del Shepherds Global Classroom Doctrina y Práctica de la Iglesia, disponible en https://www.shepherdsglobal.org/courses, se expone un argumento completo a favor del diezmo.
La familia de la fe
En los primeros días de la iglesia, poco después de Pentecostés, los creyentes estaban tan comprometidos con la familia de la fe que se aseguraban de satisfacer las necesidades de todos. Compartían sus posesiones, y nadie decía que nada era suyo. Muchos de ellos vendieron propiedades y dieron el dinero a la iglesia (Hechos 2:44-45). Aunque no esperemos que la vida en la iglesia sea siempre exactamente así, vemos que cuando la iglesia está en su mejor momento hay generosidad y un compromiso de cuidado de la familia.
Los creyentes de Tesalónica se aseguraban de que todos los miembros fueran alimentados, pero algunos no trabajaban. Esas personas vivían en el ocio, dependiendo de la generosidad de la iglesia. Pablo no le dijo a la iglesia que se equivocaba al ocuparse de los miembros de la familia, sino que dijo que no se debía dar comida a una persona si no estaba dispuesta a trabajar (2 Tesalonicenses 3:10). Para algunos, el trabajo podría no ser un empleo por un salario, sino ayudar a otros creyentes según sea necesario. Algunas personas no pueden ser empleadas, pero casi todos pueden hacer algo para ayudar.
En otras cartas, Pablo dio instrucciones para ayudar a las viudas y apoyar a los pastores (1 Timoteo 5:3-18, Gálatas 6:6).
Todo creyente debe formar parte de una familia local de fe y comprometerse a ayudar a las necesidades de los miembros y al apoyo del ministerio.
Para compartir en grupo
► ¿Cómo puede la gente de la iglesia trabajar junta para atender las necesidades en la iglesia y al mismo tiempo exigir a la gente que asuma su responsabilidad?
► ¿Qué oportunidades existen en tu entorno para que la gente de la iglesia trabaje junta para desarrollar recursos funcionales?
Oración
Padre Celestial,
Gracias por tu promesa de satisfacer mis necesidades. Ayúdame a ser fiel a mis responsabilidades para mantenerme a mí mismo y a los que dependen de mí. Ayúdame a ser generoso con lo que tengo. Ayúdame a satisfacer sabiamente las necesidades de los demás.
Oro por tus bendiciones financieras, pero sobre todo quiero mantener las prioridades espirituales y estar contento por mi relación contigo.
Amén
Lección 9 Tareas
(1) Considere en oración los principios bíblicos dados en esta lección. Conteste por escrito cada una de las siguientes preguntas:
¿A qué tentaciones me he enfrentado cuando se trata de dinero y recursos?
¿Cómo obtengo actualmente dinero y/o recursos?
¿Cómo utilizo y administro el dinero y/o los recursos?
¿Qué significa confiar a Dios el dinero y/o los recursos?
¿De qué recursos funcionales dispongo?
¿Existen recursos funcionales que deba planificar obtener en el futuro? Si es así, ¿cómo lo haré?
¿De qué manera he utilizado mal el dinero y/o los recursos?
¿Cómo voy a corregir el mal uso del dinero y/o de los recursos mencionados anteriormente?
(2) Escribe una presentación de una página con los principios de esta lección, haciendo aplicaciones específicas a tu entorno. ¿Qué necesitan entender las personas de tu entorno sobre la comprensión cristiana del dinero?
(3) Memorice Proverbios 3:13-17 y escriba una reflexión de un párrafo sobre él. Al comienzo de la siguiente clase, escriba este pasaje de memoria y entregue el párrafo al líder de la clase.
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